Paysandú, Viernes 30 de Enero de 2015
Rurales | 27 Ene Los episodios constantes de lluvias, las muy altas temperaturas y el exceso de pasto han conspirado contra el sector ovino, “y hacen que los planes sanitarios para mantener la majada en buen estado deban modificarse”, señaló a EL TELEGRAFO, el médico veterinario Sergio Fierro Fernández, integrante del Área de Transferencia de Tecnología del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL).
“El exceso de pasto determina que aparezcan problemas parasitarios y en algunos casos, inconvenientes podales, que llevan a la toma de medidas extraordinarias para algunos establecimientos”, precisó el profesional.
En el norte del país debería llover en promedio, de acuerdo con los datos de la Dirección Nacional de Meteorología, algo más de 1.200 milímetros anuales, y hoy prácticamente se duplicó el volumen de agua. Se llevan prácticamente dos meses, donde además de la tremenda cantidad de agua, las lluvias son continuas, generando condiciones de humedad que afectan al ovino, que precisa clima seco. En la estación meteorológica de Paysandú, entre diciembre y lo que va de enero, el agua caída llega a 360 milímetros.
Enero es un mes en donde los productores habitualmente realizan el destete de los corderos, “una categoría muy susceptible a los parásitos gastrointestinales --una de las principales limitantes de la producción ovina--, pero hoy se dispone de varias herramientas desde el punto de vista químico y del manejo para el control, agudizando la vigilancia, con conteo de hpg para ver la carga parasitaria, y de esa manera observar no solamente la pérdida de peso, sino la pérdida de animales”.
En los aspectos podales surgen diferentes problemas, entre los que destacó el pietín. El productor tiene que estar dispuesto a sentar las ovejas y revisar pata por pata, y clasificar las lesiones que se presentan, lo que genera muchos beneficios.
“Hay campos con escasos problemas --ya se venía con un control previo de la enfermedad--, mientras que en otros la casuística ha sido un poco mayor y se han implementado sistemas de baños para cortar el problema y esperar un período más seco con menos lluvias, para comenzar a controlar y erradicarlo”, dijo. Las medidas a tomar dependerán de la situación epidemiológica de la enfermedad en cada establecimiento. “Quienes han controlado la enfermedad y en donde aparece algún caso esporádico, se sacan esos casos y se utilizan pediluvios con sulfato de zinc o formol, a medida que se vayan precisando”.
En aquellos casos en donde la prevalencia de la enfermedad es muy alta y hay muchos animales afectados, “se realiza un sistema de baño que vaya controlando la enfermedad, sacando los animales más afectados e incurables, pero sabiendo que es un momento en donde la enfermedad no podrá ser erradicada, por lo que serán alternativas para bajar la prevalencia y las pérdidas productivas del pietín en la majada. Esperar que en algún momento del verano el agua afloje y comenzar a aplicar los protocolos para erradicarla”.
Explicó que como forma de cortar con esos brotes epidémicos, en algunos casos, “se están aplicando baños semanales sobre la base de sulfato de zinc al 10%, entre 10 y 15 minutos”.
Indicó que urgen las soluciones “porque se nos vienen las encarneradas y tenemos que preparar la majada, haciendo las correspondientes inspecciones a los carneros y vientres, trabajos sanitarios que se deben concretar en un momento clave del sistema productivo”.
“En la medida que se utilicen animales sanos y aptos para la encarnerada, el resultado productivo final se verá favorecido”, aclaró veterinario.
PIOJO Y SARNA
Sergio Fierro Fernández sostuvo que “tenemos establecimientos en la región que están encaminando los baños de inmersión de las majadas, debido a la aparición de piojos y sarna”.
Manifestó que las recomendaciones implican bañar todos los ovinos utilizando las concentraciones de productos adecuados, debiéndose conocer exactamente la capacidad de agua que lleva el baño para efectuar las sesiones correspondientes y tomando medidas, como el uso de antisépticos, para evitar problemas podales posteriores”.
Entiende que el baño de cierta manera es “un terapéutico provisional, porque se sabe que el producto en la lana no tiene mucha persistencia. En el mejor de los casos, deberíamos realizarlo en conjunto con los vecinos para tener mejor protección y evitar afectaciones posteriores”. Expresó que otro aspecto importante es la dosificación preservicio, que nos permita que los vientres lleguen al servicio ganando peso y no perdiendo estado por altas cargas parasitarias. Y de esa manera facilitar la preñez de la oveja y maximizar, desde el punto de vista reproductivo, la obtención de más mellizos, en los casos que se deseen”.
“La vacunación contra clostridiosis es una herramienta importante”, resaltó el técnico. Para atacar la explosión de parasitosis internas, recomienda a los productores efectuar un monitoreo para determinar la carga de lombrices en la materia, aclarando que si se aguarda observar los síntomas en el animal, que es una medida habitual en el productor --pero a la vez muy tardía--, las grandes infestaciones terminan con la muerte del animal.
“Han aparecido nuevas drogas que nos permite realizar un buen manejo parasitario, basado en el control de hpg”. Controlar las cargas parasitarias pasa por aplicar las drogas efectivas para evitar la resistencia de los parásitos. En el caso, por ejemplo, de la lombriz del cuajo, además de los fosforados, surgieron drogas con principios activos nuevos.
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