Paysandú, Martes 10 de Marzo de 2015
Rurales | 09 Mar En momentos que está finalizando el entore, etapa en la cual se registraron altos niveles de celos en los vientres, determinados por la buena condición corporal del rodeo debido a la oferta abundante de pasturas, desde el Instituto Plan Agropecuario (IPA) se indica que “los toros trabajaron bien”, según los comentarios de productores.
En su informe la regional Litoral Norte señala que algunos diagnósticos de actividad ovárica realizados a mediados de enero mostraron altos niveles de anestro, por lo cual fue necesario instrumentar rápidamente destetes temporarios y/o precoces según la situación. Las pariciones previas, tal como se había previsto por el resultado de ecografías realizadas en el otoño pasado, fueron extendidas, teniendo cabeza y cola de parición bien marcadas. Incluso hoy, hay vacas con terneros al pie de menos de un mes de nacidos.
La condición corporal del rodeo de cría en general es muy buena y los terneros tienen buen crecimiento. El manejo durante este próximo otoño será fundamental, en donde se aconseja como siempre realizar destetes tempranos, a cinco o seis meses de edad de los terneros, para manejar correctamente las vacas preñadas durante el otoño, de manera que todas lleguen a principios de invierno con una condición corporal de cinco puntos.
En tanto en vaquillonas entoradas por primera vez, la condición corporal deberá ser de seis puntos. De esta manera, se asegura una condición corporal al parto de cuatro para vacas multíparas y cinco para vaquillonas de primera cría, condición necesaria para tener buenos resultados de preñez en el entore siguiente.
RECRÍA E INVERNADA
Es buen momento para monitorear las vaquillonas de año y medio que serán entoradas en la próxima primavera. Si el peso mínimo objetivo está entre 280 y 300 kilos al inicio del entore, estos animales deberán pesar a principios de otoño entre 210 y 230 kilos y entrar al invierno con 250 kilos. Con menores pesos deberán tener tratamientos especiales, e incluso algunos animales ya pueden ser descartados el día de la pesada por ser muy difícil llegar al peso objetivo.
Mientras que las invernadas a campo natural son las que más aprovechan el clima imperante, altas disponibilidades de pasto en categorías grandes como novillos de más de dos años y vacas permiten buenas ganancias.
PASTURAS
Las pasturas naturales presentan una alta disponibilidad debido a las buenas condiciones ambientales que se dieron para el crecimiento de éstas. La calidad de las pasturas está decayendo rápidamente ya que en esta época los pastos de verano están en su fase reproductiva, por lo tanto aumentan el tenor de fibra, disminuyen el contenido proteico y pierden digestibilidad.
Sumado a esto, la falta de lluvias en los últimos días y la alta temperatura de la época hacen que las pasturas tomen rápidamente un color amarillento típico de fines de verano.
Lo atípico de este verano fue que las pasturas han mantenido el verde intenso hasta principios de febrero, y comienzan a secarse recién a fines de verano.
Las praderas perennes presentan buena disponibilidad de forraje en general.
Las de primer año sobre rastrojo de arroz se encuentran en muy buen estado, aprovechando las condiciones dejadas por el cultivo anterior, especialmente humedad, fertilidad y protección durante la implantación. En el caso de las pasturas que presentan alfalfa como principal especie o componente de la mezcla, presentes especialmente en Paysandú, han tenido una alta producción de forraje.
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