Opinion | 10 Mar El permiso o licencia de conducir es un documento fundamental para el tránsito y la seguridad vial puesto que otorga una serie de garantías a propios y terceros. Por eso, de acuerdo a la normativa legal vigente es obligatorio para toda aquella persona que aspire a conducir vehículos por la vía pública.
Es, ni más ni menos que la constancia de que se han superado exámenes teóricos sobre la reglamentación de tránsito vigente, así como las pruebas prácticas fiscalizadas por agentes de tránsito. A la vez da cuenta de la pericia en la conducción del vehículo y la destreza para movilizarse en la vía pública.
Complementariamente, todo aspirante a obtener el permiso de conducir es evaluado por la autoridad competente en cuanto a su estado físico y mental para asumir el compromiso de la responsabilidad que significa hacerse cargo de maniobrar sobre varias toneladas de peso.
En casos como la conducción de ambulancias, transporte escolar, carretero y de cargas peligrosas se requieren habilitaciones especiales, en tanto que personas minusválidas deben solicitar autorizaciones también especiales a efectos de conducir un vehículo adecuado a sus posibilidades físicas, y a su vez apto para el tránsito.
A pesar de todo esto, han existido hasta ahora diferencias de criterios en las diferentes intendencias respecto a qué pruebas tomar a los aspirantes y cómo se evalúan, lo que comenzará a revertirse con la inclusión gradual de las intendencias en el sistema de licencia única nacional de conducir.
Pero aún más grave es que a pesar de la obligatoriedad del permiso o licencia de conducir, un 19% de conductores reconoció haber recibido alguna multa de tránsito en el último año por no poseer el mismo o tenerlo vencido, según datos divulgados por la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev).
Las autoridades competentes en materia de tránsito tienen potestades para inhabilitar temporal o definitivamente a los conductores, teniendo en cuenta la gravedad de las infracciones y conducir sin licencia es una falta grave. Se requiere control severo en cuanto a este punto y sobre todo, una cuota parte de responsabilidad de cada uno a la hora de conducir un vehículo.
Si bien la unificación de la licencia de conducir en cuanto al procedimiento para obtenerla, es un proceso que inexorablemente llevará cierto tiempo, el contralor de la tenencia de libreta de conducir puede realizarse ya mismo. La existencia de casi un 20% de personas sin dicha documentación es preocupante. Y requiere hacer algo y dar señales claras al respecto.