Opinion | 26 Feb Podría pensarse que el verano no fue bueno con los destinos turísticos del litoral del río Uruguay. Y en parte es cierto, puesto que durante todo enero y buena parte de febrero el río, uno de los principales atractivos para los visitantes que llegan a la región, registró una importante creciente.
Sin embargo, el buen clima acompañó la mayor parte del verano para deleite de aquellos que llegaron a la región buscando el descanso y disfrute de termas o Carnaval.
Según el gobierno provincial de Entre Ríos, la temporada de Verano 2015 en Entre Ríos ha sido un éxito y en enero, a pesar de la creciente que afectó sus principales balnearios, el promedio de ocupación de alojamientos fue de un 80%.
“Nuestra Provincia, marca un ritmo de crecimiento sostenido en los últimos años, mostrando así que las políticas turísticas que se vienen ejecutando y sumado al trabajo mancomunado con los privados a través de la Cámara de Turismo, van dando sus resultados, y nos posicionan como ejemplo de ciudades y provincias en desarrollo turístico, y despiertan interés, generando consultas sobre el trabajo llevado adelante en la Provincia”, dijo el ministro de Turismo de la provincia, Hugo Marsó.
Vale destacar que los complejos termales entrerrianos recibieron más de 250 mil visitas durante enero, superando la cantidad de turistas llegados en vacaciones de invierno, considerada como temporada alta del producto turístico. Asimismo, 235.000 personas disfrutaron de las fiestas populares declaradas provinciales y nacionales donde se destacan las tradiciones entrerrianas, como las comidas y bailes típicos, destrezas gauchas, y más de 240.000 se sumaron a los carnavales desarrollados en los ocho puntos de la provincia durante enero.
Después de leer esos números cualquiera podría preguntarse cuál es la receta del “milagro” turístico entrerriano y, particularmente, del colonense. Y lo cierto es que no hay tal milagro. Lo que hay son definiciones políticas de largo alcance más allá del gobierno de turno y, como dice Marsó, trabajo “mancomunado” entre el sector público-privado.
Lo que hay es mucho trabajo y trabajo acumulado de varios años que es de donde surge la gran variedad de espectáculos y propuestas culturales, artísticas, de artesanías, circuitos turísticos y hasta carnavales anticipados. Lo que también se vio este año en la vecina orilla es la presencia de distintos medios nacionales, realizando coberturas o trasmisiones permanentes durante la temporada, que contribuyen al posicionamiento del destino, así como amplia difusión en desfiles, festivales y fiestas provinciales de distintos puntos de la Argentina. Nuestros vecinos han hecho del turismo una verdadera industria, generadora de desarrollo y trabajo. Hay que sacarse el sombrero, sumarse y empezar a imitarlos.