OPINIÓN

Locales | 11 Ene Algunas reflexiones
sobre el vertedero
En la última reunión de la Junta Departamental, en diciembre de 2014, ocupó largo tiempo la consideración de una moción referente al otrora bien llamado “relleno sanitario” o vertedero, ubicado sobre el Camino a Casa Blanca.
Moción presentada por el Frente Amplio, en cuyo título lo bautizaban como “el peor de todos”. Tanto la que presentó la moción como uno de sus compañeros de pupitre se extendieron largamente sobre los males que le endilgan al vertedero.
Sobre la historia del vertedero y sus críticos actuales, vale hacer algunas consideraciones.
Lo primero: esos legisladores departamentales tan versados saben que el relleno sanitario se mantiene como ha sido histórico desde su creación, bajo la competencia y responsabilidad del Director de Limpieza y Talleres. Y saben muy bien que el director de esa importante dependencia se llama Julio Tregarthen, quien no tiene absolutamente ningún lazo de parentesco con el suscrito. Por lo tanto, cuando en su iracunda oratoria y andanada de epítetos lanzados en sala, nombraron al asesor técnico de Medio Ambiente con la aviesa intención de hacerme retirar de sala, invocando el artículo 40 de la Ley 9.515, perpetraron una maniobra mal intencionada, que dejó al desnudo un odio personal inoculado en arengas disfrazadas de fundamentos.
En todos los ámbitos públicos y privados, cuando un asesor técnico vierte opinión específica, esta integra la información que llega al director correspondiente. Luego, toda la diferente información compilada se juzga por la vía jerárquica. En el caso de la IDP, políticamente por ese director, por su director general correspondiente que lo manda y en definitiva por el señor intendente.
Pero vale mostrar la “conducta” acomodaticia y dual frenteamplista. Un mes antes de eso, toda la bancada del Frente Amplio defendió que se quedara en sala uno de sus ediles, para que defendiera a cinco clientes particulares de su estudio de abogado, usando a la Junta Departamental donde presentó una moción a tal efecto. No solo se quedó en sala, sino que en ella intervino largamente y ejerció allí esa defensa de sus clientes en clara violación de la Constitución, artículo 291, la Ley Orgánica Municipal 9.515, artículo 40 y el Reglamento Interno de la Junta, artículo 85. El edil violador, dada su condición de abogado, obró a plena conciencia de lo que hacía. O sea que fue contra las normas legales con premeditación. Y luego de eso, como dijo un edil de mi partido, “cualquiera puede hacer cualquier cosa”.
Juzgue el lector si el Frente Amplio tiene credenciales para pedir que alguien se retire de sala.
Lo segundo: además es obvio que cualquiera medianamente informado sabe que la basura y su eliminación, según se haga, influye en el medio ambiente. Pero el cuidado del medio ambiente abarca una amplísima gama de problemas donde el de la basura es uno entre muchísimos. Por algo en el mundo menudean las cumbres internacionales en busca de resolver el efecto invernadero, las emanaciones de gases tóxicos, el adelgazamiento de la capa de ozono, el desplazamiento de los glaciares, la explotación de petróleo por el método del fracking (defendido por la bancada del FA) y tantos otros temas de vital importancia para la preservación de la vida en el planeta.
Lo tercero: cabe señalar que durante los cinco años de la “administración Pintos”, el relleno sanitario, ponderable obra de ingeniería civil ejecutada por el ingeniero Gerardo Pereira, en administración del Partido Nacional, fue arruinada por la ignorancia y desidia en su manejo. A tal punto que al relleno sanitario o vertedero lo convirtieron en un basurero infame, donde la elemental tarea de compactar la basura vertida no se podía cumplir por deficiencia de la maquinaria pesada, que fue quedando rota y abandonada en su puerta, semejando un “cementerio de elefantes”. Tampoco cumplían con la cobertura correspondiente. Y terminaron entregando la obra totalmente desbordada y colapsada. Tal fue el estado de desastre, que en pleno mandato del señor Pintos, el ingeniero Pereira renunció a la Intendencia haciendo público su disgusto por el pésimo manejo que se hacía de algo por lo que había trabajado con tanto esmero.
Esa fue la desastrosa gestión del Frente Amplio, al cual pertenecen los que hoy quieren criticar al Partido Nacional por la marcha del vertedero que ha costado mucho trabajo recuperar en la medida de lo posible. Pero como con su ignorancia y petulancia hicieron daños irreparables, esta administración tomó la resolución de proceder a la construcción de un nuevo relleno sanitario en otro lugar, para lo cual está trabajando. Claro que esperamos que la ciudadanía, en mayo, siga votando al Partido Nacional, porque si se diera un triunfo del FA, nos quedaríamos de nuevo sin vertedero.
Finalmente, digamos que en una próxima oportunidad nos ocuparemos de la solución tomada por el intendente de Florida, Carlos Enciso (Partido Nacional), quien instaló e inauguró una moderna planta de encapsulado de los residuos sólidos urbanos que dejó embobados a nuestros críticos que no sabían ni que existían. Adelantemos que el mayor mérito de Enciso fue no seguir creyendo en las permanentes promesas (mentiras) del presidente Mujica referente a que cada departamento tendría su apoyo para construir un relleno sanitario propio. Supo a tiempo cortarse por cuenta propia, pero eso es otra historia.
Ingeniero Ramón Appratto