Deportes | 19 Feb No quedaron dudas que la pronta eliminación de la 12ª Copa Nacional de Selecciones de la Organización del Fútbol del Interior (OFI) por parte del combinado formativo Sub 18 de Paysandú, fue un golpe muy duro a los intereses de quienes apostaron a que se podía llegar muy lejos con esta selección que dirigió Walter González.
En lo previo, y de acuerdo a cómo fue el debut, ganando de visitante nada más ni nada menos que a su rival de todas las horas en el clásico más añejo del Litoral, es decir la escuadra de Salto por 1 a 0 con un golazo de Juan Silvera, se ambientó la gran esperanza de pasar de fase luego de disputada la Serie A, cuando una semana después del quedarse con el clásico, lograra empatar de visitante ante Artigas, este vez sin goles.
También ante los artiguenses el elenco de González fue superior futbolísticamente y contando con mayores chances de gol que el dueño de casa, pero que no los supo concretar.
Después le ganó de local con ciertas dificultades a Bella Unión, pero el equipo sanducero volvió a demostrar una falta de contundencia preocupante y por eso fue que el triunfo costó más de lo previsto.
A la semana siguiente vino Salto, muy necesitado de puntos para seguir pensando que podía continuar en competencia en el Nacional.
Sorpresivamente el equipo salteño se tomó la revancha del 0 a 1 de local y venció de visitante a los sanduceros por 2 a 1, en encuentro que nuevamente, luego de pasar algunos inconvenientes previos por el empuje que puso en la cancha el elenco naranjero, luego del primer gol del visitante Paysandú se adueñó del partido y las opciones de gol, pero volvió a fracasar en el momento de meter el balón en el arco contrario y luego lo pagó caro con errores, que no solo fueron defensivos sino generales del equipo, como la falta de orden y organización.
Algo similar le pasó en el encuentro jugado en Bella Unión, en el cual fue derrotado por el elenco interior departamental de Artigas por 2 a 0, pese a que bien pudo haber logrado otro resultado, como así también de local ante Artigas, frente al que bastaba con un empate para dar el salto a la segunda fase de la competencia.
Pero goles errados fueron goles en contra, más allá de un tremendo penal que no se le sancionó a favor de la Pay 18 cuando fue derribado dentro del área artiguense el arquero sanducero Nicolás Giles.
Sin dudas que la falta de contundencia se vio reflejada en la parte defensiva, ya que si el equipo hubiese tenido definición en las jugadas con opciones de gol, seguramente que los errores defensivos no se hubiesen notado tanto.
Y, además, si se hubiese logrado concretar el cincuenta por ciento de las chances de gol con las que se contaron a lo largo de la primera fase, es probable que la Blanca chica siguiera en la competencia del Nacional de la OFI.
Debemos decir que, cuando el equipo tenía algunas deficiencias en sus líneas, el técnico González le buscó soluciones pero éstas tampoco dieron resultados; y con relación a la falta de definición, también se trabajó muy duro en este aspecto, pero no se pudo enderezar los pies de los delanteros sanduceros. Se podrá discutir que por ahí nunca hubo un equipo estable y que se pagó caro a esta situación con los constantes cambios en la oncena titular. Pero claro, con las cartas dadas vueltas; porque no se puede asegurar que habiendo mantenido un equipo se lograba el objetivo, pero en el acierto y en el error se trató de encontrarle la vuelta a la situación. Daniel Bazet Fernández