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Paysandú, Lunes 16 de Marzo de 2015

Aldeas de la Bondad podrían no trabajar más en 2016; renunció la Fundación Imcos

Locales | 12 Mar La Fundación Imcos, que hace más de 30 años gestiona las Aldeas de la Bondad en Salto y Paysandú, dejará de hacerse cargo de esos centros --donde se alojan más de un centenar de personas con diferentes patologías siquiátricas y mentales, así como discapacidades motrices e intelectuales-- desde marzo de 2016, según se anunció el lunes en una reunión en la que participaron representantes de la Fundación, de INAU y de los trabajadores.
Se trata de la rescisión del convenio que la ONG mantenía con el Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU), y por el cual la dependencia estatal aportaba un monto por cada uno de los internos que se cuidaban en los establecimientos propiedad de la Fundación. En medio de discusiones entre los trabajadores y la Comisión directiva de la Fundación sobre el pago irregular de salarios y obligaciones laborales, con acusaciones de mala gestión de los dineros públicos desde hace varios años por los trabajadores y explicaciones de falta de recursos y escaso aporte del INAU por la ONG, tras varias instancias de negociación el pasado lunes se acordó la renuncia de la Fundación Imcos a la gestión de las Aldeas de la Bondad, aunque se convino que siga trabajando hasta marzo de 2016, mientras el INAU ve de qué forma se hará cargo de los internos que están en los establecimientos de Salto y Paysandú.
La Fundación Internado Mixto Colegio Oriental Salto-Paysandú gestiona las Aldeas de la Bondad desde 1978 en Salto y desde 1989 en Paysandú, centros que albergan a personas con diferentes situaciones siquiátricas y mentales. Tiene un centro en Salto en la zona del Agua Salto, rumbo a la represa y otro en Paysandú en pueblo Porvenir. Se autodefinen como “una Organización de la Sociedad Civil (OSC) sin fines de lucro que brinda atención integral y hogar de por vida a personas de escasos o mínimos recursos económicos, que han nacido con daño cerebral irreversible y patologías asociadas. Su cometido es velar por el bienestar y dignidad de vida de quienes no pueden permanecer en sus hogares por razones socio-económicas o humanas, por estar éstos en situación de vulnerabilidad o riesgo social, enfermedad o ancianidad de los padres, orfandad o abandono”. Se mantiene con el aporte del INAU en efectivo y del INDA en alimentos, además de tener pacientes particulares que pagan una mensualidad y hacen campañas de donaciones entre la población.

PROBLEMAS DE LIQUIDEZ
En los últimos años, la Fundación dijo tener problemas financieros para pagar las obligaciones legales que corresponden a los trabajadores, por lo que han habido ya varias movilizaciones y hasta denuncias judiciales por reclamos. Mientras que desde la Fundación se reclamaba que el aporte de INAU era insuficiente para mantener a los internos que no tienen apoyo económico privado, los trabajadores denunciaban mala gestión de los recursos por la ONG y desde el INAU nunca se dieron señales claras a las consultas periodísticas efectuadas sobre qué pasaba en la institución.
Los hechos, según dijeron a EL TELEGRAFO Richard Manzini, trabajador sanducero de Aldeas y Fabián Medina, de Salto, son que el lunes la Fundación rescindió el convenio con INAU, aunque se acordó que una comisión especial formada por Imcos e INAU siguiera la gestión por un año, hasta tanto regularice la situación con sus trabajadores y también mientras INAU decide qué hará con los internos. Una de las posibilidades sería que cambiara la situación de cada paciente en la medida que el Sistema Nacional de Cuidados que desarrollará el gobierno contemple esas situaciones, pero ante la duda de cómo se dará esa solución, se optó por esperar hasta marzo de 2016.
“El INAU le dio a Imcos algunas pautas a seguir, pero la Fundación se negó a las dos propuestas que se hicieron y entonces Imcos dijo que la relación con INAU era insostenible en Salto y Paysandú. Eso tendrá un proceso de un año”. Dijo que no está claro qué pasará en un año, ya que “se está viendo si se llama a otra licitación, pero ni INAU sabe qué va a pasar con los gurises, porque con el nuevo gobierno se comenzará a trabajar en los cuidados especiales y habrá que ver qué decide el gobierno”.

BUSCANDO BUEN PUERTO
“Se están buscando salidas para llegar a buen puerto, y que la Fundación deje todo en regla, el tema de los salarios, pagos a proveedores, pagos a ANDA y Cosalco y los aportes al BPS”, detallando que entre ambas localidades “hay cerca de 200 trabajadores”. Medina afirmó que “no está bien este sistema de tercerizaciones” y que el INAU deberá reconsiderar ese problema.
También “se acordó que habrá reuniones bipartitas en Montevideo entre INAU e Imcos todos los viernes, mientras que habrá reuniones tripartitas --se suman los trabajadores-- los primeros lunes de cada mes en Paysandú o Salto, donde se analizarán también las propuestas que puedan surgir”. Una de las posibilidades manejadas es que “el predio de Aldea de la Bondad --que es de Imcos-- en Paysandú pase en comodato a INAU y que lo gestione otra institución”, pero la propuesta de los trabajadores ya presentada en el Parlamento es que todos los funcionarios sean contratados por INAU y si es una nueva ONG que se hace cargo, contemple los derechos generados por los trabajadores, tomándolos a todos y también reconociendo la antigüedad.


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