OPINIÓN

Locales | 18 Ene Quebracho,
tierra de nadie
Hace tiempo que los vecinos de Quebracho comentan que están cansados de la delincuencia y con la naturalidad que está impuesta. Se puede escuchar desde abigeato, drogas, robos y destrozos de fincas estando sus moradores dentro, que van a la justicia, les toman los datos y quedan por eso, estos hechos se siguen suscitando.
Al escuchar estos comentarios me parecían que no eran ciertos, mas las narraciones se parecían a una película de hollywood. Hasta que pasado sábado 10 de enero cuando eran las 2.30 horas, los perros que tengo en mi casa comenzaron a ladrar, por lo cual mi señora y yo nos levantamos y los hicimos callar. Al entrar a la casa, los perros volvieron a atropellar con dirección a la casa del vecino, y cuando volvimos a mirar les estaban tirando algo por arriba de la cerca. Abrimos la puerta rápido, y el individuo se escabulló para adentro de su domicilio. Enseguida el animal vino hacia mí y comenzó a temblar y babearse, defecándose por todos lados. Inmediatamente di aviso a la policía la cual concurrió rápidamente a mi domicilio en Mevir III, casa Nº 11451.
Se encontraron los agentes con el cuadro que presentaba el animal, me tomaron las declaraciones pertinentes y se fueron. Al otro día fui por la Seccional Sexta a preguntar cómo había quedado el asunto, y el agente me informo que habían citado el individuo y que negó conocer lo sucedido y lo largaron. En ese momento conocí el significado de la palabra impotencia.
Por eso es que empecé a pedir ayuda para hacer justicia, ya que no se trata solo de un animal, sino que se metió con mi familia al tirarme esa sustancia para mi patio; es que en el tengo verduras plantadas y además el perro juega uno de mis hijos el cual tiene una discapacidad y no puede caminar, es el único lugar de esparcimiento que tiene.
Por eso es que tenemos que hacer algo entre todos para revertir la situación, no sea que estos delincuentes un día nos maten un hijo para ahí recién empezar a movernos. Esta narración es una pequeña parte de lo que está sucediendo en Quebracho, vamos a sacarnos los miedos y señalarlos con el dedo y confiar en la Justicia.
Espero que persigan a los delincuentes y no a mí por denunciar.
Carlos Rodríguez