Deportes | 12 Mar Desde que un comunicado de prensa anunció que Diego Forlán tenía "un importante anuncio" que realizar, las especulaciones estuvieron a la orden del día. Pero la cuestión era esperar a las 23 horas de nuestro país, cuando desde Japón el "10" se sentaría frente a las cámaras para transmitir lo que, era claro, sería una importante decisión personal.
Hasta los celulares de todo el país sonaron con el mensaje de texto de Antel, anunciando la conferencia de prensa que sería transmitida por internet.
Y la decisión fue la más lógica de las que se podían especular: Forlán, el mejor jugador del Mundial 2010, el tipo que más presencias tiene con la selección uruguaya, y al que el paso del tiempo va relegando poco a poco del combinado, anunció que no vestirá más la Celeste.
El blondo delantero, que peleó palmo a palmo con Luis Suárez el título de goleador histórico de la selección pero que perdió la batalla ante los años menos que tiene el hoy artillero del Barcelona, tomó la decisión de no volver a jugar con la selección nacional.
Forlán dejó en claro que "fue una decisión muy difícil", meditada junto a su padre, más allá de que "no la tenía en mente". El primero en enterarse, más allá de su familia, fue Oscar Tabárez, el técnico de la Celeste, que no tuvo más palabras de agradecimiento para con el hoy jugador del Cerezo Osaka ("me agradeció por lo profesional y por lo personal, porque encontraron el perfil de jugador que buscaban", contó que dijo el maestro).
"Fui un privilegiado de poder disfrutar tantos años de selección y tengo muchas anécdotas que van a quedar en el recuerdo. Y es un momento oportuno de retirarme, porque se vienen cosas importantes como la Copa América y las eliminatorias, y hay que darle paso a las nuevas generaciones para poder ser un hincha más", dijo mientras los flashes le rebotaban en la cara. El delantero aseguró que "las cosas que viví con la selección fueron impensadas" desde que debutó con la Celeste mayor el 27 de marzo de 2002, en un amistoso frente a Arabia Saudita, hasta la oportunidad de jugar tres Mundiales y dos Copa América. Pero el recuerdo imborrable será el Mundial de Sudáfrica, no solo por el cuarto puesto logrado por Uruguay sino porque "haber compartido el premio de goleador y ser el mejor jugador del Mundial eran cosas que nunca me había imaginado". Y lógicamente tendrá un recuerdo especial la Copa América 2011, "algo especial para la familia porque mi abuelo la ganó dos veces, mi padre una y yo otra".
Pero "lo que más me llena de orgullo y me pone feliz es ver el cariño con el que el pueblo uruguayo ve a la selección, y se siente identificado con ella. Los jugadores de la selección pasamos a ser los ídolos de los más chicos; esa unión, con la forma y valores que transmitió este grupo, me llena de orgullo". De aquel 27 de marzo de 2002, cuando debutó con Uruguay en un amistoso frente a Arabia Saudita, Forlán jugó 36 partidos con la Celeste.