Rurales | 15 Mar El excanciller Luis Almagro “falló en todos los aspectos y una de las cosas que deseo fervientemente es que Uruguay agarre al Mercosur y le pegue una patada en el c… y nos vayamos de una vez por todas”, dijo a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Francisco “Pancho” Donagaray, molesto porque “estamos perdiendo tiempo y plata y este mercado no nos ha sido beneficioso”.
El productor, empresario y presidente del Consorcio Regional de Innovación de Lanas Ultrafinas del Uruguay (Crilu) sostuvo que Uruguay y Paraguay son países que “deberían salir urgentemente del Mercosur”, argumentando que “Paraguay hizo más plata cuando estaba afuera que estando adentro. Nuestros vecinos de Argentina han sido muy malos con nosotros y nos han castigado enormemente”, subrayó.
Héctor “Timerman es una persona que nos ha provocado mucho daño, al igual que la presidenta Cristina Fernández”.
Para Donagaray, “Uruguay debería cambiar radicalmente la política exterior y no dejarse engañar con cosas de Argentina que nunca vienen y que trancan normalmente las exportaciones. Ese triste verso de más y mejor Mercosur habría que dar vuelta la página, y tener más y mejor comercio con todo el mundo y quienes quieren comprarnos que lo hagan y quienes no, que no lo hagan, pero que tampoco nos obliguen a someternos a las reglas de ellos”.
De todas maneras, se alegró que Rodolfo Nin Novoa “ya fue a Argentina y les marcó las pautas y que no jueguen más con nosotros porque realmente es cansador lo que hacen con Uruguay”.
Consideró a Chile y Perú países que son ejemplo de funcionamiento, e incluso la misma Bolivia. “La alianza del Pacífico para nosotros sería mucho más trascendental que el propio Mercosur. Argentina y Brasil son países muy mezquinos y quieren las ganancias para ellos y se la llevan toda y nosotros quedamos mirando la fiambrera”, dijo.
LAS COSAS BIEN
Donagaray explicó que a pesar de que hay “algunos nubarrones” en el tema de los mercados con Rusia, el euro y ahora también Brasil, “Uruguay ha hecho básicamente las cosas bien, y el país está muy bien visto y posicionado en el mundo”.
“Tengo mucha fe que con este cambio de presidente, cambie radicalmente la política exterior, y tengamos realmente una política exterior en donde podamos vender todos nuestro productos”, señaló.
En el anterior período de gobierno “tuvimos un Ministerio de Relaciones Exteriores bastante flojo. Muy partidizado porque atendía solamente a la gente que tenía más o menos la misma línea política con Uruguay.
Si ahora el canciller Rodolfo Nin Novoa, Tabaré Aguerre y Danilo Astori hacen una buena yunta, creo que Uruguay puede pegar un salto muy importante, no sé si en precios, pero si en afianzar y abrir mercados, además de procurar exportar fluidamente”, dijo. “Creo que el presidente Tabaré Vázquez ha dado un mensaje muy claro al dejar al ingeniero agrónomo Tabaré Aguerre como ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca”, a quien consideró “uno de los mejores ministros en la cartera” que ha conocido. Lo definió como una persona “muy profesional, con la que podemos tener diferencias o no en algunos aspectos, pero sabe lo que habla, trabaja muchísimo y hace trabajar mucho a quienes están en el ministerio”.
Manifestó que Uruguay “tiene fama de ser serio y producir buenas cosas, entusiasma que se hagan bien las cosas, y poder competir con países como Australia y Nueva Zelanda, que tienen por ejemplo Tratado de Libre Comercio (TLC) con China, y a nosotros, debido a caprichos del canciller anterior, se nos castigó”.
Entiende que en la vida “no hay nada absoluto, todo es relativo”, y que en los TLC “si bien se entrega algo, también se gana muchísimo, por lo que precisamos TLC con todo el mundo. Estamos precisando entrar con carne ovina con hueso a Estados Unidos. No creo que los precios cambien sustancialmente, pero sí va a cambiar el estatus y Uruguay estará mejor posicionado para ir a la Comunidad Económica Europea y decir que Estados Unidos me abrió con hueso, y se puede presionar una apertura de esa carne”, sentenció.
Para Donagaray, “hay que abrir los ganchos porque en el período que viene no vamos a tener los precios que teníamos para atrás ni el viento de cola que teníamos. Pero no por eso tenemos que dejar de hacer inversiones y dejar de trabajar”. Acotó que “a pesar del atraso cambiario y la poca competitividad que estamos perdiendo, los números siguen sirviendo y el peor error es pararse y no hacer cosas”.
PRODUCCIÓN
Donagaray trabaja desde hace muchos años en la producción de carne ovina de calidad, la cual comercializa particularmente a hoteles y restaurantes de élite de nuestro país y países de la región, fundamentalmente Brasil.
A nivel productivo, optó por trabajar parecido a lo que se hace en Australia, en donde las ovejas Merino más viejas se cruzan con razas carniceras, como ser Suffolk o Poll Dorset y obtienen corderos que los invernan. “La variante que hice es que todos los vientres se cruzan con Poll Dorset y produzco corderos terminales”, acotó el empresario, que no tiene reposición y compra ovejas Merino Australiano. Entiende que el futuro de las razas laneras “pasa por aumentar su aptitud carnicera en el Merino, aunque es importante aumentar su capacidad de señalada, que es lo más importante que se necesita para tener en las razas ovinas”. Explicó que a medida que los corderos van quedando prontos los faena, siendo alrededor de 3.000 ejemplares al año, los congela “porque la carne ovina envasada al vacío más de diez días no aguanta y así tiene dos años de vida útil”. La gran contra “es que nunca produzco para un cliente en particular --alguna vez se hizo para exportaciones--, pero en general se faenan cuando tienen el peso y desarrollo adecuado y tengo corderos durante todo el año y siempre con la misma calidad”, agregó Donagaray, quien apuesta a un cordero de “muy buena calidad denominada carne premium, tierna y que siempre sea igual”. Él mismo se encarga de buscar los mercados, que sale habitualmente con la marca “Don Pancho” y que hoy se degustan en hoteles, restaurantes y cruceros. Aunque por el momento está enfocado al mercado interno, comentó que ya ha exportado carne a Brasil e incluso a Senegal, en donde colocó 500 kilos por embarque de carne de cordero congelada --French Rak--, la que se exportaba vía aérea.