OPINIÓN

Locales | 15 Mar “DECRETO DE CIERRE DE SESIONES” DE LA JUNTA
En sesión próxima pasada de la Junta Departamental, la mayoría automática del Partido Nacional, con 16 votos y llevándose por delante el Reglamento del propio órgano (“se lo llevaron puesto” dicen algunos jóvenes), decretó el cese de sesiones de sí misma, el que --a su tenor inconstitucional-- no funcionará hasta el 8 de mayo de 2015, es decir se autoflageló.
Así como se oye, el órgano representativo por excelencia de la ciudadanía sanducera no funcionará hasta la fecha indicada, el Intendente gobernará solo, sin el contralor del legislativo y esto, que es de una gravedad inusitada, sólo se observó en períodos de quiebre institucional, como en el año 1973, cuando se creó la Junta de Vecinos, que se integraba “a dedo” por designación de los militares e incluso un edil del cuerpo fue uno de sus destacados integrantes.
Pero llevarse puesto el Reglamento en cuestión de mayorías (decisión por 16 votos en lugar de 21) es nada al lado de la violación de la Constitución de la República, la que expresa con categórica claridad que el Gobierno de los Departamentos le corresponde dos órganos, a saber: a) un Intendente y b) la Junta Departamental y desconocer esto y cerrar el parlamento democrático departamental para que no sesione, no se exprese y no controle las actividades del otro, es de una seriedad institucional que no admite el menor argumento a su favor, que tampoco sus autores se han esforzado mucho por esbozarlo.
De modo que el desacierto es de tal magnitud, que inclusive los ciudadanos menos informados de la acción política se preguntan por qué se atenta de esa forma contra la Constitución Nacional y en definitiva, contra el Sistema democrático representativo de gobierno.
Y esa explicación la dio el señor edil Javier Pizzorno al fundamentar su voto, cuando se refirió a que la mayoría del Partido Nacional no quiere ni hablar, ni tratar, ni mencionar siquiera el cobro indebido de sobresueldos por parte de los Directores de la Administración Nacionalista, no sea cosa que las minorías puedan expresarse y que el pueblo se entere.
La resolución del Tribunal de Cuentas se expide sobre el tema sobresueldos de los directores de la Intendencia del Partido Nacional y los considera no ajustados a la norma presupuestal, de modo que “el revuelo” se concentra en un problema de “rendir cuentas ante el ciudadano”. Y el pueblo sabe mucho más de lo que la mayoría nacionalista cree y cerrarle la boca al Frente Amplio y al Partido Colorado para que no se expresen en la Junta, es muchísimo más grave que presentarse ante los ciudadanos y explicarle el pésimo manejo de bienes públicos que realizara el Intendente que ahora se postula a la reelección.
Es obvio que nadie aventurará que el Frente Amplio se va a quedar cruzado de brazos ante el magnífico atropello, pues en nombre de todos, en especial de quienes dieron su vida por los ideales democráticos y a su vez en nombre los bebitos que hoy día nacen en la maternidad del Hospital Escuela del Litoral, daremos todos los pasos necesarios, dentro de la institucionalidad, para que aquellos y estos tengan certeza de que se retomará la senda democrática en el país, este paisito que es el primero de Latinoamérica por la calidad de su democracia y que la mayoría automática del Partido Nacional de Paysandú despreció para evitar el daño a la imagen de una Administración impresentable, que por estos días se les cae a pedazos.
Al fin “de cuentas”, este pueblo al oriente del Río Uruguay conoce exactamente sus derechos, en ello el Frente Amplio se juega la vida y quizás sea por eso que en estos días la almacenera de mi barrio, la empleada de una fotocopiadora del centro y una querida cobradora, mujeres uruguayas todas, invariablemente me han preguntado, en tono inquisidor, “¿Cómo? ¿Cerrar la Junta? ¿Que no se sesione la Junta?” Rematando con la sabiduría popular a flor de piel: “No se puede, ¿verdad?”
Doctor Enrique Malel
Edil del Frente Amplio