PRESIDENTE DEL SINDICATO

Locales | 25 Feb La asamblea general de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea resolvió aguardar por las gestiones que efectuará el gobierno con los representantes del Grupo Gloria, propietario de la empresa Ecolat, que manifestó su disposición a dialogar, en tanto mantiene su postura irreversible de un “cierre ordenado” y posterior retiro de Uruguay.
El presidente de la Unión Intersindical de Trabajadores de Ecolat (Uitec), Javier Fandiño, resaltó el encuentro efectuado en el local sindical de Conaprole, “ante la presencia de más 1.500 delegados detrás de un conflicto que es histórico en la industria más grande del departamento de Colonia, que involucra a 420 personas que estaban trabajando a un ritmo normal con unos 600.000 litros por día”. El dirigente consignó que “la localidad de Nueva Helvecia no alcanza a 11.000 habitantes y esto repercute directa e indirectamente en aproximadamente un tercio de la población”.
Al finalizar la asamblea, ratificaron “en primera instancia la última propuesta del ministerio para reactivar la empresa con 130 trabajadores, luego de 110 despidos y 92 operarios que aceptaron el retiro incentivado”, además de aceptar “envíos al seguro de paro por un plazo extendido que se encuentra muy avanzado en las negociaciones”. En la resolución, los delegados votaron “dos horas de aporte por operario para volcar a los despedidos como apoyo económico durante 6 meses”.
Por otro lado, Fandiño recordó que “actualmente en la planta hay 148.000 litros de leche ultra entera y ultra descremada con fecha próxima de vencimiento entre 9 y 11 de marzo y si la empresa no manifiesta su intención de reapertura –si bien no se votó en esta instancia-- se maneja la posibilidad de una ocupación porque no queremos ser rehenes de esta situación y que el producto quede en mal estado”.
El dirigente resaltó que si las gestiones no son positivas realizarán un paro de 24 horas durante la primera quincena de marzo, en tanto mantienen su postura de pedir a los funcionarios que no firmen los despidos que la empresa envió utilizando telegramas, aunque algunos ya lo hicieron. “Mantenemos la expectativa de que la empresa demuestre su intención de continuar, pero lamentablemente creemos que se hará muy difícil trabajar con esta gente. Y de corazón nos gustaría que se fueran, pero hacemos lo posible para que no se cierre la fábrica, porque es un golpe muy fuerte para la zona”, subrayó. No obstante, hizo referencia a la necesidad de establecer un control con el gobierno “para no incurrir en otros desmanes como los despidos, si bien la confianza está rota de ambos lados”, aunque los trabajadores continuaban negociando en el ministerio “los seguros de paro como una salida al conflicto, además del compromiso de no perder más productores. Cuando firmamos el acuerdo en noviembre teníamos 130.000 litros para procesar y al comenzar la nueva etapa en enero, contábamos con 55.000 litros por día”, aclaró.
Según Fandiño denunciaron tal actitud ante el ministerio que resultaron confirmadas en el Instituto Nacional de la Leche (Inale). “Nos involucramos en los números ante el argumento de la empresa de una caída en la rentabilidad; sin embargo en el Inale se operaba una rentabilidad positiva”.
“En el camino comprobamos que falseaban los valores de venta de exportación y aducían que vendían la tonelada a U$S 4.700, cuando en el Inale figuraban U$S 5.100. Con esa diferencia de U$S 400 por tonelada, los números pasaban de negativos a positivos”, informó Fandiño.
Por su parte, la empresa Ecolat se reunirá en las próximas horas con el gobierno pero solicita que se respete su “irreversible” decisión de retirarse de Uruguay. Fuentes de la segunda empresa láctea de Uruguay, que controlaba el 7% del mercado, señalaron que “el objetivo del encuentro sería lograr el cierre ordenado y en cumplimiento con todas las exigencias de la ley, tal como ha manifestado la empresa”.
Fandiño aseguró el compromiso sindical de “comprometer a todo el poder político, en espera de una respuesta positiva” a las negociaciones que llevará adelante el gobierno en el día de hoy, al tiempo que resaltó el “buen trabajo” en conjunto con el Inale. Incluso han analizado “la posibilidad de la autogestión y que este organismo nos ayude para salir a buscar productores”.
En tanto, los trabajadores han conformado una Mesa Láctea “con los ministerios de Trabajo, Industria, Ganadería, Economía, Inale, la Asociación de Productores de Leche, la Cámara de la Industria Láctea (CILU), el Pit Cnt y la Federación. En este caso, la CILU ha manifestado su voluntad de aportar a la autogestión bajo una especie de alquiler o producción para otras empresas, como se ha hecho en otras oportunidades. Creemos viable la autogestión, pero tendremos que evitar la corrida de productores y técnicos”.
Fandiño concluyó que, de hecho, “cuando recibimos los telegramas de despidos el 26 de enero, la empresa se retiró y nosotros trabajamos hasta el miércoles siguiente bajo el régimen de autogestión, porque esta gente desapareció, argumentando una ocupación que no fue tal”.