Opinion | 18 Ene A comienzos de la actual administración municipal un estudio realizado en el área de turismo arrojó resultados que a primera vista parecen sorprendentes pero que demuestran en los hechos que Paysandú puede encarar un generoso proyecto de promoción del turismo en el departamento.
En efecto, la conclusión de dichos estudios fue que las Jornadas de Buiatría generan ingresos de un monto similar a los de la Semana de la Cerveza, lo que nos lleva a concluir que el turismo de congresos es un rubro sobre el cual se debe trabajar ya que las Jornadas aludidas si bien tienen ya un enorme prestigio y trascendencia mundial, son las únicas que se realizan en Paysandú.
Recientemente el ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Francisco Beltrame, anunció en Paysandú que el área de casi 20.000 hectáreas conocida como “Rincón de Pérez” o “Montes del Queguay” y otras 20.000 hectáreas adyacentes forman parte ya del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP).
La zona ubicada en el departamento de Paysandú, en la confluencia de los ríos Queguay Grande y Queguay Chico, fue valorada por su diversidad de ambientes, destacándose su singularidad y grado de naturalidad, así como elementos de interés para la protección del ecosistema y especies prioritarias para la conservación, según establece el decreto de ingreso. Indicó el ministro que: “En el proceso de integración al SNAP del ‘Rincón de Pérez’ se viene trabajando exhaustivamente desde 2006 por la agrupación Creativos en conjunto con las ONG Ceuta (Centro Uruguayo de Tecnologías Apropiadas) y ACUO (Asociación Conservacionista Uruguaya de Ornitología) y la Intendencia Departamental de Paysandú, quienes hicieron la propuesta específica a la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) para nominar el ingreso de Montes del Queguay al SNAP.”
Es de hacer notar que ya se está llamando a licitación para la construcción de un centro de visitantes en la aludida zona.
Lo reseñado son elementos importantes, así como resulta trascendente destacar que organizaciones no gubernamentales, ministerios e Intendencia Departamental han trabajado en conjunto para un proyecto que sin duda beneficiará a Paysandú. Y es precisamente por ello que entendemos oportuna la creación de una organización público-privada que genere y ponga en práctica un proyecto que abarque todos los aspectos de la actividad turística y de recreación compatibilizados con las más avanzadas normas de preservación de todas las maravillas naturales que posee Paysandú.
No hablemos de estructuras sino de componentes que deberían integrar el grupo a saber: los ministerios de Turismo y Medio Ambiente, la Intendencia Departamental de Paysandú, operadores turísticos desde hoteleros hasta guías de caza y pesca, integrantes del sector de transporte, el comercio y, por supuesto, representantes de las empresas propietarias de los campos donde se encuentran tanto los Montes del Queguay como los predios donde deberán construirse caminos de acceso a los fenómenos naturales en que se encuentran esos mismos atractivos. Recordemos que en este momento, y con toda razón, está vedado el ingreso a la zona de la Cascada del Queguay mientras que seguramente por razones similares, tampoco se puede acceder a la Cascada del Blanquillo que es (¿era?) la más alta.
Posando la mirada sobre el mapa del departamento podemos apreciar, sin orden ni concierto, todo lo que aparece para ver, para conocer, en definitiva, para disfrutar.
Comencemos allá “arriba” precisamente en la zona que hoy nos ocupa, donde encontraremos diversos ambientes, como tierras bajas (bañados, pajonales, lagunas, cursos fluviales), una de las mayores masas de montes ribereños naturales del país, tierras altas (sierras basálticas y bosques de cerritos asociados), arbustales o chircales, bosques parque y pastizales no inundables, y se encuentran varias especies vegetales prioritarias para la conservación así como una fauna autóctona excepcional mientras que existen numerosos lugares donde prácticamente el hombre actual no ha pisado nunca.
Siguiendo el Queguay, ¡vaya si encontraremos atractivos!; riberas majestuosas, playas acogedoras con garzas y carpinchos vigilantes, zonas donde es un deleite navegar con embarcaciones de poco porte, una cascada realmente bella, y luego una desembocadura en el Uruguay, donde hay (¿existen aún?) huellas de los primeros europeos que pasaron por esta región. Y allí nomás están las islas del Queguay, una maravilla que pese a ser uruguayas casi no disfrutamos los sanduceros, aunque muchos argentinos aprovechan su potencial.
Por supuesto que no podemos omitir los tres centros termales y si hablamos de historia cómo no considerar Purificación, la Meseta de Artigas, la Defensa, la Conspiración de Casa Blanca, las batallas del Quebracho y Guayabos y tantos otros episodios.
Podríamos citar muchos otros ejemplos, recordando que nuestras playas pueden ser tan atractivas como las de Colón, para citar las más cercanas del mismo río Uruguay, pero lo que realmente importa es que se encare definitivamente un gran proyecto conjunto que implique esfuerzo, inversión y creatividad de todos para lograr que el turismo sea una industria fundamental para Paysandú.
Los pequeños proyectos aislados resultan, en el mejor de los casos, pequeños éxitos aislados. Una gran iniciativa conjunta puede ser un gran éxito para todos.