Locales | 13 Mar La Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) resolvió por unanimidad un paro de 24 horas que se realizará el próximo jueves 26 de marzo con movilizaciones hacia Nueva Helvecia, en apoyo a los trabajadores de Ecolat ante el cierre de la empresa, junto al Pit Cnt de Colonia y la adhesión de la Confederación de sindicatos de la alimentación.
Además, se instaló la mesa en defensa de la industria láctea con la participación de los ministerios de Economía, Trabajo e Industria, compuesta por la Asociación Nacional de Productores de Leche, Intergremial de productores lecheros, Cámaras de la Industria Láctea del Uruguay (CILU), Asociación de Remitentes de Conaprole, FTIL y Universidad de la República.
El director nacional de Trabajo, Juan Castillo, explicó que la iniciativa del ministro de Trabajo, Ernesto Murro, se conformó “para discutir más allá de algunas situaciones concretas que se encuentran sobre la mesa” y precisó que algunas son “muy complejas como Ecolat en Nueva Helvecia, otras van cambiando con el tiempo como Bonprole en San José” con el posible despido de 48 personas ante la decisión de abandonar la producción de queso semiduro “y otras se vienen arrastrando desde hace algún tiempo, como PILI en Paysandú”.
El jerarca reconoció que “si bien son distintas situaciones, en algún punto se pueden llegar a tocar, pero hablan de las dificultades de la industria láctea en su conjunto, ligadas directamente a los precios del mercado y al sitio que ocupa Uruguay en las exportaciones”. Según Castillo, la concreción de este espacio refiere a “la conveniencia política para que todos los actores directamente vinculados al sector, como los productores, empresarios, cooperativistas, gremiales e instituciones gubernamentales se instalen en una mesa y logren una mirada de largo aliento, aunque después se analicen alternativas en particular”.
En el caso de Ecolat, señaló que “el grupo empresarial deberá confirmar la situación de la empresa y sus perspectivas para derivar respuestas a las trabajadores y activar otros mecanismos con la cobertura del seguro de paro especial, complementos de formación y distribución de los trabajadores en otras empresas”.
El dirigente de la FTIL, Heber Figuerola, señaló que la situación de Ecolat “es el eslabón de una gran cadena” y ante la posible presencia del grupo francés Lactalis, remarcó la necesidad de “conocer las reglas de juego que se establecerán en Uruguay para su radicación”.
El dirigente del sector lácteo, Carlos Cachón, dijo que se arribó a esta decisión ante “la falta de respuestas satisfactorias del conglomerado peruano propietario de Ecolat que genera un importante impacto” en la localidad coloniense y resaltó que “el grupo Gloria ha actuado bajo una total impunidad, sin respetar las negociación colectiva o los consejos de salarios. Tampoco le dio una respuesta al gobierno que actuó seriamente en este tema” y afirmó que se deberá revisar la ley de inversiones. “No pueden venir trasnacionales a romper la cuenca lechera que tanto le ha costado a los uruguayos y generar esta inestabilidad”, precisó.
La FTIL planea impulsar modificaciones a algunos artículos vinculados a la Ley de Inversiones, con respecto a la instalación de empresas extranjeras y acordó con autoridades del MTSS, la instrumentación de un régimen de seguro de paro especial para un total de 220 operarios que perdieron su fuente laboral en Ecolat, que les permite acceder a un 25% más del subsidio por desempleo, con respecto al sistema común.
El presidente de la Organización Sindical de Empleados de PILI (Osepi), Marcel Petrib, informó a EL TELEGRAFO que el lunes próximo se llevarán adelante nuevas instancias de negociación tripartita en la sede de la Dirección Nacional de Trabajo, en Montevideo.
Petrib consignó que a nivel local, las negociaciones bipartitas no avanzan de acuerdo a lo previsto, tras la concreción de paralizaciones durante febrero. “La empresa manifestó su descontento y cortó las licencias, además de las reuniones con el sindicato, pero aguardamos el encuentro tripartito del lunes próximo en Montevideo para destrabar la situación”, señaló.
Según el dirigente de Osepi, hasta el momento unos 15 trabajadores de la empresa han aceptado los retiros incentivados. “Reciben la liquidación y firman un contrato a término hasta que comience a operar la nueva fábrica” cuyas obras se estiman que finalizarán en agosto o comienzos de setiembre. De acuerdo al sindicato, la empresa prescindirá de un total de 50 a 60 puestos de trabajo, no obstante, Osepi reclamará los lugares que se encuentran ocupando las empresas tercerizadas. Incluso “la patronal se comprometió a cubrirlos con operarios de la plantilla de PILI”, precisó Petrib. A esto se suman aproximadamente una decena de jubilaciones y al menos ocho trámites de prejubilación en curso, que se suman a los retiros incentivados.