Rurales | 21 Ene Como parte de su actividad curricular, alumnos de 3º año de Bachillerato de la Escuela Agraria de Lorenzo Geyres realizaron una Prueba de Campo, con terneros pertenecientes al centro de estudios. Los técnicos de la Regional Litoral Norte del Instituto Plan Agropecuario (IPA), ingeniero agrónomos Danilo Bartaburu y Rómulo Cesar, colaboraron en el diseño, puesta en práctica y evaluación de los resultados alcanzados, tanto de los aspectos estrictamente técnicos como los vinculados con la finalidad educativa.
Se comprobó nuevamente, tal como lo señala la investigación nacional, que las categorías de recría en condiciones como las descriptas en este trabajo (alta carga y baja asignación de forraje) registran importantes pérdidas de peso durante el período invernal, con las graves implicancias productivas y económicas que ello acarrea. El trabajo refleja que las pérdidas de peso de 200 gramos diarios por cabeza son normales en tales condiciones.
Aparece como interesante el resultado obtenido en el período 2, en el que a partir de una suplementación por 30 días, se logra revertir la situación de pérdida de peso arrastrada desde el otoño y pasar a lograr ganancias del entorno de 330 gramos por animal y por día. Este resultado se obtuvo con una suplementación equivalente al 0,8% del peso vivo, pastoreando un campo natural con buena disponibilidad de forraje, aunque de muy baja calidad, y con 7,5 terneros por hectárea (baja asignación de forraje por animal).
La suplementación --una mezcla de grano de sorgo y suplemento proteico-- permitió que los animales expresaran una excelente performance en tales condiciones. Este efecto es muy potente desde el punto de vista de la viabilidad económica de la práctica, por lo que lo pone a cubierto de un amplio rango de valores de productos (kilos de ternero) y de suplementos (precios de insumos).
Prolongar la suplementación de los terneros, una vez llegada la primavera, aparece como una alternativa que debería analizarse detenidamente, puesto que las diferencias obtenidas entre los lotes suplementados con respecto al que no lo fue, sugieren que no necesariamente el mejor desempeño productivo esté asociado a un mejor resultado económico de la práctica.
La suplementación invernal de las categorías de recría, sobre campo natural diferido, implementado en forma correcta, no solo evita importantes pérdidas de peso en tales períodos sino también puede lograr ganancias diarias que faciliten el logro de objetivos como el entore de vaquillonas a dos años, o la invernada de machos en forma temprana.
Los técnicos del IPA destacaron que esta modalidad de realizar pruebas de campo en las escuelas agrarias de UTU, con la activa participación de docentes, estudiantes y técnicos de las instituciones como el IPA, contribuyen a la mejor gestión de conocimientos, entendida esta como la generación, circulación y acceso al conocimiento y la información por parte de actores diversos.

OBJETIVO
El objetivo del trabajo fue monitorear y evaluar el desempeño productivo de terneros y terneras desde el destete hasta mediados de primavera, en respuesta de diferentes planos nutricionales en ese período. Utilizaron 34 terneros –machos y hembras-- nacidos en la primavera de 2012 y que fueron destetados a fines de abril del año siguiente. Durante el período de evaluación, se realizaron pesadas periódicas de los animales, así como determinaciones de la oferta de forraje existente en cada etapa.
El período de monitoreo se dividió en tres etapas diferentes de acuerdo al plano nutricional al que fueron sometidos los terneros: Período 1, comprendido entre el 10 de mayo y 31 de julio, en que todos pastorearon exclusivamente sobre campo natural.
Período 2, comprendido entre el 1º de agosto y el 30 de agosto, pastoreo de todos sobre campo natural diferido y todos se suplementan con el mismo concentrado. Período 3, comprendido entre el 1º de setiembre y el 30 de octubre. A partir de ahí se conforman tres lotes, de los cuales dos fueron suplementados con diferentes tipos y cantidad de concentrados y el tercero permaneció sin suplementación. En todos los casos, la base forrajera sobre la que se realizó el trabajo fue campo natural.

RESULTADOS
Los resultados que se obtuvieron fueron: En el período 1, que tuvo una duración de 82 días, los terneros pastorearon sobre campo natural, sometidos a una carga animal promedio en el entorno de 1 UG (Unidad Ganadera) por hectárea.
El potrero en el que permanecieron los animales luego del destete tiene las características propias de los suelos de arena pertenecientes a la denominada Cuenca Sedimentaria Litoral Oeste (CSLO), es decir una disponibilidad aceptable de forraje (en el entorno de cinco centímetros al momento de entrada) y con una calidad media al inicio del período, pero con una clara tendencia a endurecerse y por ende perder calidad en la medida que avanza la estación otoñal-invernal.
Las tasas de crecimiento registradas en la región fueron, para el trimestre mayo-julio, ligeramente inferiores al promedio histórico.
El resultado productivo medido en este período arrojó que los terneros pasaron de 135,5 a 120 kilos de peso vivo, determinando una pérdida promedio de 190 gramos por día, representando ello la situación más típica de la región.

PERÍODO 2
En el período 2 --del 1º al 30 de agosto--, los 34 terneros permanecen en un solo lote, tal como lo sucedido en el anterior. El 1º de agosto se establece un cambio drástico en el plano nutricional de los animales que consiste en comenzar la suplementación con una mezcla de grano de sorgo molido seco más un suplemento proteico, hasta alcanzar un nivel del 0,8% del peso vivo. El grano de sorgo constituyó el 60% del suplemento y el 40% restante lo aportó un alimento rico en proteína.
Y comenzar a pastorear un campo natural, con forraje diferido desde el otoño, en un régimen de acceso restringido únicamente por las tardes. La disponibilidad inicial del potrero fue de 10 centímetro de pasto y la relación verde/seco estimada fue de 20/80.
Se debe tener presente que la muy alta proporción de pasto seco impide la selección por parte de los animales y por ende la calidad de la pastura ingerida limita seriamente el consumo animal. En estas condiciones, si los animales no hubieran sido suplementados, se podrían haber registrado importantes pérdidas de peso. La superficie del potrero era de 4,5 hectáreas, por lo que durante este período pastorearon 7,5 terneros por hectárea. El monitoreo realizado sobre la evolución del peso vivo de los animales mostró que en este período todo el lote ganó en promedio 330 gramos por día, pasando de 120 a 129 kilos.

PERÍODO 3
En este último tramo del ensayo, del 1º setiembre al 30 de octubre, que coincide con el fin del período invernal, el grupo de 34 terneros se dividió en tres lotes, los quie recibieron un tratamiento diferencial durante los siguientes 60 días. Lote 1: Suplementación con alimento proteico (25% P. Cruda, estimulador del crecimiento de microorganismos) a razón de 0,8% del peso vivo y pastoreo sobre campo natural con buena disponibilidad de forraje (cinco centímetros), con una carga de 1 UG/ha. Lote 2: Suplementación con grano de sorgo molido al 1% del peso vivo y pastoreo sobre campo natural con baja disponibilidad (2,5 centímetros) y con una carga de 1,2 UG/ha. Y lote 3: Sin suplementación, pastoreando exclusivamente en campo natural con una disponibilidad de 2,5 centímetros al momento de inicio del tratamiento y con una dotación de 1 UG/ha.
Todos los lotes, aun el que no fue suplementado, obtuvieron interesantes ganancias de peso, dejando en evidencia el importante aporte del campo natural en el rebrote de inicios de primavera. Este buen resultado se verificó a lo largo de todo el período en cuestión, pero producto del monitoreo quincenal del peso de los animales, se pudo observar que a medida que avanzó la primavera, con el consiguiente aumento en la cantidad y calidad del forraje disponible, las ganancias diarias fueron aumentando.