Paysandú, Miércoles 21 de Enero de 2015
Locales | 20 Ene El programa Estrategia de Ruralidad se ejecuta mediante un convenio entre el Ministerio de Desarrollo Social y dos actores con larga trayectoria en el medio rural, como los institutos Plan Agropecuario (IPA) y Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA). El programa apunta a la inclusión social en el medio rural, para lo cual se lleva a cabo uno trabajo en el territorio para identificar familias que, teniendo necesidades insatisfechas, no están comprendidas dentro de los diferentes programas del Mides con el propósito de corregir esta situación.
En el departamento de Paysandú el programa se desarrollará entre Mides e IPA y el foco de la estrategia serán pequeñas localidades situadas en el eje de la Ruta 26, como Soto, Cerro Chato, Gallinal, Ceballos, Puntas de Buricayupí, Federación, El Eucalipto, Cuchilla del Fuego y Cañada del Pueblo.
Lourdes González, licenciada en Trabajo Social, es la coordinadora del programa, mientras que Laura Fagúndez, estudiante avanzada de Ciencias Sociales y de Trabajo Social es la asistente técnica, a la vez que el referente norte es Washington Núñez. González y Fagúndez trabajarán principalmente sobre el territorio, es decir, en contacto permanente con la población de las localidades.
“Tienen la peculiaridad que son localidades con mucha precariedad, una situación de vulnerabilidad bastante compleja, por eso fue la zona que se priorizó aquí en Paysandú. Llegamos en un combo, no solo en Estrategia de Ruralidad, sino también Uruguay Crece Contigo, como otra pata fundamental del Mides, y Canasta de Servicios, otro de los programas que estará aterrizando en esa zona, todos mancomunados en un objetivo fundamental: que a la gente del medio rural le lleguen las diferentes prestaciones y servicios que brinda el Mides a nivel urbano”, explicó González.
Si bien este es el principal objetivo, no es el único, ya que otro cometido de la estrategia es el fortalecimiento de los grupos sociales que se encuentren en cada localidad. “Tienen que ver con la participación, poder fortalecer los grupos ya existentes, ya sea de asalariados rurales, de jóvenes, comisiones barriales, de tercera edad, como estuvimos identificando ya en una recorrida. Apuntar a fortalecer la participación en las redes locales, ese es otro de nuestros propósitos”, agregó la coordinadora.
IDENTIFICAR NECESIDADES
El trabajo se desarrollará por zonas para aprovechar el tiempo de la mejor manera, aunque también la cantidad de habitantes indicará que en algunas localidades se requiera de más visitas que en otras. “Habrá territorios que requerirán más recorridas justamente por la densidad poblacional, y hay poblaciones más dispersas, como Puntas de Buricayupí o Cañada del Pueblo que de repente llegamos un poquito menos, pero que se va a trabajar quizás a nivel familiar o grupos que ya estén asociados”, indicó González. El programa se desarrolla desde octubre y en la primera etapa se buscó identificar a quienes pudieran oficiar como referentes, a la hora de aportar información. Fagúndez señaló que se trató “de ubicar a los actores locales, como para poder tener insumos, a ver cuáles son las principales observaciones que ellos tienen de su localidad, de las necesidades”.
“Esa fue la primera llegada, que fue un poco lo que hicimos en la primera recorrida. También se contactó a las instituciones que están trabajando en algunas de estas localidades. Contamos con escuelas, centros CAIF, centros MEC, juntas locales, entonces eso hace bien interesante la llegada para tener otra mirada”.
Otros actores que consideran clave son los maestros, promotores juveniles y médicos que trabajan en la zona. “Una vez que tengamos las familias identificadas, que sabemos que están en situación de vulnerabilidad y no cuentan con algunas de las prestaciones que brinda el Mides, podremos llegar a ellas y darle la información, corroborar que ameritan tener esta prestación y gestionársela. También familias con alguna persona con discapacidad, tratar de ser el nexo entre los programas del Mides para que puedan llegar con las prestaciones”, señaló la coordinadora. Inicialmente el convenio es por un año, hasta octubre próximo, aunque es posible que se extienda.
INDICADOR PARA
EL MEDIO RURAL
Otro de los objetivos marcados para el programa es trabajar en la generación de nuevos indicadores sociales específicos para el medio rural, que permitan tener mayor precisión a la hora de definir quiénes necesitan de apoyo estatal. “Si bien existen indicadores de vulnerabilidad social, que son los que maneja actualmente el Mides, en algunos casos se vio que no se aplica a las familias del medio rural que sean vulnerables, porque está muy urbanizado”, explicó González.
Fernando Burjel, referente técnico de los programas del Mides, no cree que “se llegue a la construcción de un índice específico de vulnerabilidad social en el medio rural, pero sí a la identificación de cuáles son los déficit de la actual herramienta”. Considera que las técnicas “van a encontrar casos que si se miran por los índices que hoy utilizamos a nivel urbano, no están en situación de vulnerabilidad y no accederían a ciertos beneficios. Y hay ciertas situaciones a la inversa: gente que sí figuraría dentro de una situación de vulnerabilidad pero tienen otra forma de resolver necesidades de alimentación o salud, que en ese medio funcionan y que en un barrio marginal urbano no funcionan”.
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