Rurales | 04 Abr Comenzaron en el departamento de Paysandú las primeras cosechas de la presente zafra de cultivos de verano, con rendimientos en las chacras de soja que están por debajo de los estimativos que los técnicos realizaban a fines de enero, cuando el mes finalizaba con más de 250 milímetros de agua encima. Actualmente y a casi dos meses sin precipitaciones la situación es muy distinta y los rindes están siendo magros.
“Nada que ver a lo esperado”, sintetizó Sergio Pastorini al ser consultado por EL TELEGRAFO, explicando que las primeras chacras de soja de primera que empezaron a cosechar el martes en la zona de Quebracho han oscilado en rendimientos de 2.500 a 2.800 kilos por hectárea.
El empresario, que posee una planta de silo en la ciudad de Quebracho, aclaró que más allá de que la calidad obtenida “es buena”, el peso del grano “es bajo”, determinando que los rindes no superen los 3.000 kilos. “Cuando en enero veíamos el desarrollo que tenían los cultivos, las estimaciones oscilaban entre 3.400 y 3.500 kilos por hectárea. Pero ahora, con esta situación crítica de ausencia de lluvias, no llegamos”, dijo Pastorini, quien subrayó que “hace 60 días que estamos sin lluvias en la región y el impacto en los cultivos es fuerte”.
La ingeniera agrónoma Natalia Teyza, del Departamento Técnico de Copagran filial Paysandú, sostuvo que “recién comenzaron a cosecharse las primeras chacras de soja de primera, con un 20 a 25% por debajo del rendimiento potencial que en un momento en enero --debido al desarrollo y el buen estado de los cultivos--, habíamos visto que se podía concretar”.
Recordó que hace varias semanas que no llueve “y la soja en su etapa reproductiva sufrió mucho la falta de agua y en especial en la etapa del llenado de grano, lo que afectó significativamente el rendimiento. Hoy estamos con chacras de 1.200 a 2.500 kilos, en las cuales en su momento podríamos haber hecho alguna estimación de mucho mejor rendimiento”.
Manifestó que la calidad de la semilla obtenida “es buena”, acotando que en realidad “en las chacras de primera que se han cosechado, la falta de agua es lo que determinó el menor rendimiento en kilos por hectárea y el grano que está saliendo no tiene problemas significativos”.
Precisó que “hace algunas semanas en algunas chacras y por el tipo de suelos se veía que no tendrían grandes consecuencias sanitarias por la falta de agua. Hoy, después de casi dos meses sin lluvias importantes, todo es parejo y la soja ha sufrido en forma pareja la falta de agua”. La escasez de precipitaciones determinó “mucho aborto de vainas, que podían haber llenado con tres o cuatro granos. Hoy en la cosecha las vainas, se estiman, están en uno o dos granos”.
Los técnicos consultados coinciden en que ya a partir de este lunes se iniciará fuertemente la cosecha de soja en todo el departamento, y que en torno al 20 de abril se estará centralizando en todo el país, y con chacras de primera finalizando y arrancando las de segunda”.
El ingeniero agrónomo Nelson Diez, de la Clínica del Suelo, se mostró conforme con los rendimientos, “si tenemos en cuenta que febrero y marzo fueron meses de déficit hídrico”. Aclaró que en la chacra que se está cosechando desde el jueves en el camino al Aeropuerto “Tydeo Larre Borges” hay “partes de más de 3.000 kilos por hectárea. Pero como los suelos no son parejos, hay zonas en donde apenas superan los 2.000, por lo que estimo que cuando se complete la chacra, oscilará en los 2.800 kilos por hectárea”.
Entiende que se trata de una chacra “con mucho cuidado de erosión, y que además viene con buena rotación de cultivos”, al tiempo que reconoció que “las terrazas ayudan a amortiguar el impacto del agua y en donde el suelo captó el agua el rinde es bueno”.
En el caso de José “Pepe” Buzzi, técnico de ADP-Agronegocios del Plata en la zona de Quebracho, “este miércoles se ingresó a probar en algunas chacras de la zona de Chapicuy y se apreció algo de humedad, por lo que estimamos que el lunes 6 se entrará a cosechar sin problemas”. Agregó que “seguramente se sentirá algún inconveniente en la logística con maquinaria y el transporte, porque será un área importante en la zona que se cosechará en los mismos días por las distintas empresas”.

SORGO
Respecto al cultivo de sorgo, Natalia Teyza precisó que ya se arrancó a cosechar y “no se aprecia como en la soja que haya sufrido una disminución del potencial de rendimiento del 20 o 25%. Pero sí tenemos sorgos en torno a los 3.500 a 4.000 kilos, por lo que si las lluvias hubieran sido mejores, se podría haber llegado más fácilmente a potenciales de rendimientos mucho más altos”.

REPORTE
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés) publicó sus dos nuevos informes de stocks e intención de siembra para la próxima zafra. En relación a un año atrás, y tal como se preveía, las existencias de soja, maíz y trigo están por encima.
Asimismo la oleaginosa es la que sobresale de las tres, mostrando un stock 34% arriba del año pasado. A su vez este cultivo es el que más atrae a los agricultores estadounidenses, que por segunda zafra consecutiva tienen intenciones de agrandar su área en detrimento de la de maíz, que pierde terreno por tercer ciclo consecutivo.
En ese sentido, el organismo especificó que para la zafra 2015/16 el área estimada se ubicaría en 34,28 millones de hectáreas, por encima de las implantadas en la 2014/15 (33,90), pero por debajo de la expectativa del mercado de cara a este informe que se ubicaba en 34,80 millones, lo que hasta el momento resultó como un dato neutro para el mercado de la oleaginosa. Si bien el dato por sí solo podría llegar a resultar alcista, al ubicarse por debajo de la expectativa, la realidad es que la proyección indica un crecimiento en el área destinada a soja por segunda zafra consecutiva. En cuanto a las existencias actuales, al 1º de marzo, el organismo relevó 36,31 millones de toneladas, 34% más que en el mismo período del año pasado.
Respecto del maíz, el USDA indicó que para la zafra 2015/16 el área a sembrarse bajaría por tercer ciclo consecutivo, de 36,69 a 36,09 millones de hectáreas.
El relevamiento fue realizado entre 84.000 productores. En cuanto a las existencias, el USDA indicó que estarían quedando unas 196,73 millones de toneladas, casi 11% más que un año atrás, pero además por encima de lo previsto por el mercado, lo que contribuyó a que los precios continúen bajando para el cereal.
En tanto para el trigo, el USDA prácticamente mantuvo la intención de siembra respecto a las expectativas del mercado, en 22,42 millones de hectáreas, aunque fue un número inferior a las 23 millones de la zafra anterior. No obstante, y para continuar con la presión que recibe el precio del trigo, los stocks relevados por el organismo se ubicaron en 30,59 millones de toneladas, 6% por encima del volumen reportado unos años atrás.