Paysandú, Jueves 25 de Diciembre de 2014
Locales | 24 Dic UTE está desarrollando planes de inclusión para los sectores de menores ingresos que puedan estar “colgados” del servicio eléctrico como forma de minimizar las “pérdidas no técnicas” que registra el ente. El sistema, que comenzó hace algunos años pero ahora se profundiza, ya está en marcha en Paysandú con asistentes sociales contratados para hacer la cobertura correspondiente en vistas a que se integren al circuito formal de consumo con medidores y una tarifa diferencial, según dijo a EL TELEGRAFO Luis Margenat, gerente comercial de la Administración de Usinas y Transmisiones Eléctricas (UTE).
“En Paysandú estimamos en tres los barrios que deben tener entre 600 y 800 viviendas, los barrios Río Uruguay Norte y Sur, y el barrio Curupí. La idea es trabajar el año que viene con el objetivo de llegar al menos al 50% de cumplimiento en esos barrios con alguna de las modalidades de inclusión que están previstas. Y tanto en Paysandú como en toda la zona norte (cuya gerencia está en nuestra ciudad) tenemos un nivel de pérdidas que no es muy importante, pero hay algunos puntos. Y las acciones que están previstas año a año para minimizarlo se cumplen por arriba del cien por ciento”. Explicó que “cuando decimos que se hagan tantas inspecciones por año, se hacen más cantidad de las previstas, la región norte está en un 130% este año con respecto a lo fijado en acciones planificadas”.
FUERTES MULTAS SOLO PARA PUDIENTES
De esta manera, “las pérdidas que nos quedan están en esas zonas y alguna cosa más que hay que seguir buscando”. Sobre si en estos casos de “pérdidas no técnicas”, como enganches o intervenciones ilegales, hay grandes multas, dijo que “en los segmentos de vulnerabilidad económica trabajamos con algunas medidas paliativas para evitar las multas y deudas. Y además tiene un sentido de visión al futuro para trabajar determinadas cosas, dejando incluso algunos montos congelados y viendo el cumplimiento del contrato que tendrá con UTE. Pero en las otras inspecciones entramos fuertes porque si hay irregularidad, se aplica todo el rigor y hablamos de familias pudientes, comercios o industrias”.
“Tenemos un plan permanente en la empresa que se resuelve a nivel comercial, que es el abatimiento de lo que llamamos ‘pérdidas no técnicas’ (las pérdidas técnicas son las que se generan por la propia transformación y distribución de la energía), que están vinculadas a conexiones directas a la red o a intervenciones de los medidores, lo que popularmente se llama fraude. Ese plan es permanente. Nosotros tenemos todo segmentado y trabajamos muy fuerte sobre los clientes de mediano y gran porte, así como sobre otros clientes residenciales”.
Esos planes se encaran “mejorando las acometidas, realizando inspecciones sistemáticas, y con eso vamos manteniendo en niveles normales las pérdidas de energía eléctrica. En ese caso, el foco es combatir el robo, y otro caso es de la vulnerabilidad socioeconómica, cuyo foco es incluir a las familias en la formalidad”.
SE CONTROLA EL CONSUMO
Entre las medidas para evitar el robo estuvo el cambio de medidores, a lo que Margenat comentó que “de los medidores mecánicos a los que tenemos hoy hay una diferencia abismal en cuanto a su vulnerabilidad. Eso no quiere decir que no haya gente que se especialice en esos temas para violar los sistemas. Pero nosotros analizamos todos los aspectos cuando hacemos las inspecciones de que los medidores no estén tocados. Después lo que es más directo es ver al cliente colgado de la red”. Sobre si estos sistemas han reducido los robos, dijo que “los cables nuestros van reduciendo las pérdidas, pero alcanza cierta estabilidad, va llegando a niveles que es difícil que haya guarismos importantes de reducción. Por eso el plan social nos ayudará a reducir las pérdidas en la medida en que se utilice mejor la energía eléctrica”.
Sobre qué sistemas de seguridad tienen para evitar o controlar los robos de energía eléctrica, el gerente comercial de UTE dijo que “tenemos la telemedición con los grandes clientes, sabemos exactamente lo que está consumiendo. En la red tenemos control sobre una zona, pero podemos saber a nivel de la alimentación qué sale de la subestación, es decir, el consumo que tiene cada zona y se hace un balance entre la energía que sale de esa subestación y la facturación que tenemos, así vemos la diferencia que puede haber. De esos minibalances es de donde salen los datos para trabajar en una zona con los inspectores de UTE y también el propio elector de los medidores es un informante permanente, del millón 400.000 clientes que tenemos, el lector va todos los meses y tenemos la información”.
INCLUSIÓN SOCIAL
Luis Margenat indicó que “estamos trabajando hace algunos años con una filosofía de inclusión social, esto es tratar de llevar a esas zonas (carenciadas económicamente) la energía eléctrica sobre la base de acuerdos que favorezcan la entrada al sistema formal. Lo que se busca es que los potenciales clientes de esas zonas vayan regularizando su situación. Para eso hay que trabajar no solamente en el terreno de la electricidad, sino también en el social y económico. Entonces estos planes con el Mides, con organismos del gobierno central y también con las intendencias logran regularizar la mayor cantidad de servicios, aunque los problemas más grandes están en la zona metropolitana, en los alrededores de Montevideo”.
Sobre si está cuantificada la cantidad de “colgados” que puede haber en el país, dijo que en el entorno de Montevideo, había en el orden de 50.000 viviendas en situación de irregularidad, pero “hemos hecho algunos trabajos con los que hemos disminuido la cantidad entre 15.000 y 20.000 que ahora tienen servicio eléctrico formal”. A su juicio, “el cambio más importante, más allá de las facilidades que damos, está centrado en que nuestra actuación en ese nivel no es solo con gestores comerciales, sino con asistentes sociales, se dio un paso adelante incluyendo gente especializada para actuar en las zonas de vulnerabilidad socioeconómica”.
El convenio entre UTE y Mides implica el desarrollo de la ya existente “Tarifa de Consumo Básico” (TCB) a quienes sean titulares de una tarjeta de Uruguay Social del Mides, lo que alcanzaría a unos 18.000 beneficiarios. Con respecto a la tarifa que les cobrará UTE, dijo Margenat que “es conveniente en la medida en que el consumo sea bajo, que es lo que se espera”.
“Y para eso hay que trabajar, porque estamos con consumos elevados, porque en general cuando uno no tiene que pagar el consumo, no tiene control. Por eso hay que trabajar mucho educando en los temas del mejor uso de la energía eléctrica y la asistencia permanente del gestor comercial como del asistente social permite interactuar con las familias de una forma mucho más directa”.
UN 75% RESPETA CONTRATO
Sobre si lo que se ha hecho hasta ahora con la tarifa diferencial para estos clientes ha dado resultado, señaló que “en los últimos planes hemos tenido un seguimiento permanente en cada zona y venimos manteniendo un nivel de facturación y de cobro elevados, estamos por encima del 75% en términos medios, lo que es muy bueno”. A su juicio, “lo que hay que hacer es mantener el seguimiento, porque las experiencias piloto que tuvimos años atrás, por más buenas que fueran, si no había seguimiento, se presentaba una situación que se complicaba porque el cliente a la primera situación que no podía hacer frente a la factura, volvía a una situación irregular.
Ahora hubo atención particular sobre los adeudos, tarifa nueva, seguimiento permanente entre el gestor y el asistente social, quienes concurren al barrio para interactuar con la gente, educar, asesorar y ver los problemas que pueden tener. Eso es importante”.
Por otra parte, señaló que “este modelo lo venimos extendiendo también en el Interior del país. Ahora estamos impulsando tanto en la zona cercana a Montevideo, que es la que llamamos ‘centro’, con Canelones y Florida y también en la zona norte, donde están ustedes, que tenemos la subgerencia comercial en Paysandú, donde ya están trabajando los gestores con los asistentes sociales.
Ya están incorporados en la plantilla de Paysandú los asistentes sociales trabajando con los gestores”.
HAY 48.000 CLIENTES EN PAYSANDÚ
Por otra parte, y de otras fuentes vinculadas a UTE, EL TELEGRAFO pudo saber que en todo el departamento hay unos 48.000 clientes entre rurales y urbanos, “en los últimos años hubo un crecimiento muy importante, eran 44.000 hace dos años y se suman más de 100 nuevos por mes”. En Paysandú se consumen unos 50 megavatios diarios de electricidad y la media anual es de 32 Mw. Sin embargo, hubo picos de hasta 62 Mw como el 26 de diciembre pasado (casi un año atrás) cuando hubo problemas con la subestación del edificio Pay Torre de 18 de Julio y Treinta y Tres, y el caso de la subestación de 25 de Mayo y Silván Fernández. Para tener una idea de la relación del consumo en Paysandú, la generación de Liderdat en Azucarlito es de 5 Mw y la fotovoltaica prevista a construirse en el parque industrial tendrá 8 Mw.
En cuanto a los colgados de Paysandú, se indicó que además de los lugares marginales que comentó el gerente, “hay grandes consumidores y clientes residenciales que estaban colgados, pero se han ido regularizando”, ratificando que “el control se hace por la energía que larga transmisión y se evalúa con el consumo individual. Eso nos ha dado un 18% de pérdidas técnicas y no técnicas que no se facturan”, dijo la fuente consultada, señalando que se ha reducido ese porcentaje.
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