ESCRIBE EL DR. RODOLFO CANABAL

Locales | 10 Mar Se considera que corresponde, ante el importante hecho que significa la asunción, por segunda vez, de la Presidencia de la República por el doctor Tabaré Vázquez, formular algunos breves comentarios sobre el acto, y sobre algunas de las definiciones realizadas.
Como concepto inicial, y muy general, se entiende pertinente señalar el tono sereno que prevaleció en su exposición, pues marca una tesitura que es conveniente para quien ejerce función tan importante, y que es deseable que así se mantenga durante todo el ejercicio de su mandato.
Es obviamente pertinente expresar la coincidencia y apoyo a las expresiones relativas a que mantendrá un respeto absoluto a la Constitución y a la ley, al expresar que dentro de la Constitución y la ley todo, fuera de ellas nada. Y a ello se agrega que el ministro de Relaciones Exteriores del nuevo gobierno, Rodolfo Nin Novoa, hizo público que no ha de poner “la política por encima de lo jurídico”, algo muy importante que coincide con las expresiones presidenciales y confirma el propósito de ajustarse a la plena vigencia del régimen de derecho.
También fueron pertinentes la referencia y mención textual realizadas en dicho acto a conceptos sustentados por el prócer José Artigas. Y es oportuno recordar al respecto el siguiente: “Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana”.
Igualmente, su referencia a que se cumplían, ese día, 30 años del retorno del país a la democracia, después del lamentable período de facto iniciado en 1973. Y recordó que, precisamente ese día de hace 30 años, juraba la Constitución el doctor Julio Sanguinetti.
En cuanto a los temas concretos abordados en la exposición presidencial, no es posible ciertamente comprender a todos los incluidos en la exposición. Por ello nos limitamos a uno que es fundamental, y que en su mención representa a todos: la enseñanza. A su respecto expresamos la fundamental trascendencia que tendría que el nuevo gobierno hiciera el esfuerzo, muy grande, para promover el indispensable mejoramiento que la enseñanza exige. Por ello su trascendencia justifica plenamente que su mención, ante la imposibilidad de abarcar la totalidad de los referidos en la amplia exposición presidencial, se haga en nombre de todos los temas que integraron la muy importante exposición presidencial.
La atención que por su importancia en esta columna se acordó al problema suscitado con relación a los integrantes del Ministerio Público y Fiscal sugiere sucinto análisis de dicho tema.
El precitado Ministerio Público y Fiscal, dependiente administrativamente del Ministerio de Educación y Cultura, sujeto a normas tendientes a consagrar y amparar la independencia técnica de los fiscales, lo cual es realidad que se remonta a hace más de un siglo, se había anunciado que sería llevado a depender de la Presidencia de la República, por vía de ley, una vez que se iniciara el actual período de gobierno. Ello había generado muchas opiniones adversas, por entenderse, con razón, que tal dependencia afectaría la eventualidad de la interpelación, y que hasta podría llegar a poner en riesgo en ciertas circunstancias la independencia de dichos magistrados.
Pero tal como quedó muy claro a través de la exposición presidencial, tal posibilidad quedó sin efecto, pues lo que el nuevo presidente ha de promover, a los efectos de mantener y garantizar su independencia, es su transformación en un servicio descentralizado, lo cual contribuirá a respaldar dicha independencia. Ello es importante, a la vez, en razón de la futura entrada en vigencia del nuevo proceso penal que ha aprobado el Poder Legislativo, en el cual se ha previsto dar a los fiscales competencias muy severas.
En la exposición presidencial, entre otras medidas a proponer, se indicó la lucha para disminuir el número de rapiñas y la violencia en el deporte, y se anunció que se ha de poner en marcha un proceso tendiente a la reparación de las rutas, dado el desfavorable estado que prevalece en éstas. Son temas que sí merecen atención por parte del Presidente.
Tal lo que se entiende pertinente expresar relativamente a la exposición que, una vez que tomó posesión de su cargo, realizó el Presidente de la República. Se entiende que lo expuesto es suficiente para que se pueda claramente advertir la trascendencia de la exposición presidencial.