OPINIÓN

Locales | 08 Mar ¡Viva yo!
He sufrido un espasmo de estupor y risa al leer la nota publicada el 19 (febrero) en página 5 de vuestro diario, referente a la proposición de “crear” el “Día del Edil Departamental”.
De acuerdo a lo leído, la razón que justifica tal propuesta, solo puede haber sido elucubrada en algún momento de distensión mental en el letargo veraniego. El mocionante justifica algo así: “dado que quienes han sido presidente de la Junta, tienen su justificada galería de honor en una pared del recinto, y como solo cinco de todos los ediles pueden llegar a ocupar la presidencia, se comete inocentemente una especie de injusticia con todos los demás integrantes, al no tener ‘su merecido bronce’, por desempeñar tan importante labor legislativa y de contralor...” (¿?)
Primero: a quien se le haya ocurrido la idea de la galería fotográfica de los presidentes, seguramente se le pasaron dos detalles: que dentro de un tiempo ya no alcanzarán las paredes del palacio para tal muestrario de ilustres, y –segundo-- que tal vez no sea tan necesario.
El edil departamental cumple una importante tarea en el funcionamiento de un gobierno, en forma honoraria... pero nadie lo obliga a hacerlo (bueno sería). Más bien, “la sarna con gusto que no pica”, es puramente vocacional. Muy meritoria, pero solo para aquellos que gustan de la política. Por haber sido presidentes de un grupo de ciudadanos que se dedican a lo que les gusta, ¿se justifica una foto en la pared, para la eternidad? Y bue’, allá el o los que se les ocurrió; ahora ya es leche derramada y de nada vale llorar sobre ella.
Pero, que al vocacional que se siente no homenajeado, se le ocurra que lo homenajeen, ya es medio mucho. Es como reclamar: “lo que yo hago es fantástico y merece un homenaje”...
Diría mi abuelo: “¡Vayan a trabajar!” Exagerando --por supuesto—porque nadie dice que no trabajen, pero de ahí a reclamar un auto-homenaje... ¡Por favor!
Según la información, el tema pasó a la Mesa. Esperemos cordura, o sentido común, o las dos cosas (que ambas, toda la vida escasearon, pero en estos tiempos parece que más).
Rezongón