Opinion | 13 Feb “En el aire...” Cualquiera que haya tenido la oportunidad de sentarse detrás de un micrófono en un estudio de radio sabe de un momento mágico. Y del otro lado pasa lo mismo. El oyente también vive un momento mágico. Quien emite y quien recibe, ambos, participan de un hecho único e irrepetible, porque lo que se propala al éter en ese momento no retorna.
Esa es la clave de la radio, que hoy celebra su día mundial, decidido por la Unesco el 10 de noviembre de 2011, tomando en cuenta que el 13 de febrero de 1946 las Naciones Unidas fundaron la radio de la organización.
Este año, el mensaje del Día Mundial de la Radio está dedicado a la juventud. Los menores de 30 años suman la mitad de la población mundial. La Unesco hace un llamado para aumentar la inclusión social de esa generación a partir de un aumento de su presencia en los medios de comunicación, en el entendido que no están suficientemente representados. Esto a su vez refleja exclusión social, económica o democrática.
De acuerdo a la Unesco, los jóvenes en la radio son aún poco numerosos. Escasean también los programas dedicados a la juventud y las emisiones elaboradas por jóvenes. Este déficit explica los numerosos estereotipos sobre los jóvenes que circulan en los contenidos editoriales y en las ondas.
No obstante, agrega la Unesco, a menudo, la prensa internacional puede cubrir la actualidad en las regiones delicadas o peligrosas gracias a los jóvenes sean periodistas ciudadanos o por cuenta propia. Por esa razón, si se los puede escuchar en situaciones tan límites, bien se les puede dar más espacio en lo cotidiano, prestándoles más apoyo, dándoles la palabra. Así se podrán escuchar otras ideas, otros puntos de vista.
Mas hay un espacio de la radio que sí es dominado por los jóvenes y es la creación y difusión de contenidos radiofónicos a través de Internet. Se suman allí, que los contenidos son emitidos en su mayoría por la generación joven y al mismo tiempo son recibidos por también menores de 30 años.
Y si bien es totalmente loable que los jóvenes ingresen a la radio y demás medios de comunicación, lo más importante --en todos los órdenes de la vida, no solo en la radio-- con su sola presencia no se asegura una difusión más efectiva de contenidos que los involucren.
Se trata de generar conciencia en quienes trabajan en la radio (y demás medios) en que deben enfrentar cada grupo social con la misma empatía. Y eso va no solo para cuando se considera a los jóvenes, porque también son estigmatizados otros sectores, tales como los ancianos, los minusválidos por nombrar solo dos.
El desafío sigue siendo alcanzar a cada sector con la misma conciencia de su importancia, sabiendo que a cada visión de la realidad se le puede oponer otra. Nadie es ni malo ni bueno por ser joven. Nada es absoluto.