Paysandú, Miércoles 28 de Enero de 2015
Policiales | 21 Ene Momentos de extrema tensión vivió una señora cuando atendía una subagencia de quinielas activa desde hace décadas, heredada de su padre, en el vestíbulo de una antigua casa ubicada en la zona de Montevideo y 25 de Mayo, próximo a las 18.
La subagente se encontraba detrás del pequeño mostrador instalado en el vestíbulo, a una distancia prudencial de una puerta de delgadas rejas que, sin llegar al techo, lo separan del zaguán y sirve para prevenir hurtos menores. “Gracias a la reja no nos pasó nada, pero igual fue un momento muy feo” aseguró la dama, quien recordó que colocaron la puerta enrejada a instancias de conocidos y cuando observaron que “comenzó a venir gente extraña solo a pedir los resultados de la Quiniela o a pedir agua”.
“CINCO QUINIELAS”
A la hora indicada, un individuo, al parecer mayor de edad, se acercó a la reja, dijo que iba a efectuar una apuesta y solicitó cambio de $ 2.000 para pagarla. “¿Tendrá cambio de 2.000?” le preguntó el recién llegado a la vendedora de quinielas.
“Voy a jugar cinco quinielas” aseguró el desconocido, ante lo cual la vendedora accedió a facilitarle cambio. “Puede ser que tenga cambio” respondió, mientras se dirigía al living al que conduce el vestíbulo, en donde permanecía su hermano, para retornar con la suma solicitada, discriminada en billetes.
Pero al retornar al vestíbulo, observó que el joven la encañonaba con un arma. “Se arrimó a la reja, con un bolsito desde el que asomaba el caño de una arma pequeña, negra” detalló la víctima.
“LA PLATA, SEÑORA”
“Deme la plata, señora” le solicitó el malviviente. “No sabía qué hacer, porque si me daba vuelta quizás me pegaba un tiro en la espalda y, por otra parte, no me animaba a llamar a mi hermano”, recordó la víctima, describiendo los peores instantes. Solo atinó a ofrecerle 100 pesos, pero al saber que la señora tenía en su poder 2.000 pesos en cambio, el asaltante respondió “no, déme toda la plata”, e insistió en que la dama se acercara a la reja. “Venga, venga acá señora”, insistía.
“Yo hasta ese momento no había prestado atención”, indicó el hermano de la damnificada, quien, al escuchar el insistente pedido del cliente, se preguntó: “¿qué pasa acá?” y acudió de inmediato al vestíbulo, por lo que el delincuente, al apreciar que no lograría su objetivo, se retiró del lugar. Una vez alertada la Policía, al lugar acudió rápidamente personal de Radio Patrulla en los móviles “Águila I” y “Halcón II”. Tras recabar la apariencia fisonómica del malviviente, los patrulleros efectuaron varias recorridas en la zona, sin lograr en primera instancia su localización.
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