Opinion | 12 Feb El Ministerio de Educación y Cultura presentó esta semana la nueva plataforma online del Museo de la Palabra, cuyo objetivo es difundir y hacer accesible el acervo sonoro que conserva, como aporte a la cultura uruguaya.
Este museo se nutre de diversas fuentes informativas públicas y privadas, entre ellas radios del Sodre, con el objetivo de perpetuar las voces de personalidades relevantes en conferencias y entrevistas.
Se trata de un servicio cultural que busca la interacción con el usuario acercándole personajes populares del pasado y del presente, de diferentes áreas de la vida social uruguaya: política, música, literatura, deporte, televisión, carnaval, entre otras.
De acuerdo a datos del Ministerio de Educación y Cultura, el Museo de la Palabra tiene un acervo de que comprende 3.000 registros grabados de personalidades de la cultura nacional e internacional. Una gran parte ya está digitalizado y es posible conocerlo a través de fragmentos publicados en la web. A su vez, el sitio apuesta a ofrecer un buen servicio de respuesta a los usuarios que requieran los audios completos y asociados a través de un formulario de contacto online.
“Seguimos siendo un pueblo que escucha la radio más que otros, y nos permite acompañarnos. La radio no es el pasado sino que será un elemento central del futuro”, dijo el ministro Ricardo Erlich, quien también señaló el valor de los archivos de audio sobre creaciones literarias nacionales. “Cómo podemos privar a alguien que aún no nació de escuchar ¡Qué Lástima! o El Hombre Pálido con la voz de (Francisco Paco) Espínola”, se preguntó. Y tiene razón. En la actualidad la tecnología ha desarrollado instrumentos de muy bajo costo que permiten que las voces del pasado lleguen a las generaciones del futuro de manera interactiva, potenciando la posibilidad de conocer y cuidar nuestro patrimonio inmaterial sonoro.
Sería interesante que este tipo de iniciativas también puedan realizarse desde el plano local, con aquellas voces, autores, conferencias eventos o personajes entrevistados que tienen importancia para historia, cultura y la identidad local. De hecho, la Intendencia de Paysandú había comenzado un proyecto similar a principios de los 80, bajo la administración Belvisi, pero al parecer todo eso se ha perdido. Pero en Paysandú existen radios con archivos de grabaciones de audio, diariamente se producen y procesan grabaciones en los medios de comunicación, la Intendencia o la Universidad. Asimismo existen profesionales y estudiantes de carreras de las Ciencias de la Información (como bibliotecólogos y archivólogos) con el conocimiento técnico y la especialización necesaria para llevar adelante un emprendimiento de estas características. ¿No será hora de pensar en crear nuestro propio Museo de la Palabra, más ambicioso que aquello que se dejó perder hace tres décadas?