ESCRIBE EL DR. RODOLFO CANABAL

Locales | 02 Mar Se acaba de realizar el acto en el cual quien, elegido por el libre voto de la ciudadanía para ejercer la Presidencia de la República durante el período constitucional iniciado el 1º de marzo, asumió dicho cargo. También asumieron sus nuevas funciones quienes, durante igual lapso, han pasado a ser integrantes del Poder Legislativo, y aquellos que han de colaborar con el nuevo Presidente mediante el desempeño de las funciones ministeriales.
Es, además de una nueva etapa del proceso constitucional, verdadero ejemplo del país al universo en cuanto, precisamente, acredita su respeto y ajuste al régimen emanado de la Carta Constitucional.
Como muchas veces en esta columna se ha señalado, la última en fecha reciente, el país ha realizado un proceso en sus instituciones constitucionales que se remonta al 18 de julio de 1830, fecha en la cual fue jurada la primera Constitución nacional.
Iniciado entonces dicho proceso, se establecieron tres poderes independientes, que debían atener las funciones básicas, fundamentales, pero de diferente ejecución, a cargo del Poder Ejecutivo, del Poder Legislativo y del Poder Judicial. Se subraya la independencia con la que debían actuar cada uno de los respectivos poderes.
La independencia con la cual dichos tres poderes debían ejercer, y así efectivamente ejercieron, y obviamente ejercen sus funciones, prestigió mucho al país, en particular si se tiene presente que numerosas decisiones ponían en claro muy profundas diferencias en la naturaleza y contenido de las decisiones; pero ello no afectó, como corresponde, las excelentes relaciones entre las entidades, y entre sus integrantes, y el respeto mutuo existente.
En los cerca de doscientos años en que tal realidad ha existido, ha generado, ciertamente, amplísimo prestigio, no solo para los respectivos poderes y para quienes los han integrado, sino fundamentalmente para el país, por lo que ello significa al poner de manifiesto la forma en que se han preocupado sus autoridades, y también quienes son autoridades políticas de primer nivel, por el progreso institucional de la nación.
Lo expuesto acredita con precisión la trascendencia que para el país ha tenido estar invariablemente ceñido a un régimen constitucional que, desde su inicio en 1830, se ha mantenido técnicamente al día. Ello es verdadero orgullo nacional.