Deportes | 16 Feb No hubo caso. Alguno esperaba por ahí el milagro, pero no apareció. Era un partido complicado más allá de que Paysandú dependía de sí mismo para continuar en la Copa Nacional de Selecciones. Complicado porque no tenía margen de error, porque Artigas llegaba sabiendo que con un empate seguía de largo y que podía aprovechar los espacios que dejaría el local ante la desesperación que, con el paso de los minutos, seguramente aparecería en el afán de conseguir el ansiado resultado.
Y Paysandú terminó sucumbiendo por 3 a 2. La peleó, la luchó, pero no le alcanzó. Tuvo ganas, rebeldía, pero con eso no alcanza. Había que meterla adentro, evitar que pasara lo que sucedió una semana atrás en Bella Unión. Y la Blanca volvió a demostrar lo difícil que se le hace marcar en el arco rival, y lo fácil que resulta desperdiciar chances claras que luego son de lamentar.
Iban 9 minutos de juego y Paysandú había dejado por el camino la posibilidad de concretar dos claras situaciones ante un rival que, justo es decirlo, tuvo las cosas claras y futbolísticamente fue inteligente, aprovechando los espacios que dejó el equipo de Antonio Cáceres.
Paysandú intentó progresar en la cancha, con Cáceres lastimando en alguna ocasión por la izquierda. Pero era Artigas el que daba la sensación de estar más sólido más allá de que ofensivamente apostó a los tiros desde afuera del área. Y le dieron resultado porque Núñez, que había probado hacía solo instantes, reventó la pelota tras recibir corto de una pena libre para decretar la apertura del marcador.
Fue un balde de agua fría. Y si estaba complicada a esa altura, ahora había que esperar el milagro. Porque Paysandú se fue arriba, y era lógico; como lo era que dejara espacios y, mal que pese, también que los aprovechara el rival, que estuvo cerca del segundo apostando al contragolpe.
Para el complemento Paysandú intenta cambiar tanto en nombres como en las posiciones en el terreno. Medina entró para lastimar en el área, Cáceres bajó unos metros para intentar llegar con pelota dominada. Y llegó el empate tras una buena jugada que terminó de manera fortuita con la pelota en la red rival, impulsada por Andreoli.
Las cosas estaban como al principio, pero la ilusión duró poco. Es que Artigas tomó complicado de contragolpe a un Paysandú que a esa altura se paraba con tres en el fondo, y marcó el segundo.
Cáceres lo tuvo por dos veces, y nuevamente la Blanca dejó pasar la chance de ponerse a tiro. Pero mientras Paysandú perdonaba, Artigas concretaba; ahora fue Márques el que la metió cruzada, de afuera del área, contra el caño derecho del arco de Acosta, que se vio sorprendido por la acción.
La ilusión se esfumaba y los hinchas comenzaban a retirarse del Estadio Artigas. Ni siquiera reaccionaron con el descuento, de penal, de Medina. Es que la suerte estaba definida. Y, como en los últimos tiempos, Paysandú quedó afuera de la Copa.