ESCRIBE EL DOCTOR RODOLFO CANABAL

Locales | 24 Mar Recientemente se ha informado que en el Frente Amplio se analiza, actualmente, la posible propuesta de algunas reformas a la Constitución, a realizarse durante el actual período de gobierno.
Entre otros temas, se estudia incorporar lo dispuesto en materia de matrimonio igualitario, alcaldías y cambios al sistema electoral; la comisión que estudia el tema deberá enviar el contenido de lo que propone a la dirección de la coalición en noviembre próximo, lo que pone en claro que la cuestión se analizará sin indebida urgencia, tal como corresponde a cuestiones de esa índole.
La reforma abarcaría diversos temas, pero no se analizarán en este comentario, que se limitará a insertar lo sustancial, según lo ha publicado el diario El País: dar rango constitucional a la “Agenda de derechos”, según leyes aprobadas en la anterior administración, entre ellos el matrimonio gay; dar rango constitucional a las obligaciones que asumió Uruguay ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos; revisión del proceso electoral uruguayo; aprobar ley de alcaldías para lograr mayor descentralización; la propiedad social o cooperativismo; mejorar la eficiencia del Estado; mejorar la gestión de control del Tribunal de Cuentas y la Auditoría Interna de la Nación.
Quien escribe no tiene dudas acerca de que el Frente Amplio, tal como con acierto lo ha dispuesto en otras iniciativas de similar índole, no ha de convocar a una Asamblea Constituyente para considerar dichas reformas, porque sería realmente un error hacerlo como hemos explicado con anterioridad y así también lo explicó Gonzalo Aguirre en un muy claro artículo de El País, con fecha 21 de abril de 2009, pues se trata de un cuerpo que duplica el número de los legisladores, estaría en funciones por lo menos un año, sería muy oneroso, y es muy difícil el control de su gestión pues no es viable, cuando se convoca, tener idea de las reformas constitucionales que serán propuestas y aprobadas durante el período.
Al margen de tal aspecto, se entiende que, para reformar la Constitución, lo deseable es intentar hacerlo después de haberse promovido el tema concreto y logrado un acuerdo amplio interpartidario, que asegure la amplia mayoría de dos tercios de votos de los parlamentarios.
Así se ha sostenido en precedentes comentarios aquí insertados con profunda convicción.
Tal punto de vista se reitera y se justifica plenamente si se tiene presente que, entre los temas que se considera pertinente reformar, se encuentra nada menos que el actual régimen electoral, compuesto por diferentes elecciones, con la separación en el tiempo de las elecciones departamentales de las nacionales, algo realmente muy importante para cada uno de los departamentos, porque en tales elecciones los asuntos se resuelven según el criterio que predomina en cada uno de ellos. Por tan importante motivo, no sería conveniente al respecto introducir alteraciones que puedan afectar su efectiva separación en el tiempo en la fecha de su realización, algo que llegó a ser considerado como posible en determinado momento.
Como se expresa precedentemente, los temas que han de integrar lo que se entiende pertinente incorporar a la Constitución son varios; si bien no comprenden aspectos sustanciales del régimen constitucional, son temas que los especialistas en la materia han de analizar, pues quienes estudian el tema para formular hacia noviembre su propuesta dentro del Frente Amplio han encarado hacerlo con la debida anticipación.
Formulada la propuesta a las autoridades, estarán en condiciones para determinar si la reforma propuesta es pertinente y para estimar si tiene razonable apoyo en la ciudadanía.
Tal lo que se entiende pertinente expresar ante la información trascendida que se ha analizado.