Deportes | 14 Ene La cuestión es hacer fútbol a como sea. El temporal que azotó a nuestra ciudad durante gran parte de la jornada de la víspera llevó a que la selección mayor del fútbol sanducero no pudiera entrenar en el Estadio Artigas, por lo que debió trasladarse al gimnasio de Barrio Obrero a los efectos de al menos movilizar al plantel.
Pero, está claro, la idea del cuerpo técnico que lidera Antonio Cáceres no es otra que hacer fútbol, teniendo en cuenta que el sábado próximo se enfrentará a Artigas por la segunda fecha de la Copa Nacional de Selecciones, y hay una necesidad imperiosa de poder corregir los errores que derivaron en la derrota clásica en la visita a Salto.
Para la Blanca todo pasará por rescatar unidades en su visita a Artigas. Y es por eso que más que nunca hay que hacer fútbol y más fútbol, pensando en solucionar los inconvenientes sufridos en el debut, pero también ya pensando en ingresar en terreno de las definiciones.
Ayer el plantel, con alguna ausencia como la de Cairabú, trabajó bajo techo en base a un movimiento físico que incluyó velocidad con y sin pelota, y poco más. Mientras, fueron tratados por la sanidad Darío Calabuig e Ignacio Pérez, dos de los titulares en el equipo de Cáceres, al igual que Melgarejo y Chiriff, ambos sentidos. Para hoy la planificación está clara: hay que pisar una cancha para hacer fútbol. El Estadio Artigas, aunque el tiempo esté bueno, no será cedido hoy; por lo tanto habrá que evaluar la cancha del Parque Rivabén, y si el decano no autoriza el ingreso a su terreno de juego para hacer fútbol, habrá que mudarse a Los Sauces. Cáceres quiere comenzar a trabajar en el aspecto táctico, comenzar a probar el equipo aunque recién mañana será el día en el que comenzará a evaluar definitivamente cuáles serán los jugadores que integrarán el once titular, dado que hoy los sentidos no serán de la partida. Mientras, espera una respuesta en cuanto a la solicitud de media concentración para el viaje a Artigas, dado que el Consejo Directivo Central de la Liga no se reunió en la víspera, y sí lo hará esta noche.
La idea es viajar temprano en la mañana, almorzar, descansar y merendar en la frontera, para luego jugar, cenar y retornar.
Claro que todo dependerá si los dirigentes pueden solucionar un inconveniente: cinco jugadores tienen problemas laborales para viajar el sábado a la mañana.