RECIBIERON EQUIpamiento DE OFICINA PARA LA ADMINIStración

Locales | 14 Feb Las lluvias de noviembre y diciembre, más alguna complicación adicional ajena a la comisión, provocó retrasos en las obras que se llevan a cabo para transformar la casa Monseñor Nicolini de la iglesia católica en la sede del Liceo Francisco. Esto obligó a apelar a un “plan B” para poder comenzar a tiempo, indicó a EL TELEGRAFO Mónica Olivelli, integrante de la comisión de administración de la Fundación Liceo Francisco.
“Conseguimos terminar dos salones en el futuro comedor, que lo pensábamos hacer en una segunda etapa, pero lo hicimos ahora. Nos quedó un salón precioso, con cielorraso de PVC, bien hecho. El salón multiuso lo dividimos y logramos otro salón, que son los dos salones que necesitamos. Baños para esta primera etapa tenemos de sobra, porque la verdad que la casa estaba llena de baños, entonces pudimos acomodar todo bien. A la administración la trasladamos --por dos meses-- a las habitaciones que están en el fondo, las 8 habitaciones que tenemos, que eran los dormitorios de los seminaristas, son habitaciones amplias, ventiladas y tienen buena visibilidad”, explicó Olivelli.
La idea es aislar la obra de los dos salones definitivos y trasladar toda la actividad al sector norte, incluyendo el patio, en el sector del predio, que está parquizado.
Simultáneamente se ha seguido trabajando en el equipamiento que requiere una institución de las características del Liceo Francisco. “Recibimos una donación que vino del World Trade Center Montevideo, equipamiento de oficina, la verdad que divino, todo mobiliario para administración: escritorios, ficheros, una oficina entera que se desmanteló; porque ellos alquilan, es una empresa que es dueña de oficinas en el WTC, las alquilan amuebladas, parece que esta vez alquilaron una y los que alquilaron no querían los muebles, entonces los donan. Aparecimos nosotros como candidatos y acá llegaron, felices con eso porque nos ahorró un montón de plata en la compra de muebles”, señaló.
También recibieron la donación de una cámara frigorífica, “estamos esperando que vengan los técnicos de la empresa para ponerla a punto, pero ya hicimos el lugar en la cocina, eso la verdad que es una ventaja increíble, porque empezamos a trabajar con el banco de alimentos también, que nos envía mercaderías, más las donaciones... Mucha gente se ha comprometido, entonces por ahí alguien te dona carne, que no la precisás en el momento, pero tenés una cámara”, destacó Olivelli.
En las últimas horas, además, suscribieron en Montevideo un acuerdo por el cual el banco BBVA hizo una donación de 25 becas estudiantiles.
Olivelli explicó que “en realidad los chicos salen mucho más que una beca, para sustentar un chico necesitamos cuatro becas, pero es como una unidad monetaria dentro de la institución. Nosotros lo aprendimos después cuando sacamos nuestros propios costos, por ejemplo se calcula que ‘un taller de música cuesta tantas becas’, se manejan con esa unidad dentro del liceo”.
Si bien en algún momento hubo preocupación porque los plazos se acortaban, hoy entre los impulsores de la iniciativa reina el optimismo. “El 2 de marzo --si dios quiere-- tranquilamente empezamos las clases. Logramos hacer un plan para aislar la obra, que quedará totalmente vallada, y la casa en sí quedó totalmente independiente de la construcción. Los chicos no van a tener entrada para la obra, porque ahí va un cerco”, expresó.
El lunes 2, a las 8, será la apertura del centro, pero todavía no habrá celebración, ya que se pretende hacer un acto más formal cuando las obras estén concluidas, “pensamos nosotros que para fin de abril, y ya con los chicos más adaptados o encariñados al entorno haremos algo lindo”, aseguró Olivelli.