UN SANDUCERO AL FRENTE Del “GENERAL LEANDRO gÓMEZ”

Locales | 31 Ene El teniente coronel Alejandro Liguori, sanducero, asumió la comandancia del Batallón “General Leandro Gómez” de Infantería Mecanizado Nº 8, en tanto el mayor Luis Olaizola se hizo cargo de la subjefatura de la misma unidad militar.
Tras dos años, el teniente coronel Miguel Baudean y el mayor Alejandro Fernández -otro sanducero- fueron relevados como jefe y segundo jefe y se les otorgó otros destinos dentro del Ejército Nacional. Se habían hecho cargo del “8” el 15 de febrero de 2013, sustituyendo a los entonces teniente coronel Arturo Astudillo y mayor Luis Abilleira.
En una cálida tarde de fines de enero se produjo el relevo y asignación de mando, ante la presencia de unas cien personas, así como parte de la tropa y la banda de música de la Brigada de Infantería Nº 3, con asiento en Salto.
Precisamente su comandante, el coronel Dardo Romero, impuso en el cargo al teniente coronel Liguori y éste hizo lo propio con el mayor Olaizola. Vestidos con el uniforme militar 3B (de paseo de verano), los oficiales realizaron el saludo militar de rigor, para luego el coronel estrechar la mano del nuevo jefe del batallón con asiento en Paysandú y los dos teniente coronel, quien dejaba el cargo y quien lo tomaba, se fundieron en un fraterno abrazo.
Entre los presentes se encontraban los diputados Miguel Otegui y Walter Verri y el electo diputado Nicolás Olivera, así como el cónsul de Argentina, César Faes, y la Cónsul Adjunta, Carola del Río.

EL DESTINO LO HIZO VOLVER
“El destino quiso que el pueblo que me vio nacer me reciba ahora como jefe. Mi papá fue capitán acá, cuando el cuartel estaba en Ituzaingó (y Setembrino Pereda). Yo vivía en la casa de enfrente. Y ahora, también vivo en la casa de enfrente”, dijo un emocionado teniente coronel Alejandro Liguori.
“Tengo la oportunidad de volver a mi tierra, y ahora con la posibilidad de dar apoyo a la población, a mi gente de Paysandú”, agregó.
Antes de ser designado jefe en Paysandú, prestó servicios en la unidad militar de San José y fue segundo jefe del Batallón de Infantería Mecanizado Nº 15, que el año pasado fue trasladado desde Montevideo a Florida. También participó en misiones de paz y realizó tareas operativas en la capital.
Indicó que “mi tarea será asegurar la continuidad y dar cumplimiento a las órdenes de la superioridad”, antes de concluir que “para mí es un orgullo estar en este puesto”.

EL CICLO DE LA VIDA
“Todo llega a su fin, es el ciclo de la vida”, comentó un emocionado teniente coronel Baudean. “Si cuando asumí dije que parecía que era ayer cuando había sido alférez en este batallón, y habían pasado más de veinte años, hoy puedo decir que parece que hace 10 minutos que me hice cargo. Y ya me tengo que ir”.
Su nuevo destino será la División de Ejército IV, en Minas. De la experiencia en Paysandú, aseguró que “fue bárbara, por la unidad que tuve el honor de comandar y por el recibimiento por parte de la población y de la sociedad sanducera, que siempre estuvo apoyando las actividades que se llevaron adelante, y nos hizo sentir parte de esta sociedad. Porque quien no es sanducero, se siente sanducero de corazón”.
El mayor Fernández, por su parte, pasará a la Oficina de Planeamiento y Presupuesto del Comando General del Ejército, en Montevideo. Abandona Paysandú, “pero la unidad, no la ciudad, porque seguiré viviendo aquí y viajaré muy seguido”.
De los dos años como segundo jefe, dijo que fueron dos años de mucho trabajo, pero también de muchas satisfacciones. Al principio, el trabajo es solo sacrificio, pero después se ven los beneficios que se vuelcan en la población, lo que resulta muy positivo en lo personal y profesional”.
“Si pudiera soñar”, comentó, “aunque depende del superior y en parte también de mí, quizás pueda volver dentro de unos años a la unidad, entonces como jefe”.