Rurales | 11 Feb La nueva variedad de vinos de la bodega Leonardo Falcone, Marselán, junto al espumoso (champagne) por el método ancestral (natural), fueron Medalla de Oro en el concurso realizado en octubre del año pasado en Mendonza, Argentina. Además, Abuelo Domingo 2013 fue medalla de Plata.
La bodega sanducera es la única en el país que elabora este espumoso, después existe otra bodega que lo elabora “en un pequeño pueblo del sur de Francia”, manifestó a EL TELEGRAFO Jorge Pehar, enólogo de la empresa. “La apuesta a la originalidad nos lleva a complicarnos un poco más con esta variedad, pero se obtiene algo distinto”, dijo.
El método ancestral es un espumoso natural, “en donde tanto la burbuja, como la espuma y la presión que tiene se obtienen mediante la fermentación en botella”, dijo el experto, “a diferencia del método champenoise, que es el método tradicional con el que se elabora el champagne”.
Explicó que “el champagne tiene dos fermentaciones, en la primera fermentación, que es en pileta, el vino ya termina, y después se refermenta dentro de una botella. Se le agrega la cantidad de azúcar necesaria para formar la presión que uno quiera. Para obtener el 4,5% de atmósfera, hay que agregarle 21 gramos de azúcar por litro”.
La diferencia que tiene el método ancestral, “es que en vez de ser dos fermentaciones, es una sola. Se inicia en pileta y cuando queda el azúcar residual (natural), propio del jugo de la uva, necesario para formar esa presión que vos querés, en ese momento hay que embotellar y continuar la fermentación dentro de la botella”, luego el proceso de estabilización es “muy similar al del champagne”.

MARSELÁN
Una de las particularidades de la bodega Leonardo Falcone es que cuenta con mucha variedad de tipos de uvas, “lo que nos permite fundamentalmente en lo relacionado con vinos finos poder elaborar distintos tipo de vinos con diferentes características”, señaló Jorge Pehar.
Respecto a la medalla obtenida con el Marselán --la última variedad ingresada a la bodega-- la distinción “nos importa, porque estos concursos nos sirven para ver en dónde estamos parados frente a los conceptos internacionales de calidad, y el Marselán cumple con esos requisitos”.
Respecto a lo sucedido en esta zafra, “sorprendentemente maduró muy bien a pesar de lo complicado que fue el período de maduración por causa del exceso hídrico”, explicó el experto.
Señaló que la uva “está ingresando con un 14,5 por ciento de alcohol probable, es decir, presenta un tenor de azúcar bastante importante, con un color muy homogéneo y un estado sanitario impecable”.
Esta variedad es un cruce (híbrido) entre Cabernet sauvignon y garnacha, creado por el INRA francés en 1961. Aunque no está muy extendida, se cultiva sobre todo en Francia, en Languedoc-Roussillon. Sus uvas son medianas, alargadas y de color negro violáceo. Presenta un vigor moderado y una producción mediana. Es adecuada para la formación en espaldera y se adapta bien tanto a climas secos como húmedos.
Muy robusta y resistente a los ácaros, al oidio y a la botrytis. Los vinos son perfumados y ricos en taninos; presentan aromas de cacao, frutas maduras, grosella y frambuesa.
Pehar recordó que el Marselán “comenzó a multiplicarse en 1998, luego de pasar el período de investigación, tanto a nivel de viñedos como de bodegas”.
A partir de diversas giras técnicas realizadas por uruguayos, entre los que Pehar se incluye, “probamos los vinos experimentales, y varios retornamos enloquecidos por sus características”.
“También vinieron para el país otras variedades, pero la que más me convenció fue el Marselán, que nos permite obtener vinos de mucho color, pero con una estructura más moderada y no tan agresivo como el Tannat, pero además, sumamente aromático”, aclarando que “son vinos muy atractivos para consumir jóvenes (de 1 a 2 años)”.