Opinion | 16 Dic Una iniciativa llevada a cabo en Montevideo y denominada “Desafío Intermodal 2014” concluyó que en dicha ciudad el medio de transporte más eficiente es la bicicleta. Los organizadores compararon en un viaje de 7 kilómetros el tiempo que les llevó completar el trayecto, el costo de cada transporte y sus emisiones de gases contaminantes mientras se trasladaban en bicicleta, motocicleta, automóvil y ómnibus.
El objetivo de esta actividad, llevada adelante por el programa Unibici de la Universidad de la República y el colectivo “Liberá tu bicicleta”, fue reflexionar sobre los distintos modos de transporte urbano al que tienen acceso las personas en Montevideo, evidenciando algunas de sus características principales como su costo, eficiencia y connotaciones ambientales.
Las pruebas se hicieron en tres recorridos representativos de la movilidad de los montevideanos, en horario de intenso tránsito, saliendo desde el centro a las seis de la tarde y en el sentido inverso a las nueve de la mañana. Se contó con la participación de 47 voluntarios de 20 a 68 años, con distintas profesiones y ocupaciones laborales.
En cuanto a las mediciones, quienes viajaron en moto pusieron en promedio 26 minutos, 27 minutos los que usaron bicicleta, 34 minutos quienes viajaron en auto y 40 minutos los que hicieron el recorrido en ómnibus. En lo relativo a costo, se consideraron los gastos del usuario (combustible, de mantenimiento, de depreciación, seguro, patente), resultando que transportarse en bicicleta tiene un costo de U$S 0,28 por persona, en ómnibus U$S 0,92 por persona, en moto U$S 1 por persona y en auto U$S 1,90 por persona. En tanto, investigadores del Departamento de Ingeniería Ambiental del Instituto de Mecánica de los Fluidos e Ingeniería Ambiental de la Facultad de Ingeniería midieron la emisión de gases contaminantes: la bicicleta emitió 0 gramos de CO2 por persona, la moto 332 gramos, el ómnibus 348 gramos y el auto 1.185 gramos.
Aunque estos resultados podrían variar levemente si la medición se realiza en otra ciudad, como Paysandú, es indudable que sirve para llamar la atención respecto a una forma eficiente y con múltiples beneficios personales y sociales como medio de transporte. En todas partes cada día son más las personas de todas las edades que optan por trasladarse en bicicleta, aunque aún la mayoría de nuestras ciudades no están preparadas para ello ni ofrecen la infraestructura básica al ciclista. En Paysandú, por ejemplo, no existen bicisendas pero tampoco estacionamientos para bicicletas, los que serían muy necesarios no solo en el centro, sino también --especialmente en verano-- en la zona costera de la ciudad. En este sentido, el mayor desafío que enfrentamos es la adopción de políticas locales de promoción de este tipo de transporte y que la bicicleta sea tenida en cuenta en el diseño urbanístico de las ciudades uruguayas.