Deportes | 02 Feb Quedan seis puntos por jugar, y la Blanca sabe que debe apostar a sumarlos como sea después de lo que fuera la derrota clásica ante Salto del sábado a la noche en el Estadio Artigas para así aspirar a la clasificación a la siguiente instancia de la Copa Nacional de Selecciones.
De estar primera antes de que comenzara la cuarta fecha del torneo, pasó a ubicarse en el tercer lugar, y tiene en claro que solo dos son los que seguirán de largo en la competencia. Por eso, luego del primer traspié como local en la Copa, está claro que habrá que salir a buscar afuera de casa lo que aquí no se pudo conseguir.
Ganar de local es fundamental. Pero no se pudo. Y el próximo fin de semana habrá que afrontar un largo viaje a Bella Unión sabiendo que no quedará otra que volver con los tres puntos en juego, porque más allá de ese tercer puesto tan solo dos puntos separan a Paysandú del líder, Salto, y uno del escolta, Artigas.
Todo es parejo, y está claro. Era esperable. Pero no lo era el traspié clásico del fin de semana porque Paysandú venía extendiendo en la cancha los buenos minutos de buen fútbol.
El equipo de Antonio Cáceres tuvo demasiados inconvenientes a la hora de pararse en el terreno. Sufrió mucho en el fondo, el equipo se desordenó y dejó espacios ante un equipo que tiene buenos jugadores y supo aprovecharlo. Pero como contrapartida llegó con claridad al arco rival, y generó varias ocasiones de gol que merecieron terminar en la red. Y lo terminó pagando demasiado caro.
Porque mientras defensivamente el equipo no anduvo, arriba tampoco pudo pensar aunque generó incluso con alguna jugada de alta factura.
Apenas comenzado el segundo tiempo Paysandú pudo haber abierto el tanteador. Pero se volvió a fallar en definición. Y Salto, poco a poco, le fue quitando la pelota al local, que comenzó a sentir el nerviosismo con el paso de los minutos. Los naranjeros pegaron primero, y aprovecharon la superioridad numérica para liquidar el partido.
Fue una noche extraña, en la que arriba se pudo haber disimulado mucho. Pero no hubo caso. Al punto que la Blanca no pudo siquiera descontar de penal sobre el final del compromiso. Ni tan buenos cuando se gana, ni tan malos cuando se pierde. El entrenador espera recomponer la defensa ante las lesiones, y trabajar intensamente pensando en lo que se viene. Porque más allá de que se está a tiro, el margen de error es cada vez menor.