Paysandú, Sábado 27 de Diciembre de 2014
Locales | 21 Dic Absuelto – El trance de
un delito no cometido
¿Tenés idea de la fuerza con la que golpean las palabras? ¿Sabes que es la condena social, cuando la Justicia te procesa y la sociedad te cree culpable de un delito, porque se publicitó en los medios y las autoridades salen a justificar los hechos incorrectamente investigados? ¿Tenés idea lo que es transitar un proceso judicial de casi tres años, a la espera que seas declarado inocente?
Esa desafortunada circunstancia es de lo que trata ese relato, injusto, doloroso y finalmente clarificador de un enjuiciamiento indebido, en un proceso judicial como el uruguayo, que se anticipa a condenar con semiplena prueba y absuelve con daño irreparable consumado, para quien es inocente.
¿Alguien sabe qué lugar ocupa el amor, el compañerismo y la amistad cuando todos se fueron? La adversidad se presenta de muchas formas en nuestras vidas, hay que saber enfrentarlas para luego poder decir casi con simpleza “ya paso” y valió la pena el tesón, la convicción y la esperanza.
Hace tres años una pareja de jóvenes esperaban la llegada de su primer hijo, con todo lo que tal circunstancia implica y mucha ansiedad. La felicidad, podríamos decir, era una constante, lo es aún... Era diciembre de 2011, sobre la Navidad, de pronto un pie en falso, provocó un desencadenamiento vertiginoso que desembocó en un injusto procesamiento del joven. Todos recordarán, si hurgan un poco en su memoria, ante la difusión desmedida de la noticia, el caso de los inspectores departamentales de Tránsito de la Intendencia de Paysandú, que fueron procesados (sin prisión) por robar y vender partes de motos que se hallaban en depósitos municipales. Sumado a ello, vino la pérdida inmediata del empleo en la Intendencia de Paysandú, seguida de apresuradas lecciones de moral de sus jerarcas a través de los medios.
Quien hoy es mi esposo, Steve Medina Speroni, a causa de una defectuosa instrucción en el proceso penal, se lo implicó en el caso sin prueba alguna y con erróneas valoraciones de los hechos, a diferencia de otros, siquiera sin ser investigado. Fue procesado sin prisión y debió cumplir, en sustitución de la pena, la obligación de presentarse dos horas todas las mañanas durante dos meses en la Comisaría.
Es el comienzo de la adversidad, para mí fue una mezcla de lo mejor que le puede pasar a una mujer, que es ser mamá y la decepción, el dolor y la vergüenza por algo que tenía la convicción de que mi esposo Steve Medina Speroni, no lo había hecho.
Enfrentamos todo, con la frente en alto, pero sepan, las palabras dañan mucho más de lo que imaginan, los amigos se van, las dudas se siembran, los comentarios bastardos se propagan y la comunidad condena mucho antes que la Justicia, porque sepan que judicialmente, procesar no es lo mismo que condenar, pero el efecto es más fuerte cuando se lo divulga. O ¿acaso se publicitan las condenas en igual forma que los procesamientos? Indudablemente no.
Pues bien, la Intendencia de Paysandú, en un acto de ligereza, sin considerar el principio de presunción de inocencia, publicó los nombres y cédulas de identidad de las personas enjuiciadas en el portal web de la institución. A su vez, en casi todos los medios de comunicación se habla con mucha liviandad, de moral, de ética, de lo que debe y no debe ser... La gente especulaba sobre la vida de uno y más…mucho más…
Es difícil ser inocente y ser tratado como reo, tener convicción de no ser delincuente, saber de valores, ética y moral, quizá mucho más que los que hablaban y deber callar...a la espera de un juicio justo que demora en exceso.
No sé lo que han hecho los demás enjuiciados y no me compete hablar de ellos, solo hablo por mi esposo y por mí, porque estoy absolutamente segura de que nunca nos servimos más que de nuestro trabajo, para lograr lo que hoy tenemos, que en esta etapa, han sido muchos sueños cumplidos.
Este mes hace tres años que el procesamiento se ordenó, la tormenta pasó, seguramente, y han ocurrido cosas excelentes en nuestras vidas. Lo legal, mientras tanto, siguió su curso, que todos sabemos es muy lento.
En estos días el Dr. Gustavo Sabariz, defensor de mi esposo nos entregó la copia de la Sentencia dictada por la Señora Juez Letrado en lo Penal de Cuarto Turno de Paysandú, Dra. Ma. Jimena Alonso Hauw, donde se expresa: “Se absuelve en esta instancia a Steve Medina Speroni, clausurándose el proceso a su respecto”, agregando en otra parte de la resolución: “no habiéndose acreditado plena y legalmente que el encausado Medina se haya efectivamente apropiado de parte alguna de las motos de referencia, en tanto ninguno de los co encausados y testigos que depusieron en autos apreciaron tal hecho, corresponde a criterio de esta sentenciante disponer su absolución, por no haberse reunido las pruebas necesarias para establecer una condena en su contra”.
Hemos recibido, pues, la sentencia con la absolución total y absoluta del procesamiento de Steve Medina Speroni, quedando demostrado así que la Justicia en su momento se equivocó y más aún, quienes creían ser dueños de la moral, de la rectitud y los buenos valores (nunca mejores que los míos y los de mi esposo) declararon, hablaron, escribieron y quien sabe qué más sobre las acciones de una persona que no cometió ningún delito.
Sírvase saber Sr. Intendente Municipal Sr. Bentos, cuando con ligereza dijo, en la edición de EL TELEGRAFO del 24 de diciembre de 2011, que - los cinco procesados son “...infieles exfuncionarios que no midieron las consecuencias de sus actos, especialmente en esta fecha de Navidad; no sé si podrán mirar a los ojos de sus hijos después de lo que hicieron” - que en esta Navidad de 2014, como en las tres anteriores, mi esposo pudo y puede mirar en paz, con tranquilidad, dignidad y mucho amor a los ojos de nuestro hijo… no sé si todo el mundo puede hacerlo, cada uno sabrá, pues ese sentimiento se aloja en la conciencia y el corazón de cada cuál...
Como dijera el gran José Hernández, en la Vuelta de Martín Fierro y con plena vigencia al presente: “Es la ley como la lluvia, nunca puede ser pareja, el que la aguanta se queja, pero el asunto es sencillo, la ley es como el cuchillo, no ofiende a quien la maneja”.
Por suerte, quedan Jueces en la República que tienen clara la alta investidura que les ha confiado el sistema, como la dignidad y el valor de absolver a las personas inocentes dando pruebas que, aún, es posible rescatar la verdad y reparar en algo, el daño causado por el apuro, la imprevisión o el miedo de ser juzgados mediáticamente… otros sabrán de lo transitorio que es la gloria en el mundillo del cargo y que al final de los tiempos, siempre llega el elemento igualador de todos. Como dice el proverbio: “Por tus obras, te reconocerán”…
Un agradecimiento especial a los amigos que no se fueron, a los que han llegado y confían, a los familiares que nos apoyaron y creyeron, al abogado que supo batallar con un sistema penal deficiente y finalmente… gracias a la vida….que nos sigue dando tanto.
¿Tenés idea de la fuerza con la que golpean las palabras?
¿Sabes lo que es la Condena Social? En esta Navidad… miraremos como siempre a los ojos a nuestro hijo y celebraremos con mucha dignidad, por lo logrado.
Gabriela Cardozo Sena
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