Opinion | 22 Feb Con lógico orgullo localista, el diario “Cambio” de Salto publica una nota que, sin mencionar a Paysandú, hiere los sentimientos de los sanduceros con la dolorosa daga de la verdad.
Textualmente dicha información expresa: “El País de Madrid - Salto es una de las cosas que enamora de Uruguay”. “El País de Madrid destacó las cualidades de Uruguay como destino turístico. ‘Tiene playas para vivir como un millonario y estancias para hacerlo como un gaucho’, valoró. También enamoran las termas salteñas y los museos de la ciudad”.
“Diez flechazos uruguayos” fue el título de un artículo redactado por la editorial Lonely Planet en el blog de viajes de El País de Madrid.
En el texto, el sitio madrileño describe cómo Uruguay “se ha revelado como una joya para los que buscan experiencias diferentes” y destaca “la cosmopolita Montevideo hasta la fiestera Punta del Este, o la pintoresca e histórica Colonia”.
Así se describen los 10 aspectos que “flechan al turista” para venir a descansar a este rincón del Río de la Plata:
1-“Mágico carnaval de Montevideo”. Durante todo el mes de febrero, Montevideo hace la competencia a Rio de Janeiro, reza el sitio español, “desmelenándose en un Carnaval” que llena sus calles de música y baile. 2-“Punta de Diablo”. El lugar es perfecto para practicar surf, montar a caballo por la playa principal, hacer una excursión a pie de una hora hasta el Parque Nacional Santa Teresa o admirar la puesta del sol frente a una hoguera improvisada mientras los lugareños amenizan la velada con sesiones de percusión, escribe Lonely Planet. 3-Las termas cercanas a Salto. La ciudad es “un lugar tranquilo, donde nunca pasa nada, con algunos edificios del siglo XIX y un agradable paseo junto al río. Además de las termas hay otros atractivos, como el Museo de Bellas Artes y Artes Decorativas”, alojado en una “antigua mansión con vidrieras de colores y jardín”, y el Museo del Hombre y la Tecnología. Pero lo más interesante es la Represa Salto Grande. 4-Reservas naturales en el Interior: Las infraestructuras turísticas son rudimentarias, pero a muchos viajeros les gusta precisamente eso y se ven recompensados al llegar hasta estos parajes poco visitados. 5-El encanto de Colonia del Sacramento: Es la “joya colonial del país”, con una muralla del siglo XVIII, plazas sombreadas y calles adoquinadas de aire pintoresco. 6-Vistas de Cabo Polonio. Se llega por la Ruta 10, al noroeste de La Paloma, donde encontraremos el desvío hacia esta pequeña aldea de pescadores enclavada entre montículos de arena y coronada por un faro solitario. 7-Una pastilla de carne: En Fray Bentos, un paso fronterizo hacia Argentina, al sur del río Uruguay, hay una procesadora de carne que ha sido declarada recientemente patrimonio mundial de la Unesco.
La Liebig Extract of Meat Company abrió en 1865 y en poco tiempo se convirtió en el complejo industrial más importante del país. En la década de 1920, la compañía británica Anglo se hizo cargo de la factoría, que al estallar la II Guerra Mundial contaba con unos 4.000 trabajadores que sacrificaban la friolera de 2.000 reses diarias. 8-Playa y discotecas en Punta del Este: No todo es naturaleza y placidez en Uruguay.
Para compensar tenemos Punta del Este, el lugar más internacional y glamoroso del país, lleno de argentinos y brasileños, de celebrities de todo el mundo y de uruguayos de la alta sociedad. Aquí se puede tomar el sol, practicar surf, ir al gimnasio, bañarse en la playa y, al caer la noche, bailar sin parar en una de sus famosas discotecas. 9-El decadente encanto de Piriápolis: Piriápolis recuerda ligeramente a un pueblo costero mediterráneo y tiene un encanto muy particular, gracias a un majestuoso hotel y a su paseo marítimo. 10-Disfrutar de una estancia gaucha. Las estancias, enormes haciendas en el interior de Uruguay, son un ícono cultural nacional y se han convertido en una de las grandes propuestas turísticas para disfrutar del auténtico espíritu del país. Muchas ofrecen alojamiento y otras solo actividades, sobre todo paseos en caballo. Además de San Pedro de Timote, la editorial de las famosas guías de viajes destaca las estancias La Sirena, cerca de Mercedes, Guardia del Monte, en la costa, o Yvytu Itaty, cerca de Tacuarembó.
Es evidente que quienes redactaron el informe para el prestigioso periódico español –actualmente el de mayor tiraje de habla hispana-- recorrieron nuestro país y es también evidente que no encontraron en Paysandú nada digno de mención.
Se dice que es odioso entrar en comparaciones (sobre todo cuando se pierde, agregamos). Pero veamos: ¿Podemos comparar nuestras desvencijadas termas con Daymán y Arapey? ¿Podemos comparar el Museo de Bellas Artes y Artes Decorativas, alojado en una “antigua mansión con vidrieras de colores y jardín”, y el Museo del Hombre y la Tecnología con los malhadados museos sanduceros?
En definitiva, por enésima vez reclamamos que haya un quiebre profundo, una decisión drástica, sobre si realmente queremos impulsar una corriente turística importante.
Ni por asomo alcanzan para eso la Semana de la Cerveza, el Encuentro con el Patriarca y las Jornadas de Buiatría. También, es cierto ha habido aportes del Ministerio de Turismo y, también una de estas iniciativas nos da la oportunidad de que trabajemos en conjunto.
Decimos esto en base a la información que publicáramos hace algunos días: “El Plan Náutico del Ministerio de Turismo y Deportes es una de las herramientas que la Secretaría de Estado está desarrollando en la zona litoral como propuesta complementaria a la oferta del destino termas. 
(…) “Si bien todavía no han salido los llamados públicos, se van a licitar algunas embarcaciones en el corredor del litoral. Eso incluye también al departamento de Paysandú, y también se está trabajando con la Administración Nacional de Puertos, explorando la posibilidad de mejorar las instalaciones náuticas de lo que es el muelle en la Meseta de Artigas y en la ciudad de Salto, en el puerto de Salto, para generar una suerte de circuito náutico entre ambos puntos, donde ya hay emprendedores interesados en prestar el servicio de paseos náuticos, pero falta un poco el empujón de mejorar las instalaciones en ambos puntos y es un poco lo que estamos viendo con ANP”.
Tomemos estos planteos como base para encarar, de una vez por todas una nueva etapa de acciones que se despegue de los modestos objetivos sanduceros actuales.
Seguramente sea conveniente integrar una asociación público privada, reuniendo la Intendencia Departamental y inversores y actores privados para en un solo organismo conducir las aspiraciones sanduceras de convertir el turismo de la zona en una actividad verdaderamente redituable.
Es de no creer que con los ejemplos tan cercanos como los que tenemos en Colón, Salto y Concepción del Uruguay (como lo hemos visto en una reciente nota de nuestra revista QUINTO DÍA) no hayamos logrado tan siquiera aproximarnos en cifras a la corriente turística que reciben estas ciudades vecinas.