Opinion | 21 Feb Esta vez sin mediar el susurro al oído de ningún “pajarico”, el gobierno de Nicolás Maduro ha dado un paso más en su escalada autoritarista, de la que hace blanco a los dirigentes de la oposición, y en medio de un impresionante despliegue policial dispuso en las últimas horas la detención del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, ante el silencio cómplice de varios países con gobiernos “progresistas” de la región, incluido el de Uruguay.
Antonio Ledezma, de 59 años y alcalde de Caracas desde 2013, fue detenido el jueves por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), y fue acusado directamente por el gobierno cívico-militar, sin participación de ningún juez, de ser parte de un complot para derrocarlo.
En el Mercosur se mira para otro lado, pese a que incorporara en el tratado una cláusula democrática que solo se aplica a gusto y paladar de los presidentes que integran el “club de amigos”, como se hizo en su momento con Paraguay, precisamente para hacer entrar por la ventana a Venezuela.
Lamentablemente, no es la primera vez --esperemos que sea la última, aunque no somos optimistas-- que se mira primero el color de la camiseta del gobierno de que se trate antes de emitir una pronunciamiento respecto a la situación de las garantías democráticas en cualquier país, por lo que se generan justificadas dudas sobre las convicciones democráticas de los gobiernos “amigos”, en los que se detiene a dirigentes de la oposición porque piensan diferente.
En las últimas horas se han sumado críticas precisamente de dirigentes de la oposición en nuestro país, como es el caso de los nacionalistas Luis Lacalle Pou y Jorge Larrañaga, y este último entre otros aspectos señaló en su cuenta de twitter: “Vergüenza en Venezuela. Los delincuentes son los que piensan diferente. Gobierno Uruguayo en silencio!!” Larrañaga continuó muy crítico en mensajes posteriores y expresó: “Las libertades afectadas, no lo son tanto, cuando se trata de gobiernos amigos”.
El expresidente colorado Jorge Batlle también dio su opinión sobre los hechos acaecidos en Venezuela en su cuenta de Facebook. Dijo que “el Partido Colorado debe reclamar en el Parlamento la censura al presidente Maduro y su gobierno”.
Precisamente desde hace tiempo Maduro, tratando de distraer la atención sobre la grave crisis económica en Venezuela, generada por políticas voluntaristas de su gobierno y el anterior, pretende responsabilizar a Estados Unidos y otros gobiernos, así como a la oposición, de tratar de desestabilizar a su gobierno, cuando es notorio que los serios problemas que vive su país son de naturaleza interna. Mientras tanto, la maquinaria pseudo democrática de destrucción sigue aniquilando la oposición, para silenciar las voces que puedan dejar en evidencia la mentira revolucionaria.