Pretende sí un subsidio mejorado

Locales | 03 Ene Copay sigue perdiendo unos 300.000 dólares anuales en el servicio urbano de pasajeros, pero aun así “nunca pensó” en abandonar el servicio. Por mes, las pérdidas fluctúan entre 20.000 y hasta 80.000 dólares en algún mes de verano, más allá de que en temporada estival se reducen los servicios, “debido a que no hay escuelas ni liceos”. El presidente de Copay, Álvaro del Pino, y el integrante de la directiva y de la Comisión de Tránsito, Atahualpa Chávez subrayaron: “Tenemos un costo operativo de 5,5 millones de pesos por mes en el servicio urbano, pero no por eso pensamos (nunca consideramos la posibilidad) de pasarlo a la Intendencia, por ejemplo”.
Seguir ofreciendo el servicio “es la mejor opción para todos”. Explicaron que “Copay tiene experiencia y es una empresa de transporte. Tenemos la capacidad para realizar mantenimientos adecuados que hacen que la flota tenga larga vida. Por ejemplo, hasta hace un par de años estuvo en funcionamiento una unidad de 1967. Y nuestro personal está entrenado profesionalmente para cuidar los ómnibus. Si esto pasa a la Intendencia, que tiene muchas otras tareas, no sería lo mismo y los costos aumentarían mucho”.
La mejor opción “es obtener un subsidio mejorado que nos permita reducir el déficit y al mismo tiempo mantener un servicio acorde a las necesidades de la ciudad, con una empresa que tiene décadas haciendo lo que mejor sabe”.

EL SUBSIDIO DEL BOLETO ESTUDIANTIL
Copay y el resto de las empresas urbanas de transporte del interior del país, gestionan que se les pague, como ocurre con las empresas de Montevideo, el total del subsidio para estudiantes de Ciclo Básico y Bachillerato. Actualmente, como fue denunciado meses atrás en el Congreso de Intendentes, a las empresas del Interior se les paga únicamente el 50%.
Por esa razón y porque no se ha formado aún el grupo de trabajo determinado en el Congreso (iniciativa del intendente sanducero, Bertil Bentos), las empresas se reunirán a fines de enero o en febrero en Durazno, para considerar la situación y la manera de reclamar ante el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
“Las empresas acompañamos la instalación del subsidio del boleto estudiantil, pero resulta que para las del Interior no es rentable, porque se les paga solamente la mitad. Es algo que no tiene sentido y que tiene que cambiarse de manera urgente”, dijeron los representantes de Copay.
“En la reunión de Durazno”, agregaron, “vamos a invitar a los diputados --a los que han sido reelectos y a los que ingresarán a la nueva Legislatura-- para que estén al tanto y para proponer a los del Interior que se unan, para reclamar algo que nos pertenece, que es nuestro, y que no sabemos por qué no se nos está pagando”.
Además, “hay intendencias que no abonan en tiempo y forma lo que nos llega desde el MTOP pero, felizmente para Copay, ese no es el caso de Paysandú, donde la Intendencia siempre está al día”, agregaron.
En Paysandú, creció más del 100% la demanda del boleto estudiantil secundario entre 2010 y 2014, de acuerdo con los datos que tiene la empresa Copay. En 2010, se entregaron 7826 tarjetas y en 2014 17.496. La tarjeta tiene validez mensual, por lo que debe renovarse cada 30 días. El número de estudiantes que usa el servicio actualmente se sitúa en unos 2.000.
Copay ha entregado 150 subsidios totales a minusválidos a costo propio, y colabora cada mes con una decena de pasajes a Montevideo para enfermos que, por diferentes razones, no logran que su cobertura médica les pague el traslado.
“Nunca fue intención de Copay tener ganancias con el servicio urbano, porque en el mundo este tipo de servicios tiene problemas. Pero sí queremos equilibrarlo y estamos convencidos de que si tan solo nos pagaran el 100% del subsidio del boleto estudiantil, podríamos cubrir algunas pérdidas que hoy registramos”, resumieron Del Pino y Chávez.

POR QUÉ NO HAY UNA LISTA DE FRECUENCIAS EN LAS PARADAS
Además de Álvaro del Pino y de Atahualpa Chávez, el director de Tránsito, Haroldo Canoniero, quiso expresar su punto de vista sobre las recientes declaraciones públicas de la edila del Frente Amplio, Liliana Geninazza, con respecto a que en las paradas no hay una lista de frecuencias.
Canoniero aseguró que “en esta administración hemos trabajado coordinadamente con la empresa, y se han tomado decisiones que benefician a todas las partes, en especial a la población. Si no se colocan las frecuencias, es porque son destrozadas por actos vandálicos, pero hay un sistema alternativo que se usa muy eficazmente. Creo que hay que andar más en ómnibus antes de criticar sin tener verdadero conocimiento”.
Los representantes de Copay aseguraron: “no queremos hacer política porque nos llevamos muy bien con todos los partidos, pero nos duele cuando nos maltratan. Por este tema ya habíamos sido convocados por la Comisión de Tránsito en la Junta Departamental y creíamos que las explicaciones habían sido suficientes, pero con gusto podemos explicarlos nuevamente”.
Coincidieron con Canoniero que “la colocación de carteles con las frecuencias en las paradas no es posible porque, cuando las teníamos, eran permanentemente destrozadas. Costaron muchos miles de pesos a la empresa y dejamos de colocarlas”. En cambio “con el apoyo de empresas sanduceras, imprimimos un volante por línea y el chofer lo entrega a los pasajeros. Además, están en nuestras oficinas, en la terminal de ómnibus y en la Dirección de Tránsito de Montevideo. Cada vez que hay cambios, se imprime otro volante y volvemos a repartirlo. Para el público es incluso mejor, porque anda en el bolso o el bolsillo con el volante y puede comprobar cuando quiera las frecuencias”.
“Pensamos que los ediles habían quedado satisfechos con las explicaciones que dimos, y en realidad hemos concurrido varias veces a la Junta, explicando paso a paso las acciones que hemos ido tomando para buscar soluciones al déficit crónico que la empresa afronta con el transporte urbano”, dijeron sobre el mismo tema. La plantilla de Copay es de 192 personas, de las que 80 son choferes. Dedicados exclusivamente al transporte urbano, unos diez. En total, el servicio demanda 46 choferes pero, para mejorar el servicio, los choferes en general cumplen funciones tanto en el transporte urbano como en el interdepartamental y en el internacional. En la crisis de 2002, habían quedado 38 trabajadores. “Desde 2005 logramos una recuperación constante de la empresa, traducida en más personas, nuevas unidades y más servicios. Todo esto, aun cuando tenemos que hacer frente a un déficit anual de 300.000 dólares por nuestro servicio urbano”, dijeron los directivos, quienes añadieron que “el 62% del presupuesto está dedicado a retribuciones personales”.