Paysandú, Martes 10 de Febrero de 2015
Rurales | 04 Feb Las Cooperativas Agrarias Federadas (CAF) y la Comisión Nacional Honoraria de Sanidad Animal (Conhasa) insisten en que la vacunación contra brucelosis debe ser obligatoria en el país. “Incluso hemos escrito una nota desde la Comisión Departamental de Sanidad Animal (Codesa) en Paysandú, pidiendo la vacunación obligatoria, porque no sabemos en dónde está ese 1% que se menciona desde el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP)”, dijo a EL TELEGRAFO el doctor Roque Almeida.
Explicó que la posición del MGAP es que “si solo el 1% del rodeo nacional está infectado, por qué debemos obligar al 99% que está sano a vacunar y gastar en vacunas”. Sostiene que es un concepto “erróneo, porque el problema es que ese 1% no sabemos en dónde está”.
También opinó que “tal vez los datos que posee el MGAP no sean exactos. Creo que el problema de brucelosis debe ser más importante que lo que dice el ministerio, porque sabemos que hay escapes de información. No se están haciendo las cosas correctamente a nivel de campo y muchas veces los laboratorios no hacen lo que se debe”.
Agrega que “si no hay un buen contralor oficial de todas las actividades de la campaña --qué hacemos los particulares, qué hacen los laboratorios, qué se hace con los movimientos de ganado en el campo--, muchas veces se mueven animales sin guía y en la calle. Si eso no se controla, el 1% no es real y debe ser bastante mayor”.
El reconocido profesional que desarrolla su actividad desde la Cooperativa Agraria Nacional (Copagran), filial Paysandú, señaló que “vacunar nos permitirá ir creando durante todos los años --si vacunamos todas las terneras a partir de los 4 meses de edad-- que en 6 años el país tenga todo el stock de hembras bovinas vacunadas y protegidas contra la brucelosis”.
“La vacunación debe ser obligatoria y no optativa”, subrayó. Autoridades del MGAP sostienen que hay muy baja prevalencia, menos del 1% en el país, pero la pregunta que se hace Almeida es “¿dónde está ese 1%?, porque no sabemos si está en Paysandú, Salto, Artigas o desparramado en diferentes departamentos”. Asegura que “ante esta situación, debe crearse una defensa, un cordón para que el problema no llegue a otros establecimientos”.
Para el médico veterinario “es obligatoria porque si un productor vacuna y otro no, y el que no lo hace tiene un suceso de brucelosis, afecta a todo su entorno y tendrá que hacer un sangrado, un doble sangrado, además de vacunar y revacunar por culpa de alguien que no tomó todas las precauciones del caso, generando gastos a terceros por no tomar las precauciones”. Para Almeida lo que se genera en el entorno “es un gran problema”. Entiende que “se aísla la seccional por una sola persona que tuvo un fracaso, a veces por descuido y otras porque simplemente aparece la enfermedad por movimiento de ganado enfermo que no fue detectado en un primer momento, en el primer sangrado, o se sangró el ganado o se movió el ganado sin guía y por ende sin el sangrado correspondiente, lo que pasa muchas veces por gente que no sabe o directamente es negligente”.
EN LA QUE MÁS SE TRABAJA
Brucelosis es una de las enfermedades “en la que más se está trabajando en el país”, aseguró el médico veterinario.
En diciembre se aprobó en la Cámara de Representantes el seguro para el control de las enfermedades prevalentes en el país en las que entra brucelosis, tuberculosis y alguna otra enfermedad reemergente. Se podrá indemnizar a los productores que pierden algún animal a causa de esas enfermedades. A su vez, se crea un fondo para saneamiento de aquellos productores que se vean afectados por dichas enfermedades.
El fondo cubrirá el trabajo profesional particular que se realiza en las vacunaciones, y el costo de indemnizar a los animales. Lo consideró un gran avance, “porque permitirá que para el productor la brucelosis no sea un problema serio, ya que esto lo ayudará a que se tomen todas las medidas necesarias en el establecimiento, minimizando las pérdidas para el productor y avanzando en la campaña”.
LEY PENAL EMPRESARIAL
Teniendo en cuenta la vacuna y la prevención, y partiendo de que es una zoonosis, “es que dentro de la Ley de responsabilidad penal empresarial, hay un capítulo que se refiere a la parte de campo, en donde algunos artículos establecen que los productores son responsables por los problemas sanitarios que pueden surgir en aquellos trabajadores que se desempeñen en los establecimientos agropecuarios, y que adquieren una enfermedad que puede ser prevenible”.
“Por eso hay que prevenirla”, enfatizó el técnico, “porque si hay problemas con un operario, ahí les cae la Ley de Responsabilidad Penal Empresarial”.
Este hecho, que no ha sido difundido entre los productores y no se ha tratado de acuerdo a la importancia que tiene el tema, “ha sido discutido en CAF y lo hemos marcado, los productores lo deben tener muy en cuenta”. Acotó que entran la brucelosis, tuberculosis, la leptospirosis, enfermedades transmisibles al hombre”.
Manifestó que “esto afecta al trabajador rural, quien está todo el día en contacto con los animales. Si hay una vaca atracada, es el primero que mete la mano ayudando a parir a la vaca y no sabe en qué condiciones está. Ahí podemos tener problemas de brucelosis. El tambero está todos los días en la fosa del tambo”, recordó.
TUBERCULOSIS
Para el doctor Roque Almeida en tuberculosis “no están bien determinados los números. Enfocamos la enfermedad principalmente a nivel de tambos con la sanidad habitual que se hace todos los años en el ganado lechero”.
“Muchas veces por desconocimiento o por no hacer todo el procedimiento en forma correcta” se cometen errores, dijo. “No se comunican los resultados de los animales positivos. Estoy seguro de que hay un subregistro de los casos de tuberculosis en los tambos en el país”.
Los tambos muy grandes que han surgido en el país, con gente que vino de otras partes del mundo, tambos de gran escala, que compraron ganado de todos lados, “hoy tienen serios problemas de tuberculosis”.
Explicó que “se crea un megatambo con animales reclutados de todas partes del país, obligándolos a producir en forma muy intensa y generando estrés en los animales, que hace que las enfermedades progresen de una manera diferente”.
Recordó que “se ha llegado hasta la faena de 700 vacas en tambos del sur del país”.
También se refirió a los establecimientos en donde se retienen a las hembras y se venden los machos. “Si ese ternero es hijo de una vaca tuberculosa y tomó calostro de su madre, es muy probable que también se infecte. Si ese ternero es llevado a otro establecimiento y comparte la guachera con otro lote de hembras, puede transmitir la enfermedad”. Precisó que se corre el riesgo de seguir difundiendo la enfermedad a diferentes predios, “llegando incluso a predios ganaderos si se entreveran esos machos de un tambo con ganado raza carne”.
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