Rurales | 28 Ene Los sistemas de producción extensivos están posicionados favorablemente en varios aspectos relativos al bienestar de los animales. Sin embargo, existen amenazas reales asociadas a estas condiciones de producción, entre las que se destacan algunas prácticas de manejo tradicionales (descorne, castración, señalada en ovinos, entre otras), la alta mortandad neonatal en ovinos, así como el manejo en general (la agresividad, la violencia innecesaria y el mal uso del perro).
La ingeniera agrónoma Marcia del Campo, integrante del Programa de Carne y Lana del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), sostiene que el conocimiento científico ha evolucionado notoriamente en relación con la capacidad de experimentar emociones en los animales, especialmente en aquellos aspectos relacionados al dolor y a su percepción.
La realidad es que debido a ello y a otros factores sociales, “la sensibilidad moral de la población ha evolucionado. Es así que el buen trato a los animales en general, incluidos los de producción, es un importante factor de presión para el sector ganadero”.
Del Campo entiende que “las señales que hoy estamos recibiendo de la sociedad y principalmente de los consumidores de los países desarrollados, nos dicen claramente que algunas de las amenazas mencionadas antes pueden llegar a ser una barrera de acceso a ciertos mercados en el corto y mediano plazo. En este sentido, se consideró que algunas de estas prácticas, tales como la castración en bovinos y las condiciones en que dicha práctica se realizaba tradicionalmente en el país, debían ser evaluadas, en la búsqueda de mejores alternativas para el productor agropecuario uruguayo”.
Las reglamentaciones son variadas en los diferentes países, pero existe consenso a nivel de la comunidad científica internacional en que la castración debe realizarse lo más temprano posible en la vida del animal (algunos países exigen sea en la primera semana de vida, otros en el primer mes y otros lo permiten hasta los 3 meses de edad), con la exigencia de utilización de paliativos de dolor cuanto más tarde se realice. Información generada recientemente por INIA ha mostrado que los productores uruguayos están dejando atrás la tradicional yerra que implicaba castrar al ternero a los 7 meses.
“Esta información generada en 2013”, sostiene la profesional en el último número de la revista del Plan Agropecuario, “indica que el 86% de los productores de Basalto manifiestan que lo realizan antes de los 3 meses de edad. Sin embargo, era necesario generar información a nivel nacional, contrastando todas las combinaciones de métodos y edades, en la búsqueda de alternativas prácticas para nuestros sistemas productivos y con el menor costo posible”.
Es así que desde 2007 se han priorizado y desarrollado líneas de investigación con el objetivo de evaluar el efecto de diferentes métodos de castración y edad del animal. Se realizaron experimentos con animales de diferentes edades (1 semana, 1 mes, 7 meses de edad), diferentes razas, Hereford y Braford, y utilizando diferentes métodos de castración.

CONSIDERACIONES
En las consideraciones finales generales del trabajo de investigación, Marcia del Campo manifiesta que la respuesta de estrés es menor y menos duradera cuanto menor es el animal, con todos los métodos evaluados.
Agregó que la pinza de Burdizzo sería una herramienta válida en terneros de cualquier edad, pero se debe asegurar la practicidad del operario. La goma sería una herramienta válida para terneros pequeños y nunca se debe utilizar en terneros de mayor edad. La utilización de productos atenuantes del dolor presenta una mayor respuesta en terneros de más edad (analgésicos y antiinflamatorios). La anestesia local disminuye el dolor en las primeras horas poscastración. Sin embargo, es evidente que provoca incomodidad, principalmente en terneros pequeños. Esto sumado a la poca practicidad de su uso, el tiempo insumido, entre otros factores, pondría en tela de juicio su utilización en nuestras condiciones de producción (elevado número de animales) en terneros de hasta un mes de edad.
La anestesia local se recomienda si la castración se realiza en terneros de más de un mes de edad. La castración a cuchillo tradicional provoca dolor agudo y crónico independientemente de la edad.
Esto nos indica que, a pesar de que la respuesta de estrés es menor en los terneros recién nacidos, el sufrimiento es evidente y por tanto deberían utilizarse productos para evitarlo. Se recomienda la aplicación de mitigadores del dolor unos minutos previos a la cirugía (los analgésicos se pueden aplicar mientras los terneros esperan en el tubo).
Habiéndose comprobado que el dolor se extiende al menos hasta el mes luego de efectuada la castración, en caso de que se haga con terneros de entre 6 y 7 meses, se recomienda la aplicación de productos mitigadores durante al menos las dos primeras semanas poscastración (analgésicos y antiinflamatorios). Se deberían utilizar productos para mitigar el dolor independientemente del método a utilizar y si se desea hacer las cosas bien, se deberían utilizar más allá de la edad. Se recomienda que la castración sea realizada cuanto antes en la vida del animal, independientemente del método a utilizar.