Paysandú, Viernes 13 de Febrero de 2015
Opinion | 13 Feb La economía de Rusia, una de las naciones emergentes que tras la caída del régimen comunista soviético y a la división de las repúblicas de la ex URSS había cobrado impulso de crecimiento, al amparo de sus exportaciones de petróleo y gas, unido a infraestructura y tecnología para potenciar sus recursos naturales, está atravesando una coyuntura difícil, a partir sobre todo del conflicto armado con su vecina Ucrania, que a la vez ha dado lugar a represalias económicas de la Unión Europea (UE), lo que todavía está en proceso.
Una de las consecuencias de estas acciones y represalias, amén de las flaquezas de esta nación emergente, ha sido la devaluación de su moneda, el rublo, que disminuye así su poder de compra en el exterior, al tener que afectar más rublos por dólar para atender sus necesidades. Esta coyuntura ha debilitado su economía, restringiendo el poder adquisitivo de los potenciales compradores, con una expectativa e incertidumbre que determina que los negocios se desarrollen con particular cautela, hasta ver hacia donde se encamina esta situación.
Uno de los países afectados por este impasse es Uruguay, que coloca materias primas en el mercado ruso, como es el caso de las carnes, y consecuentemente se está dando ya el factor de arrastre de la menor capacidad de compra y la incertidumbre por el futuro.
Según da cuenta El Observador, ya la exportación de carne vacuna a Rusia se ha dificultado por la recesión en ese mercado, donde tras las devaluaciones del rublo, algunos operadores temen que no se pueda concretar otra que estaba prevista para los próximos días.
El presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Luis Fratti, fue quien dio cuenta de este panorama en el marco de una visita que realiza a Rusia al comando de la delegación conformada por jerarcas y funcionarios privados que participan en la Prod Expo, la feria de alimentos más importante de Rusia y Europa del Este.
Dijo que en la primera jornada de negocios, en un año caracterizado por baja actividad, “la cosa estuvo más floja todavía que en otros años”, y evaluó que “acá hay muchas dudas sobre que va a seguir pasando en Rusia. No se sabe que va pasar en el conflicto con Ucrania, hubo un par de devaluaciones y no se sabe si se detuvo la caída del rublo y empieza a recuperarse o no. Algunos dicen que hay condiciones que apuntan a su recuperación y otros piensan que podría tener una fuerte caída sobre el fin de semana”, lo que genera una gran incertidumbre en los operadores, sumamente reacios a concretar negocios ante los riesgos que se presentan.
Fratti dijo que precisamente en estos negocios que se han ido concretando últimamente con Rusia, “estamos sacando menos de lo que estábamos acostumbrados”, e incluso aventuró que lo más conveniente sería apostar a vender a Rusia carnes dentro del cupo de carnes de alta gama. “No hay que pensar en Rusia más que un cliente de volumen, hay que entrar en nichos de alta calidad, con un precio importante”.
Evaluó que en el caso de la presencia en esta feria el Uruguay ha tenido una estrategia distinta a la de otros vendedores de carne como Brasil y Argentina, dado que en lugar de reducirse, ha incrementado su representación y consideró que este planteo ha sido bien acogido en Rusia, en un momento de conflicto.
De todas formas, más allá de la estrategia, estamos ante un mercado que se venía comportando en forma muy auspiciosa y que ahora, en el mejor de los casos, plantea más incertidumbre que certezas, lo que obliga a replantearse ya el perfil de las ventas posibles, según el titular del INAC.
Mientras tanto, más hacia el Este, China continúa mostrando interés por las terneras Holando criadas y nacidas en Uruguay, pero hoy el mercado se muestra muy cauteloso y con precios a la baja, por lo que las empresas exportadoras estiman que costará mucho cerrar negocios durante el primer semestre.
“El mercado se verá mucho más tranquilo en 2015 comparado con 2014, con menor volumen de ganado comercializado y con precios diferentes también”, aseguró a El País el exportador Federico Di Santi, de la firma Di Santi Romualdo.
Reflejando los problemas de precios que muestra el mercado internacional de lácteos, los importadores chinos presionan a sus abastecedores con valores a la baja y se mantienen expectantes, según confirmó el operador que llegó hace pocos días desde el gigante asiático.
La incertidumbre que vive actualmente la lechería mundial y el panorama poco alentador que están mostrando las consultoras internacionales sobre el sector, es lo que está afectando la decisión de compra de los importadores chinos, aunque mantienen algunos negocios con Australia.
En este mercado, la competencia del ganado australiano es muy fuerte; Australia tiene la ventaja de la cercanía y eso baja los costos para los importadores, que a la vez, conocen bien la calidad de los animales.
Pero si el mercado está complicado para hacer negocios desde Uruguay con ganado lechero, lo está más para ganado de carne con destino a reproducción y hasta ahora, Uruguay sólo pudo hacer un embarque de 4.200 terneras Angus.
Estos son solo dos ejemplos --Rusia y China-- de las alternativas cambiantes de los mercados internacionales para nuestros commodities y de la complejidad del intercambio comercial en escenarios cambiantes, que indican que ya no tenemos el “viento de cola” de la última década, sino que habrá que luchar por cada espacio, en un mundo donde nadie regala nada y donde los negocios deben ganarse en base a credibilidad y competitividad.
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