Rurales | 04 Mar Apenas 42 milímetros de los 135 --que es la media-- llovió en febrero en la Estación de Meteorología de Paysandú. El superávit de enero determinó que su incidencia en el sector agropecuario no fuera importante, pero los anuncios que se emitieron para marzo y abril sí preocupan, puesto que se aguardan condiciones de lluvias por encima de lo normal en varios puntos del país.
El registro del primer mes del año de 250 milímetros en Paysandú determina que entre enero y febrero sumen 292 milímetros, cuando lo normal sería 235. Este es el aspecto central para que no se considere déficit hídrico a pesar de las altas temperaturas de febrero, y que las consecuencias para el campo no hayan sido mayores.
De todas maneras, de acuerdo con el informe de tendencias climáticas a nivel nacional, elaborado por expertos de la Dirección de Climatología del Instituto Uruguayo de Meteorología, la Facultad de Ciencias y la de Ingeniería de la Universidad de la República, la temperatura media entre marzo y abril se ubicará muy por encima de lo normal y es probable que tal situación se extienda por el resto del otoño. Desde Meteorología indican que la mayoría de los modelos de estudio predicen un debilitamiento de El Niño, aunque igualmente las temperaturas se ubicarían entre 0,5 °C y 0,9 °C por encima de lo común hasta finales de este verano y comienzos del otoño. Mario Bidegain, director de Climatología del Inumet, dijo a El País que en febrero se dio una temperatura media que estuvo medio grado por encima de lo normal en todo Uruguay. Y para este nuevo trimestre se espera una temperatura de un grado por encima de la media. La tendencia general es que continúen también las precipitaciones superiores a las comunes, aunque puede atemperarse la situación. “En febrero llovió sobre todo en el norte, en Rivera y Artigas básicamente, y el sur ha estado bastante seco. Esas lluvias se dieron en los lugares que se esperaba, en relación con el El Niño”.
En enero y febrero no se registraron récords en materia de lluvias ni de altas temperaturas. Todo el año 2014 terminó como el segundo más cálido de la historia, después de 2001. Y también como el segundo más húmedo y lluvioso, después de 2002.
Sobre todo en el norte del país, tanto las lluvias copiosas como el incremento de temperaturas máximas se vinculan con el fenómeno de El Niño. Pero en el sur y el litoral atlántico inciden otros factores. “Estamos atravesando una fase cálida, pero más débil del fenómeno de El Niño. De aquí al invierno esa anomalía irá desapareciendo lentamente. Las precipitaciones se irían normalizando hacia el final del otoño”, dijo.

DATOS
El trimestre noviembre-enero presentó lo que los técnicos denominan “anomalías positivas de precipitación” sobre todo el país. En promedio hubo un 65% más lluvias que lo común. Las mayores se dieron sobre el centro y sureste del país (Durazno, Flores, Florida y Rocha), pero durante todo el trimestre fue en Rocha en donde hubo más precipitaciones (140 milímetros en la costa).
Las temperaturas medias han sido ligeramente positivas en todo el territorio nacional.
En particular en el este, en la cuenca de la laguna Merín y litoral atlántico es donde se verificaron los mayores incrementos respecto a las temperaturas habituales, superándolas en 1° C.
La inestabilidad y las variaciones tanto en materia de lluvias como de las temperaturas al alza se ha verificado desde el trimestre agosto-setiembre-octubre de 2014. Las lluvias llegaron a estar por encima de lo normal “en un promedio del 30-40%” en todo el país. La región centro tuvo excesos superiores al 50% en Durazno y Florida.