Locales | 26 Dic QUEBRACHO (Por Aldo Boffano). Con un acto en el Club Social Uruguay, con la presencia del coordinador Departamental del Ministerio de Desarrollo Social, profesor Carlos Damico, el equipo técnico dirigido por la psicóloga social Nelly Ferreira, finalizó el programa Uruguay Trabaja, que por tercer año consecutivo se realiza en Quebracho, con financiación del Mides y administración de la organización no gubernamental Centro de Participación Popular.
Medio centenar de personas concurrió al acto, entre los que estaban casi todos los participantes del programa, familiares y talleristas que durante los seis meses se encargaron de la parte formativa. En la oportunidad, Damico, integrantes del equipo técnico y talleristas entregaron diplomas y constancias, ya sea de participación del proyecto, como de haber realizado y aprobado la Alfabetización Digital.
Luego de la proyección de diapositivas, en las que al final los participantes dan las gracias al Mides, Damico dijo: “El agradecimiento lo damos nosotros a los más de 3.000 participantes que en todo el país hicieron lo mismo que ustedes. Donde aprendieron a estar y trabajar con otros”, así como “aprender cosas que son de uno y que a veces no las conocemos, como nuestros derechos”. Destacó que “la sociedad toda aprende a ver a aquel vecino, al que algún medio” pudo reproducir conceptos “como que a los del Mides no les gusta trabajar, pero hoy vemos que ustedes han dejado en las escuelas y Liceo de Quebracho, obras que usarán los niños y también otros sectores de la población”.
Mencionó el proceso de deterioro “económico y laboral que viene de muchos años atrás, incluso antes de la crisis de 2001 y que generó un altísimo porcentaje de la población con problemas que motivó la creación de un plan de emergencia, que primero fue Trabajo por Uruguay, luego Uruguay Trabaja de ahora para seguir reconstituyendo nuestra sociedad, a una población vulnerable donde la mayoría son mujeres con hijos”. Valoró la calidad “de los equipos técnicos, que son evaluados y por eso siguen trabajando, hoy completando el tercer año” y seguramente “Quebracho tendrá el año próximo su cuarto programa”. Resaltó que “surge de este grupo la posibilidad de crear una cooperativa social, cuyo apoyo hemos puesto como prioridad uno, esperando que pronto Quebracho pueda tener la segunda”.
Por su parte, la coordinadora local Nelly Ferreira reseñó que “el programa comenzó con 15 participantes y luego se incorporaron tres más, todos sorteados entre más de 70 inscriptos. En estos seis meses, trabajaron en las escuelas 23 y 97, así como en el liceo”. En las escuelas “se construyeron varios juegos de madera para los alumnos y otro en espacio librado a la comunidad en Mevir, frente a la escuela del barrio. También se recolocaron bancos y mesas de hormigón en patio de la Escuela 23, jardinería en veredas del liceo, etcétera”.
Destacó “los distintos talleres que se les brindaron, recibiendo los participantes, asesoramiento en derechos laborales, taller sobre construcción a cargo de un constructor egresado de UTU, Alfabetización Digital, inserción laboral, técnicas de búsqueda de empleo, clases de comida saludable, talleres para que aquellos sin finalizar Primaria en los próximos días estén dando examen para completarla. Todo les ha generado conocimientos, aumento de la autoestima y capacitado para integrarse en mejores condiciones al mercado laboral”.

PARTICIPANTES AGRADECIDOS
El sentido de pertenencia de los 15 participantes quedó reflejado en expresiones coincidentes hacia el equipo técnico y talleristas. “El agradecimiento por las charlas, consejos y enseñanzas recibidas que me servirán para forjar mi futuro y ayudarán a guiar a mis hijos”, manifestó Elmirena Yejas. Brenda Samudio, por su parte, reflexionó que “comenzamos a andar suavemente, pero con pie firme y luchando, uniendo fuerzas, mano a mano, codo a codo. Avanzamos juntos hacia una misma meta y esa unión nos dio la victoria” y “cuando vengan los obstáculos, el trabajo vivido aquí nos dará fuerzas para seguir y llegar a las metas”.
Alejando Sosa entregó una tarjeta a cada uno de los integrantes del equipo técnico y talleristas, donde les expresó: “Nunca los olvidaré y tampoco esos momentos tan especiales que recuerdo siempre porque me da alegría”. Afirmó que el equipo y talleristas le resultaron como “una luz que brilla en la oscuridad en todo momento”. Mientras que Laura Dutra agradeció “de corazón esta oportunidad que nos dieron” y “el aporte de conocimientos para que en el mañana podamos utilizar lo aprendido”.