Rurales | 30 Ene Para desmitificar que la carne faenada en los predios productivos es mejor que la que se vende en las carnicerías y educar a los consumidores sobre los peligros que representa para su salud el comprar carne fuera de los comercios habilitados oficialmente, el Instituto Nacional de Carnes (INAC) puso en marcha una campaña de educación.
En la víspera arribaron a Paysandú el director de Contralor del Mercado Interno del instituto, Daniel Cazet, junto con el técnico Pablo Formoso, quienes fueron recibidos en las instalaciones de la Asociación Rural local, por integrantes de la Comisión de Seguridad Rural que funciona desde hace más de tres años en el departamento y que de acuerdo con conceptos de Cazet, “es por lejos la que mejor funciona en el país”.
Participaron de la reunión Rafael “Nino” Thevenet, presidente de la gremial anfitriona, el ingeniero agrónomo Marcelo Grattarola, técnico del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), los productores Eduardo Filliol, Alberto Ziminov y Marianela Merello y por la Brigada Especial de Prevención y Represión al Abigeato (Bepra), su responsable en Paysandú Johnny Paiva y el sargento primero Juan Rodríguez.
Formoso aclaró que “no largamos esta campaña como una respuesta al incremento de la informalidad o irregularidad en el comercio de la carne, sino que se trata de una medida más, de las que el instituto a puesto en marcha para llegar al consumidor”. Mencionó que los stickers en la carne picada tiene como fin informar al consumidor “cuál es el porcentaje de grasa que tiene que tener la carne picada para la venta. Hemos hecho cursos de capacitación para operarios de la industria cárnica, para consumidores y cocineros”, dijo.
Sobre la faena antirreglamentaria, “nos lleva a hablar del abigeato. Si pudiéramos eliminarlo, sería lo ideal. Estamos en la etapa de mitigarlo y controlar todo lo que es la faena antirreglamentaria”, apuntó Formoso.
Los folletos que se entregan al público “pretenden visualizar que cuando se consume una carne no adquirida en una carnicería, puede provenir de un animal portador de alguna enfermedad, que puede ser transmisible al hombre, enfermedades alimentarias, o incluso ese animal puede estar muerto en el momento en que es faenado”.
“La campaña publicitaria también forma parte de la política que viene desarrollando el INAC para conservar la salud de la población, en el marco de una nueva fase que apunta a la educación del consumo”, explicó Formoso.

FAENA MÓVIL
Para ayudar a los pequeños productores, el INAC trabaja en los últimos detalles para poner en marcha una planta de faena móvil (frigorífico móvil), que también ayude a quitar carne ilegal del mercado.
La planta móvil apunta a la faena de terneros de tambo y cerdos, beneficiando a pequeños productores que, por razones de costos o por problemas de oferta, no pueden mover los animales hacia un frigorífico habilitado.
Este emprendimiento contará con inspección veterinaria oficial, cuenta con cámara frigorífica y con control de aguas residuales, lo que evitará contaminación del medioambiente, pero sobre todo, garantizará la salud de los consumidores, aportándoles carnes donde se haya respetado a rajatabla la cadena de frío y se documente que es inocua para la salud de sus consumidores. La meta del INAC es tenerla funcionando este año, pero aún falta contar con algunas habilitaciones.

CONSUMO
Desde el INAC se prevé que este año cierre con un nuevo crecimiento del consumo de cerdo y pollo, al tiempo que la ingesta de carne bovina se mantendría estable en el entorno de los 60 kilos por habitante al año.
Aunque las cifras de consumo de 2014 aún no están cerradas, Gabriel Costa, técnico de la Dirección de Contralor de Mercado Interno, aseguró que el consumo de carne aviar cerrará entre 22 y 23 kilos por habitante al año y agregó que también en carne suina el crecimiento será mayor a 2013.