Rurales | 07 Feb El precio de la leche actual y la incertidumbre internacional, sumados al aumento en el costo de la energía eléctrica, lleva a que “se esté limitando la rentabilidad del negocio para el productor lechero”, sostuvo a EL TELEGRAFO, el ingeniero agrónomo Roberto Ceriani, presidente de la Asociación de Productores de Leche de Parada Esperanza (Aplpe).
Después de pasar a cobrar la remisión al comienzo de cada mes, “al productor le queda poco margen y eso debe manejarse con cautela”, indicó el productor y dirigente gremial. “Hoy estamos en meses de enero y febrero que son difíciles, porque se hacen gastos para enfrentar el invierno, tanto en las reservas como en las siembras de otoño-invierno, y las remisiones están flacas”, dijo.
Para el productor la corriente eléctrica es uno de los principales insumos que influye fuertemente, por su costo y los avances tecnológicos, en lo que refiere al entorno del tambo, incluso para el riego en el caso de quienes lo tienen.
Conaprole está desarrollando un plan, a través de un grupo de trabajo, de aprovechamiento energético, “realizando estudios de cómo en cada tambo se puede ahorrar mejor la energía”.
Ceriani recordó que “se llamó a licitación a una empresa que provee productos que se denominan de energía renovable (paneles fotovoltaicos, aerocargadores o los calentadores de agua), de manera que los productores podamos acceder a esa nueva tecnología, para el ahorro de energía, pero también haciendo algún tipo de negocio, generando y vendiendo energía a UTE”.

ESTRATEGIA
El propio Ceriani aplica una estrategia de ahorro en su tambo, ubicado a pocos kilómetros de Esperanza, departamento de Paysandú. “Es la de utilizar algunas modalidades de tarifas que es la triple (triple horario), en donde hay un llano (el precio más barato de la tarifa), valle (mediano) y pico (el más caro)”. La metodología aplicada por el productor consiste en que “los momentos de uso intensivo de corriente se produzcan cuando es más barato el kiloWatt que tiene UTE”.
En su caso particular, Ceriani ordeña a las 23. “Hay una hora al medio que es un poco más cara, pero después hasta las 7 de la mañana es barato. Y el otro momento que es intermedio es hasta las 17, cuando nos agarra el ordeñe del mediodía”.
Esto es más adaptable en los establecimientos que tienen “mano de obra contratada, porque cuando el productor es el que ordeña y hace todas las cosas en el predio, se hace difícil porque tenés que estar las 24 horas despierto”.
La mano de obra contratada “es similar a lo que pasa en cualquier fábrica, en donde tienen su turno y realizan una tarea específica”, aclara.
Sobre el horario del mediodía y las altas temperaturas actuales, Ceriani dijo que “el horario de ordeñe debe ser lo más corto posible, generando buena sombra en el entorno del tambo”.

PRODUCCIÓN
Para la producción forrajera, ya sea de producción de maíz o sorgo, “ha sido un año muy bueno, complicando algo el agua para la siembra, especialmente en la primavera, cuando se registraron precipitaciones muy intensas y en poco tiempo, lo que determinó que muchas siembras que se habían hecho esos días fueran arrasadas por el agua y hubo que resembrar”, explicó Roberto Ceriani.
Las lluvias también ocasionaron problemas en la caminería interna de los tambos, al igual que en el acceso a muchas pasturas.
“Este es el momento en donde los productores, fundamentalmente quienes tienen posibilidad de hacerlo, hacen inversiones y tratan de arreglar la caminería”, apuntó, “pero ha sido complicado porque no se puede ingresar con maquinaria a causa de las lluvias”.
Entiende que dentro de lo que le ocupa a la Intendencia de Paysandú con la caminería vecinal, “habrá que buscar alguna forma novedosa de encarar el tema, porque desde la comuna no se pueden abordar tantos kilómetros y reparaciones”.
En cuanto a las altas temperaturas, consideró que este año “no ha sido tan bravo como el año pasado, cuando se registraron varias jornadas cercanas a los 40 grados, pero hace unos días se vio complicado el manejo de las vacas”. Acotó que no solamente la temperatura influye, sino también la humedad, “que afecta a la vaca lechera”.

REMISIÓN
La remisión se ha sostenido en el tiempo, pero la remisión a Conaprole “no ha sido mucho mejor que en otros años. Por problemas de acceso a las pasturas, pero también porque el exceso de lluvias provocó un lavado del nitrógeno de la tierra y las pasturas no están con la misma capacidad nutritiva que deberían tener”, dijo el profesional.
“Sin aumentar, la remisión se mantuvo”, dijo. A fines de primavera, “la madurez de las pasturas y las temperaturas, así como la fisiología del animal hacen que las lecheras bajen la producción. Aunque se pudo obtener que se prolongaran las lactancias a lo largo de la primavera y lo que va del verano”, agregó.
A nivel sanitario, manifestó que no hay inconvenientes, “salvo algún problema en las patas por la cantidad de barro, producto de las intensas lluvias, y algún problema de mastitis también por el barro y la proliferación de microorganismos, pero razonables y manejables”.
Sobre el precio de la leche dijo que se viene manteniendo. “Si bien hubo una baja, a través de un fondo de estabilización que ha generado la cooperativa en años anteriores, se viene manteniendo”.
De todas maneras, expresó que a nivel internacional “las señales no son buenas, si bien en los últimos remates se apreció una estabilización, no son buenos los mensajes”.