Deportes | 02 Feb Pese a la derrota de la Pay 18 ante el tradicional rival, Salto, el equipo sigue en la punta de la tabla de posiciones de la Serie A de la 12ª Copa Nacional de Selecciones de la Organización del Fútbol del Interior (OFI), aunque ahora comparte el liderazgo con el tradicional rival.
Por ahí se dice que es el consuelo de tontos de perder y considerar que aún se es líder de una competencia y que la derrota no sea motivo de preocupación, pero sin dudas que la caída del sábado pasado ante el rival de todas las horas se le debe tomar como un hecho netamente de desconcentración del equipo y, además, también pudo haber influido el que la Pay 18 haya salido decidida a ganar el encuentro, con laterales saliendo a campo contrario y dejando espacios para los delanteros salteños.
Si bien Paysandú sale a atacar en todos los partidos, ya sea de local como de visitante, y no espera por la propuesta del rival, principalmente en este caso la de Salto dado que la visita tenía la gran obligación de rescatar puntos por la situación en la que venía en la tabla, el local debió quizás tener mayor calma, dejar que el rival hiciera el desgaste para así manejar el balón con organización y coordinar el juego.
Esperar al rival y contraatacarlo es también querer ganar, es una opción válida como argumento para poder aprovechar el adelantamiento del adversario, que fue lo que hizo Salto dado que desde el primer minuto se fue con todo al ataque en procura de llegar al gol de forma rápida.
El objetivo de los naranjeros fue conseguido, y le podía haber quedado bien al equipo sanducero tratar de minimizar el juego de los salteños, porque de inmediato tras el gol de Salto, reaccionó Paysandú y llevó a los naranjeros contra las cuerdas, anotando el empate a los pocos minutos.
La igualdad desarticuló a la visita, que se vio apretada en su cancha y por eso tuvo que apelar a sacar la pelota del fondo sin miramientos; y el fútbol que había mostrado en esos primeros minutos ya no fue tan elaborado y coordinado, sino que se transformó en puro nerviosismo porque el rival se le venía de punta. A esos minutos en que la Pay 18 copó la cancha luego del empate le faltó hilvanar una buena acción para llegar claros y poder concretar el gol que le significaría ponerse en ganancia y quizá, por ahí, desarticular toda acción que intentara el elenco salteño por lograr revertir el tanteador. Pero también, cuando en la segunda parte el técnico Walter González adelantó líneas en la Blanca chica, y plantó una línea de tres en el fondo y tres hombres en ofensiva, le faltó a las jugadas afinar en los últimos metros como para llegar mejores perfilados al gol.