OPINIÓN

Locales | 28 Dic Tala navideña
Soy una de las personas fundadoras de la Obra Liceo Francisco. Como es de público conocimiento el mismo está construyéndose en lo que fuera el preseminario, Monseñor Nicolini.
El predio consta de un parque hermoso, con antiguos y valiosos ejemplares, que desde que estamos a cargo del mismo hemos tratado de cuidar, ya sea pidiendo que no entren más caballos a pastar, y tratando de no romperlos cuando se corta el césped, etcétera.
El mismo se cerró con alambrada y tiene un portón precario, típico de obra. Hace dos días con enorme pena, descubrimos que entraron a talar ejemplares de pinos, seguramente con el fin de usarlos como pinos navideños. Esta nota tiene como fin solamente decirles a él o a los autores de semejante sacrilegio, que un parque es el fruto de años de cuidados, que normalmente quien planta lo hace para el futuro. Existen tipos de árboles que demoran tanto en crecer que ya sabemos que los plantamos para que los disfruten los que están por nacer. Plantar un árbol es un acto de conciencia social, de amor a nuestro entorno, a nuestro planeta... cortarlo porque sí es un acto tristísimo, más cuando es en un predio privado. Cortar un árbol es quitarle el privilegio de la sombra a los chicos que allí estudiarán, es robarles el paisaje, es dar un mal ejemplo, es un acto criminal. Espero por el bien de nuestra sociedad que esto no vuelva a ocurrir, en nuestro parque y en ningún otro. Un árbol de Navidad se hace desde nuestro corazón y con una rama, un cartón, una planta, etcétera... no es necesario robar, ni talar un pino para ese fin.
Agradezco este espacio y saludo atte.
María Mónica Olivelli
socia fundadora Liceo Francisco