Opinion | 15 Dic El Ministerio del Interior comenzó a bloquear las líneas telefónicas que registren una cantidad mayor a cincuenta llamadas denominadas “residuales” al 911, compuestas por insultos, bromas o consultas inapropiadas al servicio.
En la actualidad a nivel nacional hay más de 400 números telefónicos impedidos de ingresar por un período de seis meses, se abre una investigación para denunciar y los resultados arrojados en el último mes son positivos. Con anterioridad a la aplicación del bloqueo las llamadas incorrectas eran un 85% del total, en tanto se redujo a 80%.
A pesar de la reiteración de los objetivos que cumple una línea de estas características, el director del Centro de Comando Unificado de la Policía Nacional, Comisario Robert Tarocco, reconoció que el servicio recibe bromas, insultos, consultas sobre cobro de jubilaciones o vencimientos de entes. Con la instalación del bloqueo, envían un mensaje al usuario para comunicar su imposibilidad de acceder a la línea y además que su caso se ha judicializado a través de una investigación para identificar a las personas y ponerlas a disposición de la Justicia.
La Rendición de Cuentas de 2011 incluye una normativa, contenida en el Artículo 138, cuya reglamentación se encuentra bajo estudio, orientada a que las empresas de telefonía celular registren las líneas telefónicas de sus usuarios. La disposición señala que “las empresas operadoras de servicios de telecomunicaciones, para las comunicaciones realizadas al servicio de emergencia 911, deberán eliminar las barrera de supresión de guía, identidad y localización del dispositivo”.
De acuerdo al jerarca, la identificación es para las llamadas residuales y la georreferenciación se aplicará con miras a actuar con mayor rapidez. De unas 180.000 llamadas mensuales, entre 30.000 y 40.000 son emergencias reales. Ese guarismo indica que la ciudadanía no ha elevado el nivel de optimización de un servicio que cuenta con escasos recursos humanos y que por tanto, deberá perder su tiempo en atender llamadas que no requieren emergencia mientras aguardan las urgentes.
Las ciudadanía debe exigir el cumplimiento de las tareas correspondientes a cada lugar dentro del complejo Estado, no obstante deberá hacerse cargo y reconocer –en este caso-- su inadecuada utilización. En ocasiones se comprenderá que las diversas situaciones delictivas o de siniestros no admiten la menor demora y tal vez las medidas coercitivas nos ayuden a madurar.