INSTALARON "CONSULTORIO" EN PLENO CENTRO

Policiales | 17 Mar Unos $ 40.000 --entre dinero en efectivo y joyas-- entregó una mujer de 35 años a otra que ofrecía servicios de guía espiritual en un apartamento ubicado por 18 de Julio y cuya captura, junto a la de sus presuntos acompañantes, fue requerida por la Dirección de Investigaciones.
Pasado el mediodía del sábado, en esa dependencia se presentó una mujer para dar cuenta que a fines de febrero, se comunicó por teléfono para concertar una cita con una persona que ofertaba un servicio de ayuda espiritual que, según sus anuncios publicitarios, ofrecía "100% de trabajo garantizado", en un apartamento de un edificio sito en 18 de Julio.. Allí se entrevistó con una mujer, de quien solo conoce su nombre de pila, a la que consultó debido a sus problemas de pareja, ya se encontraba próxima a divorciarse y quería evitarlo.
Cuando consultó a la mujer cuánto le costarían sus servicios, la "guía espiritual" le dijo que no se preocupara. Le indicó que sólo debía fabricar cinco barcos de madera y cinco corazones con flores, lo que le costaría unos 10.000 pesos, por lo que ella le entregó el dinero que llevaba encima, que ascendía a $ 2.000. En sucesivos encuentros, la mujer le indicó que, para llevar a cabo con éxito su trabajo, debía valorizarse como persona y llevar la mayor cantidad de dinero posible, incluyendo su automóvil; prometiéndole reintegrarle sus valores una vez culminado el servicio.
En tres ocasiones, le entregó $ 10.000, $ 16.000 y $ 6.000, que la prestadora del servicio envolvía en un metro de tela blanca y un metro de cinta roja que le había pedido que comprara con ese fin. Luego le solicitó más dinero y, al manifestarle que no tenía, le indicó que le llevara joyas, por lo que le entregó varios anillos de elevado valor, la alianza de casamiento de su madre y una pulsera torneada; así como dos perfumes --uno para hombre y otra para mujer-- que le costaron 136 dólares, y seis conjuntos de ropa interior.
Días antes, su "guía espiritual" comenzó a no responder a sus mensajes de texto ni llamados telefónicos, escuchando solamente la contestadora automática que indicaba que el buzón de voz correspondiente al servicio no aceptaba más mensajes. Fue así que comenzó a preocuparse y concurrió al apartamento, pero, al tocar timbre, no recibió respuesta.
Un joven que vivía allí le indicó que, al parecer, las personas a las que buscaba se habían ido de viaje, y retornarían el viernes o el sábado.
Al confirmar que había sido víctima de una estafa, optó por radicar la denuncia. Inmediatamente, personal de la Dirección de Investigaciones logró identificar a la presunta guía espiritual y al hombre que la acompañaba, solicitando su captura y la del vehículo en el que se desplazan, sin obtener hasta el momento resultados positivos.