Locales | 11 Ene El río Uruguay enlenteció sustancialmente su avance sobre la margen costera de Paysandú, y anoche se ubicaba en los seis metros con 45 centímetros, semiestacionario, por cuanto había crecido solo cuatro centímetros desde la hora 6 hasta entrada la noche, de acuerdo a la información recogida por EL TELEGRAFO en el Centro Departamental de Emergencias.
A su vez, pese a los pocos centímetros en que ha subido de nivel, el río Uruguay obligó a otras quince personas a que se autoevacuaran, lo que hace un total de 41, de las cuales 27 menores y 22 mayores, que se alojan en domicilios particulares, por cuanto en esta crecida no se ha generado que ninguna familia esté a cargo del comité.
El presidente del Cecoed, Walter Bergara, destacó que sin dudas las aguas han subido menos de lo que se aguardaba en la jornada del sábado, lo que ha permitido que la situación tienda a estabilizarse, aunque se mantienen las previsiones de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande en el sentido de que el río podría llegar a un pico de entre 6,50 y 6,75 metros frente a Paysandú.
Expresó asimismo el jerarca que en las próximas horas se contará con el trabajo de las asistentes sociales a efectos de determinar las necesidades de las familias damnificadas, entre otros aspectos, para encarar la distribución de los alimentos donados por la Dirección Nacional de Aduanas al Cecoed para este fin, a través de los buenos oficios del administrador local de Aduanas César Martínez y el encargado del depósito aduanero Alberto Sabatella, con la correspondiente autorización de la fiscal actuante Alicia Abreu.
Asimismo están a cargo del comité cinco personas alojadas en dependencias del ex parque Cairo Cosio y otras cinco en el Estadio Cerrado, desde la anterior crecida, las que también serán visitadas por las asistentes sociales y recibirán alimentos donados por la Aduana sanducera. Aclaró Bergara que más allá del desalojo y la autoevacuación no se han presentado problemas para las familias afectadas por el desborde del río, en tanto permanecen amplios sectores de la franja ribereña inundados por las aguas y pese al peligro que entraña esta situación, se ha constatado que hay bañistas que siguen desafiando el peligro y se internan en lugares de mucho riesgo debido a obstáculos ocultos, bajo las aguas, por lo que se exhorta a la población a no concurrir a la franja costera y bañarse en el río, pese al intenso calor. Mientras tanto la represa hidroeléctrica de Salto Grande sigue evacuando entre 18.000 y 19.000 metros cúbicos por segundo, ponderando el drenaje de acuerdo al agua que proviene desde el norte, a efectos de no sobrepasar la marca crítica del embalse.