Locales | 05 Mar Jaurías de perros están matando lanares y mordiendo vacunos en la zona de Guichón, arrancándoles las orejas a terneros y vaquillonas, e incluso “a un vaca de mi propiedad la mordieron y le destrozaron parte de sus cuartos”, señaló sumamente molesto a EL TELEGRAFO el presidente de la Liga del Trabajo, ingeniero agrónomo Fernando Lasaga.
El dirigente y productor agropecuario, quien además es consejero de la Federación Rural y delegado de la Comisión de Seguridad Rural, manifestó que “las 'manadas' de perros que me mataron ovejas y mordieron vacunos ni siquiera los cazan; se han convertido en un descontrol severo”.
Explicó que “en toda esta zona hay gran preocupación por el tema de los perros sueltos y fundamentalmente por el control de responsabilidad”. Lasaga entiende que “no hay una campaña de control y de zoonosis para ver de qué manera castrar a los perros”. Para ser gráfico, Lasaga manifestó que “hoy en Guichón por cuadra debe haber, por lo menos, 10 perros, y como dijo un productor amigo: `Si votaran los perros, ganaríamos las elecciones´.
También refirió a las sociedades de protección de animales “que parece solo defienden a los perros, pero no a las otras especies de animales, porque cuando suceden estas cosas, no emiten palabras y no defienden a las ovejas y vacunos”.
“Todo esto --abigeato y perros sueltos-- hace que nos cuestionemos la continuidad de la producción, especialmente la ovina, que es la más castigada y la más desprotegida”, dijo.
Expresó que “es un problema cada vez más complicado para la agropecuaria y debería buscarse una solución entre todas las partes, sociedades protectoras de animales, zoonosis, etcétera”.

ABIGEATO
En torno al abigeato, Lasaga elogió la función de la Brigada Especial de Prevención y Represión del Abigeato (Bepra) en Paysandú, que está trabajando “muy bien”, dijo Lasaga.
De todas maneras, se mostró preocupado por situaciones que generan desestímulo en la Policía, como por ejemplo el arreglo monetario que procuran quienes fueron víctimas del abigeato con los malhechores, para ahorrarse pérdida de tiempo en el juzgado, incluso en varios casos sin poder cobrar lo convenido oportunamente. Lasaga reconoció que “el tema se ha tratado en la comisión de seguridad rural, pero debemos exhortar a los productores para que lo denuncien”. Subrayó que los productores “están cansados de que los causantes de abigeato sean procesados sin prisión casi permanentemente”. “A través de los contactos que tenemos desde la Comisión de Seguridad Rural con el Poder Judicial, tratamos de instruirlos, porque no es lo mismo una persona que roba una garrafa que alguien que mata ovejas o vacunos. Hoy es de conocimiento que lo hace para vender la carne que se obtiene del abigeato”, subrayó.
No pasó por alto la falta de Policía en la campaña. “Desde Guichón hasta Tambores no hay efectivos policiales en ningún pueblo. Suceden casos de violencia doméstica, abigeato y animales sueltos en los caminos, que hace que la situación esté muy complicada”.

CONMOCIÓN
Los sucesivos casos de abigeato que se han conocido en lo que va del año mantienen conmocionado al sector agropecuario.
Uno de los casos más sonados ha sido la faena de un toro de pedigrí de raza Hereford, propiedad del presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Ricardo Reilly, en un campo ubicado en Cerro Largo. El caso fue aclarado luego de comparar genéticamente la carne que se ofrecía en una carnicería de la ciudad de Melo.
Los análisis de ADN se han convertido en una herramienta clave para dilucidar los casos de abigeato y faena clandestina. De estos procedimientos participaron expertos de la Bepra y del INAC.
Días atrás en Salto, delincuentes dieron muerte a tres valiosas vacas de plantel de la raza Aberdeen Angus Colorado, para llevarse solo algunos cortes. Llama la atención que los delincuentes solo retiraron los cortes más valiosos de los animales, que fueron retirados de los vacunos con el cuero incluido.

A ESTE GOBIERNO
Lo concerniente a la Seguridad Rural figura entre los temas que la Federación Rural planteará a este gobierno, señaló hace unos días el presidente de la Federación Rural, Carlos María Uriarte.
El dirigente indicó que la Justicia “debería ser más severa, no solo con quienes cometen el abigeato, sino con quienes operan en la receptación de esos productos, como por ejemplo las carnicerías. No solo por el daño que provoca al productor, sino por la salud de la población, las direcciones de Bromatología deberían controlar estrictamente los orígenes de los productos, por ejemplo para elaborar chorizo, que pueden no llegar en las condiciones de higiene necesarias.