Locales | 27 Feb La Federación de Funcionarios de OSE (Ffose) no se ha manifestado públicamente, pero mantiene “en principio, una posición contraria” a la fractura hidráulica o fracking para la extracción de hidrocarburos en Uruguay, técnica denunciada en varios países por comprometer seriamente las aguas subterráneas. El secretario general del gremio, Carlos Sosa, dijo a EL TELEGRAFO que los trabajadores participaron en la Comisión Nacional en Defensa del Agua y la Vida, que impulsó hace diez años la reforma constitucional y tras un referéndum, se reconoció al agua como un derecho humano básico, así como la imposibilidad de la privatización de sus recursos hídricos y servicios, logrando el apoyo del 64,58% de los votos.
Sosa puntualizó que sostiene aquella postura inicial, donde se agregaron incisos a los artículos 47 y 188 de la Constitución vigente. “A partir de allí, se continuó trabajando en los Consejos de cuenca, el Consejo Nacional --que no se ha reunido y que el gobierno anterior aspiraba a su conformación-- además de los comités regionales que operan a través de la Dirección Nacional de Aguas”, precisó.
El dirigente explicó que el sindicato ha “discutido en la Mesa Nacional Permanente (MNP), e incluso organizó unas siete u ocho marchas contra la megaminería a cielo abierto, pero a nivel de la Comisión en Defensa del Agua no hemos --en principio y por la urgencia que han tenido otros temas-- debatido sobre el fracking”.
No obstante, aclaró que “sabemos muy bien qué es el fracking y tenemos una posición tomada respecto a la fractura hidráulica que contamina los cursos de agua subterráneos. Para nosotros, todo lo que vulnere el principio constitucional de que el agua debe preservarse hacia las generaciones futuras --y este sistema contiene un proceso contaminador-- tendrá implícita una posición contraria del sindicato y la Comisión”.
Según Sosa, Ffose ha “tomado contactos con los integrantes de Paysandú Libre de Fracking, a través de la MNP y la Comisión del Agua, con quienes queremos organizar una especie de charla-taller para informar y generar opinión”, al tiempo que recordó un encuentro efectuado con representantes de Ancap, vinculado a la búsqueda de petróleo.
“El aspecto que nos interesó apuntó a la utilización de la fractura hidráulica para la extracción de petróleo, a pesar de la negativa de las autoridades que, de todos modos, tampoco se aseguraba que fuera lo contrario. Por esa razón, son asuntos a discutir, ya que vulneran un principio de la reforma constitucional de mantener el agua como prioridad para consumo humano, en tanto es altamente contaminante por la tecnología que se utiliza por más barata que sea”, reafirmó.
El dirigente de Ffose consignó que aunque las reuniones enmarcadas en la Comisión Nacional “están centralizadas” en Montevideo, “quedaron pendientes una serie de talleres a efectuarse este año” e informó que la Comisión Nacional Permanente se reunirá el sábado 28 para organizar una futura asamblea en Colonia.

“SEGUIMIENTO EN
CUENTAGOTAS”
Consultado acerca de los temas en agenda para el gremio de los funcionarios del ente, precisó que “la gran preocupación está centralizada en el uso de agrotóxicos, la sojización del país que contamina los cursos de ríos y arroyos y la forestación. Puntualmente estos últimos inciden de manera desfavorable”.
Explicó el trabajo efectuado sobre la cuenca del río Santa Lucía, “que hoy está bastante contaminada y las diez medidas adoptadas que no alcanzan. En última instancia, el seguimiento de ese plan se hizo en cuentagotas, por eso es muy difícil de valorizar los resultados de las decisiones que se han tomado”. Este curso de agua adquirió especial relevancia durante 2013, cuando la población denunció olor a Gamexane y tras generar una alarma ciudadana, las autoridades comenzaron a adoptar medidas.
Sosa añadió que “incluso es altamente preocupante la formalización de proyectos como la megaminería a cielo abierto, con Aratirí y una iniciativa que surgió en el departamento de Canelones, a través de un emprendimiento minero que antes pertenecía a AFE y que ahora es una explotación de granito. Los pobladores se han movilizado con el apoyo del sindicato”. Por otro lado, Ffose mantiene su “posición contraria al monocultivo de soja y forestal. Si bien esto sigue adelante, denunciamos que no se han hecho los controles necesarios por los productos que se utilizan y por otro lado, continúa la siembra a dos metros de la cuenca de un río. En realidad, la normativa existente no permite que eso se aplique”. Sosa señaló que “el uso de los suelos también genera preocupación, en tanto la soja va minando su fertilidad. Creemos que con la soja hay un ingreso de capitales, pero cuestionamos para quiénes van, porque en última instancia esa ganancia tampoco se redistribuye en forma totalmente equitativa. Además, detrás de esto se encuentran otras organizaciones plurisiembra, que son las que se llevan el dinero”.

CONTRA LA MEGAMINERÍA
La Federación de Funcionarios de OSE rechaza la instalación del proyecto de megaminería a cielo abierto, sin embargo, “no pudimos fundamentarlo correctamente en el pasado congreso del Pit-Cnt porque hay posiciones desencontradas, algunas de las cuales se manifiestan afín con la ley votada en el Parlamento”, resaltó Sosa.
De todos modos, “contamos con autonomía y sostenemos una posición de trabajo social. No en balde, cuando finalizaron los plazos se debió solicitar una prórroga y no se ha concretado aún este proyecto.
En gran parte, es producto de las movilizaciones multitudinarias y estratégicas en cada uno de sus momentos, uno de los cuales se planteó antes de las elecciones nacionales”, agregó.
Según Sosa, “el nivel de organización de nuestro pueblo puede frenar las iniciativas de carácter parlamentario que se han planteado porque no cuentan con la aprobación de la mayoría ciudadana y se aprueban a escondidas, después de las votaciones y acuerdos. Incluso se generan contradicciones a nivel legislativo, donde se constata que levantan la mano por un lado y por otro, se manifiestan en contra”.
El dirigente concluyó que algunas iniciativas aprobadas “no se encuentran determinadas por el gobierno, sino que vienen desde fuera bajo los planteos del mercado internacional que influyen en las decisiones internas”.